La República

PROCESO ELECTORAL

Haití ante un año difícil

LA FIGURA DE ARISTIDE, EXILIADO EN ÁFRICA, PLANEA SOBRE EL ESCENARIO POLÍTICO

PUERTO PRINCIPE, Haití.- Sentado en la terraza de un hotel, en la parte alta de Puerto Príncipe, Leslie Voltaire se toma unos segundos para responder a la siguiente pregunta. El tema gira en torno a los difíciles meses que se avecinan y a la decisión del Consejo Electoral de rechazar la participación del movimiento Lavalás (del cual Voltaire es fundador) en los comicios de abril para renovar las dos terceras partes del Senado.“Todos tienen miedo a que Lavalás gane las elecciones”, dice este cercano colaborador del ex presidente Jean Bertrand Aristide, convencido de que esa fue la razón que indujo al tribunal a prohibir las candidaturas del movimiento. En un año electoral bastante importante para Haití, cuando se esperan también elecciones para sustituir a los diputados y a los alcaldes de todo el país y a puertas de las presidenciales de noviembre de 2010, la opinión de Lavalás, la organización que llevó dos veces al poder a Aristide, es para tomar en cuenta. “Si Lavalás gana estas elecciones a lo mejor obtiene una mayoría en el Senado, y si gana en el Senado podría ganar las siguientes elecciones”, comentó el dirigente político a LISTÍN DIARIO. La dificultad comenzó el pasado 6 de febrero cuando el Consejo Electoral publicó la lista con los 65 candidatos que participarán en la elección de doce de los treinta escaños senatoriales, pero ninguno de los dieciséis postulantes del movimiento de Aristide figuró en la lista. Al día siguiente, cientos de seguidores de Lavalás realizaron una manifestación entre Cité Soleil, el bastión de Aristide en la capital, hasta el sector de Bel Air, en el centro de Puerto Príncipe, para rechazar la medida. Los comicios de abril, que debieron haberse realizado a finales del 2007, ya habían sido anunciados por el presidente del tribunal, Frantz Gérard Verret, en octubre del 2008 pasado y fueron convocados oficialmente por el gobierno en enero de este año. “Quiero ratificar que el Consejo es totalmente autónomo e independiente en sus decisiones, y que el gobierno sólo garantiza la seguridad, la logística y el financiamiento de las elecciones”, dijo a LISTÍN DIARIO la semana pasada la primera ministra de Haití, MichËle Pierre Louis, a propósito del papel que juega el Ejecutivo en el actual proceso electoral. “El Consejo Electoral adoptó su decisión a partir de la ley. El Consejo se circunscribió a lo que dice la Constitución, la ley electoral y el decreto sobre partidos políticos y los estatutos de los propios partidos”, agregó la jefa del gobierno haitiano. Lo que pasó fue que, en una primera instancia Lavalás no presentó al tribunal el mandato de su máximo representante para participar en los comicios como estipula el reglamento. Luego el organismo rechazó dos planchas presentadas por el movimiento y lo volvió a hacer cuando éste propuso una lista única 72 horas después de un plazo concedido por el Consejo Electoral. Pero Voltaire, el dirigente de Lavalás, explicó que el mandato nunca pudo entregarse porque el líder de la organización, Aristide, se encuentra en el exilio, además de que esa consideración no se tomó en cuenta en las elecciones del 2006, cuando sí hubo consenso para permitir a los lavalistas postularse en aquellos comicios. Advertencia“Si no se acepta la participación de Lavalás puede que haya manifestaciones (legítimas por su exclusión) en todo el país; puede que otros candidatos no puedan hacer campaña por la fuerza de Lavalás en los barrios populares, donde es difícil controlar a la gente”, dijo el también ex ministro de Educación y ex jefe de gabinete de Aristide, además de ex consejero del actual presidente René Préval en su anterior gobierno. Voltaire agregó que técnicamente será muy difícil que el Consejo Electoral pueda realizar los comicios en abril, y que una mejor fecha para los comicios podría ser en mayo o junio, cuando se acepte la participación de los miembros de Lavalás. Si se dan, dijo, serán legales pero no legítimas. En las últimas elecciones realizadas en Haití, las presidenciales del 2006, Préval, candidato de Lespwa, obtuvo la presidencia con el 51.21% de los votos (992,766) y el apoyo decidido del movimiento de Aristide, aunque hoy están alejados. Esta misma semana, Verret, el presidente del tribunal electoral, reiteró la determinación del organismo de organizar las elecciones en el plazo previsto, y hace unos días, Hédi Annabi, representante del secretario general de la ONU en Haití, ratificó a LISTÍN DIARIO el compromiso de la Minustah con la realización de los comicios y aclaró que el mandato de la misión se limita sólo al apoyo técnico, logístico y de seguridad para permitir que las autoridades haitianas puedan realizar las elecciones de abril conforme establece la Constitución. Precisamente en estos días se oye con insistencia en Puerto Príncipe la intención de algunos sectores de reformar una Carta Magna que data de 1987, pero esto también se ve difícil por la falta de consenso. Pero lo que más le preocupa a las autoridades, dice Voltaire, el dirigente de Lavalás, es la posibilidad de que el todavía popular Aristide, desde el 2004 en el exilio en Sudáfrica, pueda volver al país al contar con una importante representación en el Parlamento, en las representaciones locales y en el propio gobierno. “Sería una palanca para exigir su retorno; el propósito es que ya no haya exiliados”, dice el dirigente político. A la hora de responder quién es el que en Haití toma las decisiones sobre Lavalás, Voltaire se toma unos segundos y sin pronunciar una palabra saca un moderno celular de su bolsillo. Luego vuelve a reflexionar: “No quieren que Aristide regrese”.

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