HABÍA SECUESTRADO EN EL PAÍS
Acusado de matar 5 chinos acepta extradición a Panamá
LA JUSTICIA DE ESA NACIÓN HIZO EL PEDIDO AL GOBIERNO DOMINICANO
Fermín Antonio Taveras Ramírez, quien aceptó ayer su extradición voluntaria a Panamá está acusado de planificar el secuestro y asesinato de cinco jóvenes de origen chino en ese país, dos de los cuales sepultó vivos, porque tenía un sentimiento de odio a los asiáticos. Así se hace constar en la solicitud de extradición hecha por el gobierno de Panamá a la Procuraduría General de la República. Agrega que Taveras Ramírez en una ocasión perpetró un secuestro de un chino en República Dominicana, y la víctima lo reconoció por la voz, sin haberle visto el rostro. El arrestado, de 41 años de edad, se sometió a una cirugía en los dedos para borrar sus huellas dactilares, se tiñó el pelo y se cambió la identidad para evitar que lo capturaran. Junto a Alcibíades Méndez (José Celular), quien se encuentra preso en Panamá, está acusado de enterrar viva a una de las víctimas y luego colocarle una tapa de concreto. Taveras Ramírez, luego de ser interrogado por los procuradores adjuntos Bolívar Sánchez, Rodolfo Espiñeira y Gissela Cueto, esta última directora del departamento de Extradición, le expresó a los jueces de la Cámara Penal de la Suprema Corte de Justicia, su disposición de irse de manera voluntaria en extradición. Dijo que es inocente de los hechos que se le imputan y que así lo demostrará en los tribunales de Panamá. De acuerdo a la solicitud de extradición, en la misma consta una declaración de Alcides Méndez, quien dice que fue influenciado por Taveras Ramírez para secues- trar a los asiáticos y luego pedir una alta suma de dinero, hecho ocurrido en los meses de octubre y noviembre del año pasado. Conforme con Alcides Méndez, Taveras Ramírez le confesó que en República Dominicana hacía tres o cuatro años él había perpetrado un secuestro a un asiático el cual tuvo éxito, pero que cuatro meses después habían arrestado a un amigo de él y se formó una cadena de detenciones. Narra que cuando a Taveras Ramírez lo agarraron por ese caso, lo llevaron a reconocimiento y el chino lo señalo él. “Me decía él que la rabia que le tenía a los asiáticos era porque el chino que lo reconoció que era el secuestrado que ya estaba en libertad, nunca le había visto la cara, pero lo reconoció por la voz, por eso el propósito de no dejar a ninguna persona viva en el hecho que él quería hacer”.