La República

200 AÑOS NATALICIO DEL PATRICIO

Duarte: el único Padre de la Patria

UNA REFLEXIÓN DE TRES AUTORES POSICIONA AL PATRICIO COMO EL MÁS MERITORIO

De la revista GlobalSanto Domingo

Los intelectuales Manuel Núñez y David Álvarez alaban la rebeldía intransigente que convirtió al patricio en el autor intelectual de la Independencia y fundador de la República Dominicana. Para ambos la postura que mantuvo, y que fue contraria al pensamiento conservador de la época, lo convierten en el único patricio. Por su parte, el historiador Juan Daniel Balcácer asegura que Duarte es el principal patriota e indaga en las cartas escritas por el Padre de la Patria entre 1864 y 1865. Las indagaciones del filólogo Manuel Núñez revelan que en 1856 Ramón Matías Mella viajó a España para obtener un protectorado o un tratado de anexión que librase a la recién fundada República Dominicana de la guerra con Haití; y que Francisco del Rosario Sánchez demostró “en más de una ocasión, ser partidario de esta solución conservadora”. Núñez enfatiza que en 1844 “el temperamento tornadizo de Sánchez provocó el naufragio” de los independentistas, y recuerda que Sánchez fue, luego, valido del anexionista Buenaventura Báez. Pero el devenir de ambos patricios, como de muchos otros considerados liberales en aquella época, no hizo que Juan Pablo Duarte, exiliado en Venezuela por Pedro Santana, cambiara su convicción de que la nación que fundó el 27 de febrero de 1844 podía mantener su soberanía sin el protectorado de otra nación considerada superior, indica el intelectual en su análisis “Juan Pablo Duarte, autor intelectual de la gesta de Independencia”, que es publicado en la edición 50 de la revista Global. Una parte de los Próceres de la Independencia se arrodillaron y aprobaron la anexión ante la amenaza de Haití (para el año de la revolución febrerista Haití contaba con 50,000 soldados, una economía tres veces mayor y 800,000 habitantes; en cambio, la naciente República Dominicana tenía apenas 10,000 combatientes, una economía incipiente y solo 240,000 almas habitándola), pero Duarte mantuvo hasta la muerte la rebeldía intransigente de su ideal de patria que abrazó y propagó desde que “me pronuncié dominicano el 16 de julio de 1838”, escribió el patricio el 7 de marzo de 1865. El Duarte comprometido con la soberanía del pueblo dominicano versus los contextos y situaciones que debieron sortear sus dos compañeros de la trinidad patriótica, Sánchez y Mella, también suscita la reflexión del filósofo David Álvarez. “Contrariamente a Duarte, que fue expulsado del país por orden de Santana el 10 de septiembre de 1844, Sánchez y Mella mantuvieron una vida activa en el devenir político del país. Esta explicación no me lleva a justificarlos sino a entenderlos, ya que en definitiva, a mi humilde entender, únicamente Duarte merece el reconocimiento del Padre de la Patria”, precisa Álvarez, autor de la revisión historiográfica “Duarte en su contexto”, que también es divulgada en la publicación de Funglode. De acuerdo al historiador Juan Daniel Balcácer, el patricio ñcuyo bicentenario de su nacimiento se conmemora este sábado 26 de eneroñ “no tuvo posiciones intermedias ante la conquista y conservación de la soberanía nacional pura y simple”. “Duarte supo vertebrar de manera armoniosa la teoría política con la práctica revolucionaria, y demostró poseer excelentes cualidades de planificador y organizador, aunque en este aspecto sus opositores impidieron que desarrollara plenamente su potencial creativo”. Balcácer, presidente de la Comisión Nacional de Efemérides Patrias, hizo un recuento de las cartas escritas por el creador de La Filantrópica entre 1864 y 1865: “Las cartas patrióticas de Juan Pablo Duarte”. Duarte un hombre de acción política Adentrarse en la vida del patricio es de alta complejidad. Para Álvarez existen “inmensas lagunas en su biografía: su estadía en Europa de joven, su vida en Venezuela, sus mínimos escritos personales que han sobrevivido, las notas de la hermana y los testimonios de sus contemporáneos y quienes lo conocieron y lo trataron, que usualmente reflejan las filias y las fobias de su posición política”. La rigurosidad del filósofo lo llevó a analizar “sus acciones políticas, identificadas por seguidores y opositores, en el escenario de la lucha contra dos gobiernos haitianos, los de (Jean-Pierre) Boyer y (Charles) Riviere-Hérard, y su accionar durante los primeros meses del nacimiento del Estado dominicano”. “El ideal independentista representado esencialmente por su ejercicio político, resulta muy superior a los triunfos militares de un Pedro Santana”, apunta Núñez, quien también estudia a Duarte en ese accionar y descifra tres frentes de batalla que debió librar el independentista a un mismo tiempo. Precisa Núñez