justicia
Sean 'Diddy' Combs permanecerá preso; le niegan la libertad bajo fianza por segunda vez
El juez dictaminó que la oferta de Combs de fianza de 50 millones de dólares, monitoreo GPS y limitaciones estrictas a las visitas, era "insuficiente" para garantizar la seguridad de la comunidad
Sean “Diddy” Combs permanecerá encerrado luego de que un juez rechazó el miércoles la propuesta del magnate del hip-hop de que aguardara su juicio por tráfico sexual en el lujo de su mansión de Florida en lugar de una lúgubre cárcel federal de Brooklyn.
El juez de distrito estadounidense Andrew L. Carter dictaminó que el plan de Combs, que incluía una oferta de fianza de 50 millones de dólares, monitoreo GPS y limitaciones estrictas a las visitas, era "insuficiente" para garantizar la seguridad de la comunidad y la integridad de su caso.
Carter, coincidiendo con los fiscales que lucharon por mantener a Combs en la cárcel, concluyó que “ninguna condición o conjunto de condiciones” que regieran su liberación podrían protegerlo contra el riesgo de que amenazara o dañara a los testigos, un cargo central en su caso.
Los abogados de Combs estaban haciendo su segundo intento en dos días para liberarlo del Centro de Detención Metropolitano, donde ha estado detenido desde que se declaró inocente el martes de los cargos de haber abusado física y sexualmente de mujeres durante años.
El martes, un magistrado federal rechazó la solicitud inicial de libertad bajo fianza de Combs. El miércoles, él y sus abogados se enfrentaron a Carter, el juez que presidirá su juicio. El abogado defensor Marc Agnifilo dice que ahora pedirá al Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito de Estados Unidos que revoque la decisión de Carter y libere a Combs.
"No voy a dejar que permanezca en esa cárcel ni un día más del necesario", afirmó Agnifilo.
Combs miró a sus familiares y se dio varios golpecitos en el corazón al comienzo de la audiencia del miércoles, y luego se sentó estoicamente mientras escuchaba los argumentos. Después, mientras los agentes federales se lo llevaban, sus familiares se abrazaron con tristeza e intercambiaron palmadas en la mano.
Combs, de 54 años, está acusado en un escrito de acusación formal de usar su “poder y prestigio” para inducir a víctimas femeninas y trabajadores sexuales masculinos a realizar espectáculos sexuales elaborados y bajo el efecto de drogas, denominados “Freak Offs”, que Combs organizaba, en los que participaba y a menudo grababa. Los eventos a veces duraban días, según la acusación.
La acusación formal alega que coaccionó y abusó de mujeres durante años, con la ayuda de una red de asociados y empleados, mientras utilizaba el chantaje y actos violentos que incluían secuestros, incendios provocados y palizas físicas para evitar que las víctimas hablaran.
Combs ha estado bajo custodia federal desde su arresto el lunes por la noche en un hotel de Manhattan.
La fiscal Emily Johnson, que argumentó que Combs debería permanecer encerrado, le dijo a Carter que el otrora célebre rapero tiene un largo historial de intimidación tanto a las acusadoras como a los testigos de sus presuntos abusos. Citó mensajes de texto de mujeres que dijeron que Combs las obligó a participar en “Freak Offs” y luego amenazó con filtrar videos de ellas participando en actos sexuales.
Johnson dijo que el equipo de defensa de Combs estaba “minimizando y subestimando horriblemente” la propensión de Combs a la violencia, y se mostró en desacuerdo con la descripción que hizo su abogado de un asalto ocurrido en 2016 en un hotel de Los Ángeles como una pelea de amantes. Un video de seguridad del evento mostró a Combs golpeando a su entonces novia, la cantante de R&B Cassie , en el pasillo de un hotel.
Johnson se basó en un mensaje de texto de una mujer que dijo que Combs la arrastró por un pasillo agarrándola del pelo. Según Johnson, la mujer le dijo al rapero: "No soy una muñeca de trapo, soy la hija de alguien".
Combs es un “peligro para la comunidad y representa un grave riesgo para la integridad” de su caso, argumentó Johnson.
Agnifilo también pidió a Carter que trasladara a Combs a una cárcel de Nueva Jersey en lugar del Centro de Detención Metropolitano, que tiene unos 1.200 reclusos y que algunos abogados y jueces han descrito como un lugar abarrotado, violento y descuidado. El juez dijo que Agnifilo tendría que presentar una solicitud por escrito.
La casa de Combs en Florida está en Star Island, un pequeño pedazo de tierra artificial en la bahía de Biscayne, al que sólo se puede llegar por una calzada elevada o en barco. Es uno de los lugares más caros para vivir en los Estados Unidos. La petición de Combs se hace eco de la de una larga lista de acusados ricos que han ofrecido pagar fianzas multimillonarias a cambio de prisión domiciliaria en un entorno lujoso.
Si se le hubiera concedido la libertad bajo fianza, Combs habría tenido que quedarse en esa casa mientras esperaba el juicio, según la oferta de sus abogados. Las visitas se limitarían a familiares, cuidadores de la propiedad y amigos que no sean considerados cómplices, dijeron.
Muchas de las acusaciones incluidas en el escrito de acusación son paralelas a las contenidas en una demanda presentada en noviembre por Cassie, cuyo nombre legal es Casandra Ventura. La demanda se resolvió al día siguiente, pero sus acusaciones han perseguido a Combs desde entonces.
La AP no suele identificar a personas que dicen haber sido abusadas sexualmente a menos que lo hagan públicamente, como hizo Ventura.
Sin nombrar a Ventura pero claramente refiriéndose a ella, Agnifilo argumentó en la lectura de cargos del martes que todo el caso penal es el resultado de una relación de largo plazo, problemática pero consensual, que fracasó en medio de una infidelidad. Los “Freak Offs”, sostuvo, fueron una expansión de esa relación y no coercitivos.
Los fiscales afirmaron que el alcance del caso era mayor y dijeron que habían entrevistado a más de 50 víctimas y testigos.
Al igual que muchas figuras del hip hop que van madurando, el fundador de Bad Boy Records, Combs, había creado una imagen pública más amable. El padre de siete hijos era un respetado hombre de negocios internacional, cuya “Fiesta Blanca” anual en los Hamptons era en su día una invitación obligada para la élite del jet-set.
Pero los fiscales dijeron que utilizó las mismas empresas, personas y métodos que utilizó para construir su poder comercial y cultural para facilitar sus crímenes. Dijeron que lo probarían con registros financieros y de viajes, comunicaciones electrónicas y videos de los “Freak Offs”.
En marzo, las autoridades allanaron las lujosas casas de Combs en Los Ángeles y Miami, y confiscaron narcóticos, videos y más de 1.000 botellas de aceite y lubricante para bebés, según los fiscales. Dijeron que los agentes también incautaron armas de fuego y municiones, incluidos tres rifles AR-15 con números de serie borrados.
Una condena por cada uno de los cargos de la acusación requeriría una pena obligatoria de 15 años de prisión con posibilidad de cadena perpetua.