Extranjeros en RD en otro escándalo internacional
INVESTIGAN OPERACIONES ILEGALES DE RECAUDACIÓN DE FONDOS PARA CAMPAÑAS POLÍTICAS
SANTO DOMINGO.- El nombre de República Dominicana ha vuelto a salir en los titulares e informaciones de los más importantes diarios y agencias de noticias, esta vez de Estados Unidos, en que se involucran extranjeros que viven y/o negocian en el país en investigaciones federales por presuntas acciones ilegales. Aquí hemos tenido sicarios de la mafia italiana, perseguidos por escándalos de fraudes, asesinatos y organizaciones criminales de Alemania, Canadá, colombianos y hasta rusos. Muchos han sido detenidos y deportados a sus países y/o puestos en manos de las autoridades que los persiguen. Otros han logrado huir, como el caso de los cubanos-norteamericanos hermanos Benitez, que defraudaron al Tesoro de Estados Unidos con más de $110 millones de dólares que vinieron a ‘invertir’ y/o gastar a la República Dominicana. El escándalo ahora está relacionados con una importante investigación sobre alegadas operaciones ilegales de recaudación de fondos para campañas electorales norteamericanas, un delito federal seriamente sancionado, y del que se acusa a un grupo jordano-norteamericano-cubano altamente relacionado con negocios multimillonarios de petróleo, combustibles y asfalto en República Dominicana. Los más prestigiosos periódicos y agencias de noticias norteamericanas, incluyendo The Miami Herald, The Washington Post, The New York Times, San Francisco Examiner, Chicago Tribune, The Associated Press (AP), han desplegado desde el pasado 26 de febrero historias sobre las investigaciones que dejan al descubierto las operación que señala al ‘jordano-dominicano’ Ala’a Al-Ali como el principal acusado con recaudación ilegal de fondos de campaña y a quien los investigadores federales ubican en República Dominicana y/o como con doble nacionalidad, jordana-dominicana. “Dominicano acusado de donaciones ilegales en fondos de campaña para el gobernador Charlie Crist”, titula The Miami Herald en su edición del 26 de febrero. La AP, en sus ediciones en inglés el 27 de febrero, titulaba una nota “Jordano residente en República Dominicana acusado en Los Ángeles por contribuciones ilegales”. En el primer párrafo de la nota señala que Al-Ali, de 37 años, quien también usa el nombre de Ala’a Mohy Eddin Elali, ha sido citado por un gran jurado federal para responder por los cargos de recolección y aportes ilegales de fondos de campaña para aspirantes presidenciales -John McCain, Hillary Clinton y Rudolph Guilliani- y del gobernador de Florida, Charlie Crist. Al-Ali es considerado la ‘mano derecha’ del también jordano Mustafa Abu Naba’a y ambos del tinglado del norteamericano Harry Sargeant, de la poderosa empresa petrolera Sargeant Marine, a quien también se relaciona estrechamente el cubano-norteamericano Otto Reich, estos dos últimos clasificados como personeros de alta influencia en la recién relevada Administración Bush. Contratos en el pentágonoEl año pasado, una Comisión del Congreso de Estados Unidos hizo acusaciones contra la empresa de ‘aparente especulación’ y otras irregularidades en sus contratos para suministros a las tropas norteamericanas en Irak y esa misma Comisión pidió al Pentágono investigar los contratos. El Pentágono no ha dicho más nada y hay quienes aseguran que se hace una investigación. Harry Sargeant, en una carta que envió al prestigioso diario norteamericano The Washington Post antes de que la Comisión del Congreso de Estados Unidos publicara sus conclusiones sobre las investigaciones, defendió sus contratos con el Departamento de Defensa y dijo que “no tenemos nada que ocultar”. Una de las notas publicadas por The Miami Herald cita que “con Mustafa Abu Naba’a, Sargeant dirige la empresa que ha ganado más de $1,4 millones en contratos con el Departamento de Defensa (de Estados Unidos) con el envío de petróleo a Irak través de Jordania, para suministros a las tropas militares norteamericanas”. Al-Ali hace vida cotidiana en República Dominicana, donde tiene fija residencia, igual que Mustafa Abu Naba’a, quien además tiene otros negocios junto a familiares. Una de las notas periodísticas sobre el tema de Miami Herald cita que Al-Ali podría recibir 26 años de prisión si es encontrado culpable de los cargos federales que se le instruyen. GRAN VOLUMEN DE NEGOCIOS PETROLEROSA mediados del 2004, en los días de la caída del gobierno de Hipólito Mejía, los nombres de Mustafa Abu Naba’a y de Harry Sargeant salieron a la palestra nacional relacionados con millonarios y jugosos contratos de importación de combustibles y, en especial, del casi monopolio de traída y venta de RC-2 (asfalto). El volumen de los negocios petroleros de Mustafa Abu Naba’a en el país habían sido cuestionados por el Gobierno Hugo Chávez que veía en ese grupo, cabezas de la poderosa empresa Sargeant Marine, fuertes y serios vínculos con la Administración Bush, el ‘Stablisment’ norteamericano y los grupos más radicales enemigos del régimen venezolano, que incluían al ex embajador especial cubanonorteamericano Otto Reich, considerado de los ‘halcones’ de Washington. Estas ojerizas de Chávez provocó serias contrariedades en las negociaciones con el país en los años 2004 y 2005 y para concretar el acuerdo de PetroCaribe el gobernante venezolano habría impuesto como condición que Mustafa y su grupo dejaran el casi monopólico transporte de petróleo y deribados hacia República Dominicana, uno de los fuertes negocios de Sargeant Marine, operando desde Houston, Texas, principalmente. Las oficinas centrales de la empresa están en Boca Ratón, Florida. Y aunque bajó el volumen de sus negocios en República Dominicana, el grupo de Mustafa y Sargeant ha seguido operando millonarios contratos. La recia competencia y a los compromisos del Gobierno dominicano con los suministros de petróleo y otros derivados de Venezuela, bajo el marco del programa PetroCaribe, no han podido superar los negocios de Mustafa Sargeant y el suministro de RC-2, o asfalto, usado por entidades oficiales.