Teatro

SOBRE LAS TABLAS

“Desde el mismo vientre”, teatro que habla de salud mental entre lágrimas y risas

No queda más que reconocer que el talento de Irving Alberti se fortalece y mejora con los años

Irving Alberti y Pepe Sierra protagonizan el montaje teatral.

Cuando asisto a un montaje teatral siempre lo hago desprovisto de prejuicios. No importa la poca fe que tenga en la producción, en el elenco, en la dirección, siempre espero que lo que voy a ver me sorprenda, para bien o para mal. 

Cuando el resultado es una satisfacción inmensa por no haber perdido una hora de mi tiempo, lo agradezco desde lo más profundo de mí. 

Para empezar, seré honesto, quizás hasta poco objetivo, cosa que posiblemente no me perdonaré en el futuro. 

No soy amigo de Irving Alberti. Lo he entrevistado un par de veces y no hemos pasado más que de uno que otro apretón de manos y un trato cordial y respetuoso mutuo. Nada más. 

Sin embargo, me toca decir (en primera persona) que Irving me acaba de sorprender de la manera más convincente que se pueda sorprender a alguien que ve tanto teatro local, como sus fuerzas se lo permitan. 

Que a veces peco de duro con mis críticas, otras, demasiado imperturbable. 

Irving Alberti y Pepe Sierra son los protagonistas de la obra "Desde el mismo vientre".

Con la dramaturgia de la obra “Desde el mismo vientre (mellizos)”, no me queda más que reconocer que el talento de este hombre del entretenimiento local se fortalece y mejora con los años. 

“Desde el mismo vientre (mellizos)”, la pieza que escribió basándose en experiencias personales con la intención de hacer pura comedia (lugar en el que se siente seguro) y que terminó convirtiéndose en un tránsito profundo y emotivo entre el drama, la comedia y el compromiso social enfocado a concienciar sobre la salud mental. 

A Irving lo acompañan en este trayecto, primero, Ramón Santana, quien logra una dirección de actores que se acerca a lo magistral. 

Santan permite que los protagonistas proyecten con elocuencia, realismo, versatilidad y, más que nada, honestidad, el trasfondo de una historia pendular, que es todo un vaivén emocional que va de la risa más desternillada, hasta el drama más visceral. 

Y qué decir de Pepe Sierra, esa fuerza actoral contemporánea, sin aspavientos, sin ínfulas, sin fisuras, cuya única presencia escénica es un deleite. Un lujo. 

Este histrión al que pocas veces lo hemos visto (sigo en modo primera persona) en roles cómicos, salvo ese “Esperando a Godot” tan creíble que nos regaló hace años, nos ofrece a un mello atribulado, con episodios esquizofrénicos, bipolares y depresivos de una ternura y una simpatía tales, que pocos en el auditorio quedan indiferentes ante tanta pasión.

“Desde el vientre” cruza caminos peligrosos. Aborda la salud mental desde el amor fraternal sin el menor atisbo melodramático. 

Es, de alguna manera, crudo, razonable, como quien mira desde la otra acera. 

Pone a prueba los instintos, las emociones. Va desde la ausencia de carácter o la posesión de éste, hasta el modo en cómo se afrontan los problemas, máxime, si al enfrentarlos, encontramos con quién compartirlos, quién nos apoye, quién nos escuche. Director y actores consiguen una teatralidad que rompe el molde. 

Que nos da sorpresas, que nos impacta, que no se queda en el sitio cómodo de la comedia facilona o el melodrama trillado. 

No nos queda claro si para completar esta obra su autor, el propio Irving, se valió de los conocimientos de especialistas en la salud mental o si fue durante el proceso del montaje. 

Lo que sí tenemos claro es que fuera como fuera, el resultado es un trabajo de calidad que engrandece el arte de las tablas en cualquiera de los dos géneros en los que oscila la trama: drama y comedia. 

Y como guinda de un pastel que no llega a empalagar, sino más bien que invita a degustar más, están las intervenciones en las voces de Yanela Hernández, como la madre de los mellizos y Luvil González, como la esposa que abandona a uno de ellos. 

Esta obra ya va por su segunda temporada (la primera fue en enero de este año y recién terminaron cinco exitosas presentaciones en la misma sala Ravelo del Teatro Nacional que les abrió las puertas por primera vez). 

Al menos a mí, a este modesto observador de teatro, le gustaría que más personas puedan verla. 

Que sus responsables logren nuevas fechas, sea en el mismo escenario o en uno distinto, pero que no paren de presentar este trabajo. 

Tenemos entendido que a principios de junio van a Lawrence, en Boston, Estados Unidos.

"Desde el mismo vientre" subió a escena bajo la dirección de Ramón Santana, escenografía de Fidel López y la actuación de Irving Alberti y Pepe Sierra, así como la veterana actriz Yanela Hernández.

A los actores y al director se les unen Fidel López en la escenografía; Gina Marte en la regiduría; Nicole Houllemont en la asistencia de producción y Luvil en la asistencia de dirección.

Hoy me quito el sobrero ante Irving Alberti. Hoy reivindico al humorista, al presentador, al actor de cine, teatro y televisión. 

Al artista que en base a la disciplina y, evidentemente, al talento, se ha crecido ante los ojos del público y la crítica con la humildad de quienes saben que lo perfecto no existe, mas el trabajo constante y el respeto al público siempre son la clave para ofrecer mejores trabajos cada día. ¡Enhorabuena!