OPINIÓN
“Compenetrados”, teatro para adultos, de contenido sutil
El montaje puede ser calificado de un trabajo coherente con lo que ha sido, hasta la fecha, la carta de presentación de IMproviSUS
El texto escrito por el actor, director y productor Iván Mejía, le hace un guiño recurrente al teatro pícaro, al humor de doble sentido, basado, principalmente, en salidas llenas de albures enfocados en las relaciones de pareja.
Hablamos de “Compenetrados”, el más reciente montaje de IMproviSUS, la productora creada por el propio Mejía y su pareja, la también actriz y locutora Susy Aquino, con carácter de teatro de cabaret dirigido al público adulto, con las actuaciones de la propia Aquino. Además, le acompañan Richarson Díaz, Katyuska Licairac y Diego Vicos.
La sutileza de esta pieza consiste, especialmente en que, tratándose de un tema para adultos, de un trabajo que se presentó en el bar Juan Lockward del Teatro Nacional pasadas las 10 de la noche, la producción se cuidó lo más que pudo de cruzar la delgada línea de la insinuación, a lo soez.
Las situaciones narradas entre los dos actores y las dos actrices protagonistas van de lo ingenuo, a lo lascivo; de la seducción, a la acción; de lo virginal, a lo vampirezco, al parecer, cuidando cada detalle para no confundir a la audiencia, para no llevar un mensaje distorsionado, para alimentar un monstruo al que luego fuera imposible cortarle la cabeza.
En ese sentido, “Compenetrados” puede ser calificado de un trabajo coherente con lo que ha sido, hasta la fecha, la carta de presentación de IMproviSUS, cuyos montajes anteriores han fluctuado de lo cómico a lo dramático; de lo absurdo, a lo lógico y, al parecer, el hecho de presentar un montaje de ribetes subidos de tono, en ningún caso los motivo a dejarse seducir por vulgar.
Sin embargo, “Compenetrados” no deja de ser una pieza de contenido ligero, para entretener más que para inducir a pensar.
Es, digámoslo de este modo, un montaje para pasar un buen rato, solos o acompañados, mientras se toma uno una copa de vino, de ron o un vaso de cerveza.
Y los actores que dan vida a los personajes, con vasta experiencia tanto en teatro como en cine, evidentemente acudieron al llamado, para divertirse. En ningún momento se les ve esforzados en dar cátedras de actuación, en hacer teatro de método o en implantar una impronta que les valga un premio, o un busto en algún museo dedicado al buen teatro.
“Compenetrados” es una invitación a reír, sin más. Es un texto ligero, a veces recorriendo lugares comunes a los que nunca se debería llegar.
Y es, sobre todo, un esfuerzo colectivo de gente que ha hecho teatro serio durante mucho tiempo, que ha decidido tomarse unas licencias para darle permiso al sentido del humor sin necesidad de profundizar demasiado.