La República

ENFOQUE

Viaje de Leonel vitalizaría tramo final de su gobierno

LA SITUACIÓN POLÍTICA EN EL PAÍS NO HA SIDO LA MEJOR

Con una bocanada de aire fresco, que lo necesitaba en estos días, tras visitar tres sólidas democracias –Alemania, Francia, Estados Unidos– el presidente Leonel Fernández quizá piense al retornar mañana al país en darle vitalidad al régimen en los próximos dos años que le quedan al actual cuatrienio, liberándolo de los asomos de la barbarie. Mientras su exitoso viaje por esos países, especialmente su visita al presidente Obama, en Washington D. C., y anteriormente la entrevista con la líder de Alemania, Angela Merkel, se desarrollaba, la situación política dominicana no fue nada sosegada, con denuncias sobre represión policial, narcotráfico e inseguridad en las calles. El régimen del doctor Fernández ha estado sometido a una de las campañas más feroz por parte de sus adversarios, que buscaría forzarlo a declarar pronto que no se postulará en los comicios del año 2012, un temor generalizado en la oposición que lo ve como demasiado fuerte para perder. Justamente el tema del narcotráfico y su penetración en los países de Centroamérica y el Caribe fue uno de los puntos tratados por Obama y Fernández, sobre lo cual estuvieron de acuerdo, al igual que en la reconstrucción de Haití, el comercio y la energía limpia, en una cita que debió durar 30 minutos como es habitual y se extendió hasta 50. De por sí la visita del presidente Leonel Fernández a su colega Barack Obama en la Casa Blanca tiene una significación personal de reconocimiento para el gobernante dominicano, quien se encuentra a mitad de camino de su segundo período de reelección y ante muchas expectativas de si se postulará de nuevo. Sin embargo el valor práctico e histórico de la misma sería que los Estados Unidos asuman la grave situación de Haití, país que cumplió ayer seis meses bajo la destrucción que causó el temblor de tierra del 12 de enero y que tiene actualmente un millón y medio de personas damnificadas solo en Puerto Príncipe, la capital. EU ha prometido US$2,500 millones que esperan la aprobación del Senado. Como afirmé en mi primer comentario sobre el tema a raíz de esa catástrofe, en la RD no se tenía siquiera idea de la repercusión que en el tiempo tendría la destrucción de la capital del país vecino, en el cual se derrumbaron el Palacio Nacional, las catedrales, universidades, escuelas y el apreciado acervo cultural guardado en varios museos. Todos los otros países, especialmente EU, Francia, Alemania, Canadá, España, Brasil y Venezuela, para citar los más activos en la ayuda al país caribeño, han sentido la catástrofe, pero ninguno como RD, que ha estado preocupada por el crecimiento de la inmigración ilegal y un peligro de que enfermedades como la tuberculosis, la malaria y el sida se propaguen a través de la frontera común. Una gran distinción Al recibir ayer al presidente Fernández en la Casa Blanca y hacer que se le hospedara en la mansión Blair House, destinada exclusivamente a gobernantes extranjeros invitados oficialmente o en visitas de Estado, el presidente Obama discernió a su colega con una gran distinción. No hubo banquete de gala puesto que la visita fue oficial, no de Estado. El doctor Fernández y su esposa tuvieron oportunidad de firmar el vetusto libro negro de visitantes importantes y acomodarse en la alcoba que acogió al mismo Obama a principios del 2009, mientras esperaba tomar posesión de la Presidencia tras las elecciones del año anterior. Hubo chismes en Washington D. C., en esa ocasión, por la estancia de Obama debido a que él solicitó más días mientras sus dos sus hijas se acomodaban en las escuelas washingtonianas, pero el protocolo dijo que la mansión estaba reservada, cosa que al parecer no era cierta. El visitante que pasó unas horas en la casa fue el primer ministro australiano John Howard, aliado de las guerras. Se especuló en Washington, D. C., como algo de mala leche el comentario del entonces vicepresidente Chenney en el sentido de que “en el caso no se habían violado los derechos civiles”, una alusión entendida por todos pero que, dadas las circunstancias, pareció indelicada y carente de buenos modales. Cuando Obama era un joven a principios del 1980, se hospedaron en Blair House la reina Isabel II y su consorte el príncipe Felipe y el primer ministro chino Den Xiaopin y la señora Deng. También se hospedaron allí en tiempos posteriores Nancy Reagan y Betty Ford, tras los fallecimientos de sus respectivos esposos los presidentes Ronald Reagan y Gerald Ford. El presidente Fernández es el primer líder dominicano que ha sido hospedado en la mansión de visitantes distinguidos, ubicada cerca de la Casa Blanca, en la avenida Pennsylvania. Allí se alojó en la habitación presidencial donde camareras uniformadas y tocadas de cofia y guantes blancos servían bajo la pertinencia de mayordomos de levita. Pidió ayuda al BM, BID El doctor Fernández posiblemente quiso aprovechar una visita irrepetible para un país de modesta significación como la RD y se reunió con los presidentes del Banco Mundial, Robert Zoellick, y del BID, Jorge Moreno, con quienes analizó probables impulsos económicos para el deteriorado sistema eléctrico. Para esas reuniones el doctor Fernández se hizo acompañar de algunos funcionarios del Gabinete, particularmente de Héctor Valdez Albizu, el más conocido y relacionado con esos organismos debido a su larga experiencia como gobernador del Banco Central y al respeto de que se le tiene en esos círculos. Pocos días antes de partir a Europa el doctor Fernández se reunió en el Palacio Nacional con técnicos del BM, del BID y otras instituciones de financiamiento en la búsqueda de dinero fresco para encarar el problema eléctrico. No hubo en la ocasión resultado significativo. A mediados de la semana pasada el vicepresidente de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEE), señor Celso Marranzini afirmó que los apagones llegarán a su fin en el año 2012, como resultado del incremento del cobro de la energía servida y de la capacidad de generación eléctrica. El problema eléctrico ha sido el mayor dolor de cabeza de los gobiernos dominicanos y los plazos para la solución de dicho problema vienen desde lejos. Una vez uno de sus funcionarios dijo que el problema podría resolverse en tres meses. El doctor Balaguer en algún momento se designó administrador de la entonces CDE y los apagones continuaron. Se culpó en parte al sindicato de los trabajadores que tenía la empresa, el mismo fue desbandado por las fuerzas represivas y el problema siguió igual.

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