que la primera batalla fue militar, su contendor fue Pedro Santana, cuyo afán anexionista lo llevó a decretar la expulsión del país de los trinitarios; la segunda fue la batalla política para enfrentar la guerra psicológica de La Reforma haitiana, que acusaba al movimiento febrerista de querer restablecer la esclavitud. Es entonces cuando fundamenta la teoría de la unidad de razas, la cual indicaba que la independencia dominicana se fundamentaba en raíces culturales, no en el predominio de una raza. La tercera, y quizás la más trascendental, fue “contra la incomprensión de los dominicanos”. Y por esto, recuerda el filólogo, fue “tachado de anarquista, de romántico, de iluso”... Cartas de la época de la Restauración Balcácer ha revelado que la concepción nacionalista y patriótica aflora en cuatro cartas que Duarte escribió en los años 1864 y 1865, cuando regresó al país con la determinación de incorporarse a la guerra de la Restauración. La primera, del 28 de marzo de 1864, la escribe en Guayubín a los miembros del Gobierno Provisorio de la Restauración, en la cual demuestra su interés por participar, como lo hace, en la guerra que devolvería la soberanía a la nación que creó. La segunda, del 15 de abril de 1864, también es dirigida al Gobierno Provisorio pero desde Santiago. En esta responde las publicaciones de un periódico de La Habana que señalaba que su presencia causaba desavenencias entre algunos líderes restauradores. Duarte escribe: “Estoy dispuesto a recibir vuestras órdenes si aún me juzgareis aparente para la consabida comisión, pues si he vuelto a mi patria después de tantos años de ausencia ha sido para servirla con alma, vida y corazón, siendo cual siempre fue mi motivo de amor entre todos los verdaderos dominicanos y jamás piedra del escándalo y manzana de la discordia”. En ese momento los restauradores lo confinan a su tercer y último exilio, disfrazado de misión diplomática ante el Gobierno de Venezuela. “El 7 de marzo de 1865, el Padre de la Patria da por terminada la misión diplomática y le escribe al ministro Teodoro Heneken las causas de su dimisión y formuló interesantes reflexiones acerca de la política internacional de la época”, escribe el historiador Balcácer para resaltar que esta tercera carta “debe estar grabada con letra de oro sobre el arco triunfal de la Puerta del Conde”. La última carta la escribe Duarte en respuesta al poeta Félix María del Monte, habían pasado dos meses de la salida de las tropas españolas. La soberanía nacional se había restablecido. Dice así: “Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas, destruir la nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la nación entera y cerrarnos las puertas de la patria (...)”. (+)TESIS ICONOGRÁFICA DE JUAN PABLO DUARTELa revista Global publica en su segunda edición para tabletas (app) la tesis de la politóloga e historiadora de género Ylonka Nacidit Perdomo, bajo el título “Duarte es Abelardo”. Dicha tesis está basada en un estudio iconográfico de la escultura que el pintor y fotógrafo Abelardo Rodríguez realizó en 1913. “Para moldear el busto de Duarte, y otras alegorías del mismo, Abelardo se colocaba frente a un espejo, e iba moldeando algunos de sus rasgos (los de él), hasta llegar al retrato del Patricio, por lo cual podemos observar, y afirmar, que Duarte es Abelardo. El rostro de Duarte coincide –si nos detenemos a contemplarlo– con las mismas facciones de Abelardo; es un autorretrato: son los mismos detalles de proporción, los mismos bigotes, frente, pómulos, proporciones, y líneas generales de expresión, lo cual nos revela su composición cuadrilateral”, indica Nacidit Perdomo. PANEL DE DISCUSIÓN Panel del 23 de enero “Juan Pablo Duarte: 200 años del ideal independentista” es el nombre del panel que se desarrollará este 23 de enero en la sede de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, a partir de las seis de la tarde. Los panelistas son los autores de los artículos medulares de la edición 50: el presidente de la Comisión Nacional de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer; el filólogo Manuel Núñez; el filósofo David Álvarez, y la historiadora de género Ylonka Nacidit Perdomo. El moderador es el director de Diario Libre, el abogado Adriano Miguel Tejada. La revista Global es una publicación académica bimestral de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), con circulación nacional e internacional. Desde su creación, en abril de 2004, hasta octubre de 2012 se han impreso 50 ediciones con un contenido que aborda temáticas relativas a ciencias sociales, literatura, filosofía, economía, comunicación y periodismo, medio ambiente, política, democracia, gobernabilidad, historia, energía y relaciones internacionales.

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