Los partidos y sus conflictos internos

A medida que empieza a columbrarse el proceso electoral del dieciséis y agotado ya el primer tercio del gobierno de Danilo Medina, los tres principales partidos lucen extenuados en sus fracturas y luchas internas, y ninguno de ellos, ni siquiera el gobernante PLD, tiene a la vista un panorama que le anticipe buenos augurios. La oposición política está definitivamente dividida con el PRD en pedazos, mientras el destino de los reformistas luce cada vez más incierto faltando apenas horas y días para sus asambleas renovadoras tanto de sus estatutos como de su dirigencia, sin que estén las reglas claras. El Octavo Congreso del PLD, que honra la memoria del fundador Norge Botello, ha destapado las diferencias insalvables-- no sólo políticas, sino también personales--, entre algunos miembros de su cúpula, y sus primeras decisiones son tan cuestionables que lo proyectan como un partido sectario y retrógrado que le cierra las puertas de sus organismos a la dirigencia más joven, sin valorar méritos. El resto de los partidos y grupos reconocidos por la Junta Central Electoral-- que son 25 en total, incluyendo el Movimiento Municipal de Puñal, de la provincia de Santiago--, no tiene ninguna posibilidad de emerger en esta crisis de la partidocracia para constituirse en opción electoral con posibilidad de competir por el poder. El partidismo dominicano muestra una dispersión de ideas y propósitos que lo distancia como nunca antes de las exigencias populares de cambios sustanciales en la estructura de poder del país, impulsados en las últimas semanas a propósito de la reafirmación nacionalista como consecuencia de la sentencia 168/13 cuestionada por grupos internos, y a causa de la última injerencia de la CIDH. Ninguno de los partidos tradicionales ha fijado una posición clara y contundente sobre el carácter soberano de la sentencia del Constitucional, no se han atrevido a denunciar la injerencia de grupos extranjeros ni se han pronunciado todavía sobre el irrespeto y el atrevimiento de la Comisión de Derechos Humanos al intervenir maliciosamente en un asunto que atañe sólo a los dominicanos. No lo ha hecho oficialmente el partido de gobierno, a pesar de que su secretario general Reinaldo Pared, se ha mantenido a la altura de las circunstancias y condenado la injerencia extranjera. El presidente del PLD, Leonel Fernández, no se ha pronunciado todavía sobre el tema. Tampoco el Partido Revolucionario Dominicano ha fijado posición sobre un asunto de tanta trascendencia. El expresidente Hipólito Mejía condenó la sentencia y se solidarizó con los grupos que la denuncian como inhumana, racista y discriminatoria. Pero institucionalmente el partido no ha fijado posición. El PLD en situación confusa...El panorama político en el PLD luce cada vez más confuso en la medida en que se aproxima un año de definiciones fundamentales en la consolidación de los partidos del sistema. Por tradición ese partido es disciplinado y trata de tener siempre sus cosas claras. El Congreso actualmente en desarrollo ha dejado insatisfechos a quienes proponían transformaciones profundas y algunas decisiones han frustrado las aspiraciones de quienes se consideraban con méritos para subir al Comité Político o pasar al Comité Central. Entre los más jóvenes ha caído mal la imposición de diez años de militancia para ascender al Comité Central, y en algunos organismos se exige que esa medida quede sin efecto como única vía para destrabar el ascenso por méritos partidarios y evitar su anquilosamiento añoso. En los dos principales organismos peledeístas, que aumentarán su membresía a partir de enero, los menores de cincuenta años pueden contarse con los dedos de una manoÖ Y probablemente sobren dedos. Al Comité Político subirán seis nuevos miembros, y es casi seguro que entre ellos el más joven sea Radhamés Jiménez, que se aproxima a los sesenta. De los existentes, la más joven es la Vicepresidenta Margarita Cedeño, que llegó por el cargo y que ya tiene “veintipicoÖ” De los titulares restantes, uno de los más jóvenes es Leonel, con sesenta. El PLD es uno de los partidos de dirigencia más añosa, a pesar de que Bosch lo fundó en 1973 con jóvenes que apenas pasaban de los 30, los más viejos. Pero casi todos los que aún viven siguen en el Comité Político o en el Comité Central y han envejecido en sus posiciones sin abrir espacio a los nuevos dirigentes. Los últimos congresos peledeístas han confirmado a toda su dirigencia, y en casos excepcionales apenas permiten el acceso ex oficio a nuevos miembros de sus máximos organismos de dirección. El PRD cada día peor...La situación del PRD es peor cada día. La división amenaza ahora con salir de la isla para ser denunciada en los organismos internacionales. Los señores Hipólito Mejía y Luis Abinader anunciaron al concluir la semana que estaban depositando una denuncia del caso ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos que andaba por aquí en otros asuntos. Mientras tanto, ya se adelanta que la disidencia partidaria no aceptará los términos en que Miguel Vargas y sus seguidores celebrarán su convención eleccionaria a partir del 23 de febrero venidero. Tampoco aceptan la validez del nuevo padrón de militantes que levanta la organización para celebrar el evento interno. El mismo día de la denuncia de Mejía a la CIDH, Vargas reinauguró la Casa Nacional perredeísta y develizó un monumento con la estatua de Peña Gómez, en un acto bien lucido donde habló la secretaria general Peggy Cabral y asistieron los líderes de partidos aliados, entre ellos el exministro de las Fuerzas Armadas y presidente del Partido Quinta República, José Miguel Soto Jiménez. Hace un par de semanas surgió la posibilidad de un acercamiento entre Vargas y Mejía retomando el “acuerdo de Lomas Lindas” mediante el cual se lograba la unificación del partido a través de una fórmula considerada “macarrónica” por Abinader y su gente. Lo que se cuenta en círculos perredeístas es que esos intentos volvieron a fracasar por la indiscreción de Mejía.

