INVITACIÓN
Rosa Gómez de Mejía, activista consagrada del núcleo familiar
LA PARTICIPACIÓN DE SUS CUATRO HIJOS EN LA POLÍTICA SERÍA POR DECISIÓN PROPIA, NO POR OBLIGACIÓN
Doña Rosa Gómez de Mejía se distingue por su carácter sereno, su hablar pausado y sus comentarios precisos. Sin duda alguna ha sido durante más de cuarenta años el equilibrio perfecto para su esposo Rafael Hipólito Mejía Domínguez; un hombre extrovertido, mejor conocido como “Papá” quien tras haber sido presidente de la República Dominicana durante el período 2000-2004, resurge como el actual candidato a la misma posición por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD). De esta unión nacieron cuatro hijos que les han hecho abuelos de 12 nietos que ya digieren el ambiente político. A grandes rasgos, este es el panorama familiar de Hipólito y doña Rosa, quienes juntos deciden emprender el trayecto hacia las elecciones presidenciales que se avecinan, pues como dice Gómez de Mejía “cuando me comunicaron la posibilidad de regresar vi que contamos con muchos amigos que nos acompañaron en el período anterior, así que decidí volver a incursionar y manifesté mi apoyo a Hipólito”. -Usted fue la primera coordinadora del Despacho de la Primera Dama, entidad creada por el presidente Hipólito Mejía, ¿qué cambiaría de esa experiencia? ¿Qué objetivos buscaría en esta nueva etapa? En esencia no cambiaría nada, lo que sí me gustaría es ampliar el marco de acción de los diferentes programas y entiendo que esto será posible, ya que el presupuesto del despacho actual es mucho mayor del que teníamos. -Habiendo usted realizado estudios de Educación, enfocados a la orientación estudiantil, ¿cómo visualizaría desde el Despacho, en esta etapa, la labor con la juventud, para impedir que continúe cayendo en la delincuencia y la violencia? Porque siempre he creído en la educación y en la oportunidad que se le debe dar a los/las jóvenes de nuestro país de que se preparen para aprender a emprender, fue que decidí que el eje transversal de la mayoría de las iniciativas que desarrollé desde mi despacho de primera dama, fuera la educación dirigida a los/las jóvenes principalmente de los politécnicos de las zonas rurales y marginadas urbanas; de manera tal que pudieran aprender un oficio e insertarse en la vida productiva, con la seguridad de que siendo así, estarán alejados de los vicios, delincuencia y la violencia. -¿Hasta qué punto trabajar con la familia pudiera ayudar a impedir que aumente el nivel de corrupción general que hay en el país? ¿Y cómo podría ayudar a disminuirlo en las generaciones futuras? Efectivamente, la familia juega un papel muy relevante en la sociedad y es el núcleo de mayor incidencia en la formación de los valores de las personas, si desde pequeñitos hemos tenido padres ejemplares, honestos, trabajadores, sin lugar a dudas tendremos personas valiosas; si hoy estamos viviendo momentos de una corrupción sin precedentes, entonces debemos hacer un paro en el camino y revisar dónde se está fallando. (+)RESPETO, COMPROMISO Y UNA GRAN SOLIDARIDADInvitada a participar en “La Hora del Té” realizada en el Salón de Actos Arturo J. Pellerano Alfau de la editora LISTÍN DIARIO, la dama asistió al encuentro con Raquel Arbaje de Abinader, esposa del candidato vicepresidencial del PRD, Luis Abinader; de sus hijas Carolina y Lissa Mejía, así como sus nueras Janet Rivera de Mejía y Nancy Handal de Mejía, esposas de Ramón Hipólito y Felipe, respectivamente. Ninguna de ellas juega un rol político activo, de existir alguna vacante quizás Carolina sería la candidata más apropiada a ocupar dicha posición, debido a que se le reconoce como la colaboradora más activa y por voluntad propia de su padre Hipólito Mejía.Sin embargo, la razón de que todas las mujeres de la familia Mejía estuvieran junto a doña Rosa era simple y única, el vínculo afectivo, solidario y respetuoso que existe entre ellas.