La República

COMUNICADO

“Intelectuales por República Dominicana” pide a jesuitas no parcializarse y victimizar a Haití por fallo del TC

El grupo “Intelectuales por la República Dominicana”, fijó ayer su posición en torno a las declaraciones de la Compañía de Jesús en torno a la sentencia emitida el pasado 23 de septiembre de este año, donde asegura que éstos no han leído la sentencia ni han meditado sobre “el daño que hace al país unir su voz potente a los que desacreditan a República Dominicana y que buscan una condena internacional por el fallo”. De acuerdo al grupo de intelectuales, los jesuitas en Asamblea Regional alzaron su voz contra lo que entienden una injusticia frente a ciudadanos haitianos en República Dominicana, por lo que se preguntan: ¿Por qué no abarcó a toda la Región en su preocupación por los derechos humanos y la injusticia? A continuación la posición emitida por el grupo, integrado por Eduardo Gautreau de Wint, Pura Emeterio Rondón, Camelia Michel, Roberto Marcallé, Alex Ferreras y Néstor Medrano, en un comunicado enviado a los medios de comunicación: Con el reconocimiento que merece la Compañía de Jesús por su dilatada trayectoria de trabajo en beneficio de la humanidad y particularmente de la República Dominicana, hacemos pública nuestra opinión acerca del Comunicado que el lunes 18 de noviembre leímos en la prensa, suscrito por 26 jesuitas con cargos relevantes en la Compañía de Jesús. Ante el Contenido de ese Comunicado, sometemos a la consideración de quienes lo firmaron y de todo el pueblo dominicano, las interrogantes que nos ha suscitado su lectura: Cada uno de los jesuitas firmantes, ¿ha leído y analizado la Sentencia que condena? Más allá del desacuerdo con la Sentencia TC 168-13, ¿ha meditado la Compañía de Jesús el daño que hace al país al unir su potente voz a los que desacreditan a la República Dominicana y buscan a toda costa su condena a nivel internacional, con el consiguiente daño moral y económico que esto puede acarrear al pueblo dominicano, también pobre y explotado? Tal como lo expresa el Comunicado, los jesuitas en Asamblea Regional, alzan su voz contra lo que entienden una injusticia frente a ciudadanos haitianos en la República Dominicana. Dado que la Asamblea fue regional, ¿Por qué no abarcó a toda la Región en su preocupación por los derechos humanos y la injusticia? Es que en los lugares de procedencia de los demás representantes no encontraron ninguna situación que necesitara también ser denunciada? ¿Desconocen los jesuitas la serie de atropellos y de muertes de las cuales son víctimas muchos ciudadanos haitianos en su propia patria? ¿No son ellos haitianos? O mejor, ¿no son también seres humanos que necesitan defensa? En el territorio dominicano hay un porcentaje considerable de ciudadanos haitianos, pero la mayor parte de la población es dominicana. ¿No vive el pueblo dominicano, una gran parte de él, empobrecida y excluida (con muchos de los cuales tienen contacto los jesuitas), no viven situaciones de miseria que ameriten también un comunicado de los jesuitas denunciándolas¿ ¿No son también seres humanos necesitados de defensa? Y sobre la aplicación de la sentencia, ¿No podrían los jesuitas dar un voto de confianza a las autoridades dominicanas, que se han comprometido a proceder apegadas a los derechos humanos, que han prometido considerar cada caso y que ofrecen canales para la regularización y obtención legal de la ciudadanía dominicana, cumplido el proceso correspondiente? Por otro parte, ¿no sería bueno que el mundo conociera la importante erogación que hace el Estado dominicano en materia de salud, educación y otros renglones, a favor de ciudadanos haitianos, estén o no, legalmente en el país? ¿Por qué no se reconoce y divulga este otro aspecto de la realidad, esta generosidad del pueblo dominicano. Con todo respeto exhortamos los jesuitas, a discernir la realidad total de las relaciones entre de la República Dominicana y Haití, en un marco de mayor amplitud, evitando la parcialización y excesiva victimización de una de las partes, ya que esta postura no conduce a impulsar relaciones sanas y equilibradas entre los dos países. Todo lo contrario, puede conducir a exacerbar imágenes negativas mutuas, que no es el propósito. Entendemos que el asunto tratado, como otros importantes temas de la agenda nacional, requieren de diálogo, en la búsqueda de verdades construidas entre todos, verdades que queremos tener y vivir. A este diálogo nos abrimos quienes nos dirigimos a ustedes. Por el Grupo “Intelectuales por la República Dominicana”: Eduardo Gautreau de Wint, Pura Emeterio Rondón, Camelia Michel, Roberto Marcallé, Alex Ferreras, Néstor Medrano.

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