(+)REFORMISMO Y LA SALUD DE CARLOS MORALESEn el Partido Reformista las cosas han empeorado con la salida provisional de Carlos Morales por problemas de salud. La llegada de José Hazim Frappier ha emponzoñado aún más a Amable Aristy Castro que se las ha ingeniado para hipertrofiar la lista de delegados que deberán participar en las asambleas de ese partido, una de las cuales está convocada para hoy domingo. El conflicto se agrava porque el sector institucional ha convocado a 1,305 delegados con derecho a participar en las asambleas, mientras el sector de Aristy dice que los delegados son 2,300. Ambos grupos argumentan razones legales y estatutarias a partir de las listas de delegados depositadas en la Junta Central Electoral.

Existe el propósito de presentar en la asamblea de enero una propuesta unitaria que llevaría como presidente del partido a Hazim y a Ito Bisonó Haza como secretario general. La gente de Aristy se opone a esa fórmula por considerarla “excluyente y tendenciosa”.

Los problemas del Partido Reformista se agravan y hay quienes afirman que se prolongarán con el paso de los meses para terminar en el Tribunal Superior Electoral.

(+) Organizaciones alternativas Fuera de los tres partidos tradicionales-- el PLD, el PRD y el PRSC--, la posibilidad de que surja una fuerza electoral alternativa no se vislumbra en el panorama. Guillermo Moreno, de quien se ha dicho podría ser su candidato, apenas puntea en las encuestas.

La izquierda tradicional no sólo está atomizada, sino que todos sus componentes partidarios son cada vez menos significativos y nunca han podido ponerse de acuerdo para llevar candidaturas conjuntas.

A la izquierda dominicana le ha hecho falta liderazgo con capacidad aglutinadora, un discurso que sintonice con la gente, menos vedetismo y mayor identificación con los sectores más pobres, que en todas partes del mundo son mayoritarios.

“…Pero los pueblos siempre encuentran alternativas de solución a estas falencias de liderazgo. De donde menos se espera, siempre puede surgir el líder que llene las expectativas…”, dice Barack Obama en el prólogo de la obra autobiográfica de Mandela “Conversaciones Conmigo Mismo”.

“Los líderes llegan solos… Nadie se autoimpone liderazgo como tampoco se le impone el liderazgo a nadie… El liderazgo no se adquiere en una universidad, como se adquiere un título… El liderazgo es una condición humana”, dice el propio Mandela en una reflexión final de su celebrada obra.