Bomberos más allá del fuego

SANTO DOMINGO.- Los bomberos son servidores públicos que sólo llegan a la mente de la mayoría cuando se presenta la ardiente amenaza de un incendio. “¡Fuego, llamen a los bomberos!”, se oye desde que la más pequeña espiral de humo aparece por encima de una edificación y el pánico se apodera hasta de los más “guapos”. No todo el mundo sabe que estos profesionales son entrenados para algo más que apagar llamas y sacar a personas de los escombros. Los de Santo Domingo brindan asistencia a los vehículos accidentados, limpian edificaciones, cuentan con equipos de paramédicos y hasta bajan al gato que se quede varado en la copa de un árbol. Estos servicios los ofrecen a pesar de las limitaciones presupuestarias y de personal que caracterizan a este tipo de instituciones. El Cuerpo de Bomberos posee dos unidades de rescate submarino, capacitadas para asistir cualquier tipo de incidencia ocurrida en las aguas dulces y costeras de la capital. Un buzo y un paramédico conforman estos equipos, que se trasladan en motocicletas Harley Davidson hasta sus destinos. PrevenciónEl intendente general del organismo, Oscar Guillermo García, explica que los bomberos realizan una amplia tarea de prevención de incendios en las escuelas, colegios, instituciones públicas y empresas privadas de uso público. Amparados en la Ley 166-03 pueden evaluar los niveles de seguridad contra incendios y los mecanismos de evacuación contemplados en las edificaciones de uso público. “Estamos supervisando y sugiriendo a los propietarios y a los administradores de negocios las adecuaciones que tienen que hacer para que verdaderamente sean espacios seguros”, señala. Un equipo de supervisores debidamente identificados recorre las calles del Distrito asegurándose que ninguna edificación amenace la vida de la ciudadanía por no adecuarse a los normas de seguridad. “Los cuerpos de bomberos pasaron de ser instituciones de apagar fuegos a ser instituciones que trabajan en la prevención”, apunta el intendente antes de pasar a las aulas de la estación que dirige, donde forma a un grupo de ciudadanos que desean trabajar como bomberos voluntarios en su tiempo libre, pero antes tienen que entrenarse como el que más. AdelantosEl intendente Oscar Guillermo García apunta que las normas internacionales exigen una estación de bomberos por cada 10 kilómetros cuadrados. En el Distrito Nacional hay once estaciones, una por cada 7.5 kilómetros cuadrados, lo que coloca a la capital dominicana por encima de los estándares de cobertura, aunque esto no significa que dichas estaciones estén debidamente equipadas. Cinco nuevas unidades de apoyo al combate de incendios (tanques de agua móviles) acompañan a los “apaga fuego” cuando la estructura en peligro se encuentra en un sector donde el servicio de agua no es regular. A esto se le suman las ocho ambulancias dispuestas para socorrer a los posibles afectados. “Como toda institución pública, tenemos precariedades, pero dentro de esas precariedades estamos trabajando en la mejor época de los bomberos”, afirma García. DE LOS INICIOS En 1880 el general Gregorio Luperón ordenó, mediante decreto No. 1851, la creación de un Cuerpo de Bomberos en las principales ciudades de la joven República: Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, La Vega, Montecristi, San Pedro de Macorís, Cotuí, Azua, El Seibo y Baní. Pero no fue hasta 1893 cuando el presidente Ulises Heureaux (Lilís) inauguró la estación de Santo Domingo, después de que un incendio afectó a las viviendas del barrio San Miguel, hechas con tablas de palma y techos de cana. La organización de este Cuerpo estuvo a cargo del coronel Ángel Perdomo. Los primeros equipos de rescate de los bomberos consistían en una bomba grande de balancines, movida por 24 hombres y arrastrada por caballos. Estos hombres eran divididos en dos equipos de trabajo que se alternaban cada quince minutos. Para conocer más sobre estos servidores públicos visite bomberosdn.com