Teatro

CRÍTICA

“¿Quién es el señor Schmitt?”: teatro, absurdo y desesperación

Dirigidos por Manuel Chapuseaux, Laura García Godoy y Patricio León logran lo esencial: convencer al auditorio del mundo caótico en el que viven sus personajes

Laura García Godoy y Patricio León, a la derecha, logran lo esencial: convencer al auditorio del mundo caótico en el que viven sus personajes en la obra “¿Quién es el señor Schmitt?”.

El teatro del absurdo es un género teatral bastante riesgoso. Como su nombre lo indica, su argumento suele ser disparatado, asincrónico, atemporal, caótico. 

El público, sino es avezado, puede confundir la esencia de la pieza que se le presenta y salir de la sala tan perdido y hasta decepcionado de lo que vio, que pudiera llegar a hablar muy mal de la obra.

Dicho esto, me permito reconocer el valor de productores, actores y directores que se embarcan en una aventura tal, sin temor al fracaso, sobre todo, porque culturalmente no estamos muy habituados a este tipo de contenidos.

Y aquí entra la tozudez de Patricio León, quien insiste en hacer de este género teatral su nicho para ser recordado, su estandarte, su impronta artística.

Ya lo experimentó hace años con la pieza “Esperando a Godot”, de Samuel Beckett. Ahora lo volvió a hacer con “¿Quién es el señor Schmitt?”, del también francés Sébatien Thiery.

Como la mayoría del teatro de lo absurdo, esta obra no escapa a la confrontación de la psiquis humana, a poner a prueba la capacidad del espectador de “ponerse en los zapatos del otro”, a hacer una crítica social en clave de humor disparatado y, por qué no, de un mensaje subliminal cuya verdad se vuelve tan subjetiva, como inmenso sea el universo de los espectadores que la aprecien.

En esta obra, los actores principales: el propio Patricio y Laura García Godoy, dan vida a un matrimonio que se descubre viviendo en una casa ajena a la suya y, peor aún, con identidades con las que nunca habían tenido contacto. 

Pasan de ser los señores Carnero, a los desconocidos señores Schmitt y con esto, una serie de situaciones, confusiones, malos entendidos y ruptura les acompañarán.

Dirigidos por Manuel Chapuseaux, Laura y Patricio, sin necesidad de ofrecer actuaciones demasiado sobresalientes, logran lo esencial: convencer al auditorio del mundo caótico en el que viven sus personajes y ya eso es más que suficiente.

Enclaustrados en su propia madriguera, como actores y sus personajes fluctúan de lo ilógico a lo real; de lo irracional a lo dramático y del humor a la desesperación en una suerte de transición tan imperceptible, que ciertamente cuesta interpretar cuándo están en un estado o en otro.

Laura García Godoy y Patricio León Patricio León protagonizan "¿Quién es el señor Schmitt?”, del francés Sébatien Thiery.

A ellos les acompaña el actor cómico Noel Ventura en dos papeles que, lastimosamente, se convierten en uno solo. 

Tampoco queda claro si la disparatada realidad en la que viven el señor y la señora Schmitt les hace ver a un policía y un medio (es decir, la psicología de los personajes), pero en verdad, con el talento indiscutible de Ventura (ganador en los pasados Premios Soberano como Comediante del año) y la experiencia de Chapuseaux en la dirección de actores, fue una oportunidad mal aprovechada, al otorgarle el mismo timbre de voz, mismas inflexiones, a ambos personajes.

Además de León, García Godoy y Ventura, al elenco se les une, en una especie de “actuación especial”, Eliot Cuduco, como el hijo extraño del matrimonio.

Y a éste, los actores invitados que fungieron como porteros del edificio en cada una de las funciones: Elvira Taveras, Carlos Sánchez, Raúl Méndez, Manuel Chapuseaux, Juancito Rodríguez y Salvador Pérez (El Pera).

“¿Quién es el señor Schmitt?” se presentó en la sala Ravelo del Tetro Nacional durante dos fines de semana.

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