ENTREVISTA
Testimonio hijo de García Márquez: “Mi padre no quería que Hollywood hiciera una película de su libro Cien Años de Soledad"
Rodrigo García afirma que el renombrado escritor no podía imaginarse a los Buendía "hablando en inglés ni que una historia tan épica se comprimiera en dos o tres horas”
El idílico pueblo de Colombia fue el escenario ficcional de “Cien años de soledad”, la novela de 1967 que contribuyó a que Gabriel García Márquez ganara el Premio Nobel de Literatura.
A lo largo de los años, Hollywood le hizo numerosas ofertas para llevar la obra a la pantalla grande, pero el autor siempre se negó, insistiendo en que su obra, en la que convergen lo real y lo fantástico, nunca podría ser adaptada.
“Mi padre no quería que Hollywood hiciera una película de su libro porque no podía imaginarse a los Buendía hablando en inglés ni que una historia tan épica se comprimiera en dos o tres horas”, explicó Rodrigo García, hijo del autor, en una conversación en la que participó una representación de Listín Diario.
García Márquez también cuestionaba cómo capturar el realismo mágico en imágenes. En su obra, las maravillas de Macondo —como una lluvia de flores o un bebé con cola de cerdo— no son cuestionadas, un reflejo de la veleidosa realidad latinoamericana.
Sin embargo, Netflix encontró una forma de hacer lo que parecía imposible. El gigante del streaming, que ha demostrado el atractivo global del contenido latinoamericano con éxitos como la serie Narcos y la galardonada película Roma, apostó por una serie en español filmada en Colombia.
La primera temporada, que consta de ocho episodios de una hora, fue estrenada el 11 de diciembre, con una segunda temporada ya en producción.
Para dirigir esta ambiciosa adaptación, Netflix convocó al argentino Alex García López, quien comparte la dirección con Laura Mora, reconocida cineasta colombiana. Ambos directores conversaron sobre el desafío de llevar el universo de Macondo a la pantalla.
“Leí el libro por primera vez cuando era adolescente, y me impactó profundamente. Cuando Netflix me propuso liderar esta adaptación, mi reacción inicial fue volver a leerla porque es una tarea monumental. Es una obra épica, no solo creativamente, sino también en términos del peso cultural de adaptar un libro tan querido”, confesó García López. Por su parte, Mora destacó la relevancia de filmar en Colombia. “Macondo no es solo un lugar ficticio, es un reflejo de nuestra historia, de nuestras tradiciones y de la riqueza cultural del Caribe colombiano. Para nosotros era crucial que los paisajes, las caras y las voces fueran auténticas”.
Esencia del realismo mágico
Ambos directores enfatizaron la importancia del realismo mágico como lenguaje narrativo.
“Para entender el realismo mágico, hay que comprender qué significa creer en lo mágico. Esa creencia viene de la mezcla de culturas que han habitado el Caribe, y ese es el espíritu que intentamos capturar en cada escena”, explicó Mora.
El realismo mágico, un sello distintivo de la obra de García Márquez, es un desafío visual único. En la novela, las cosas extraordinarias suceden con total naturalidad: la ascensión al cielo de Remedios la Bella, los fantasmas que habitan las casas o la interminable lluvia de Macondo. García López explicó que uno de los mayores retos fue decidir cómo representar lo fantástico sin perder la autenticidad de la historia.
“Lo mágico en Cien Años de Soledad no es un efecto especial; es una extensión natural del mundo que García Márquez creó. Queríamos que la audiencia lo sintiera como parte del tejido de Macondo, no como algo añadido o artificial”, dijo el director.
Mora agregó que el trabajo con los actores fue esencial para lograr esto. “Los actores colombianos, con su conexión cultural y emocional con la obra, aportaron una autenticidad que no se puede imitar. Cada personaje se siente como parte del entorno, como si hubiera nacido en Macondo”.
CONSTRUCCIÓN DE MACONDO
Para recrear Macondo, Netflix construyó un set impresionante en un descampado a las afueras de Ibagué, Colombia. El pueblo ficticio fue diseñado para capturar el espíritu de las descripciones de García Márquez, con árboles llenos de nidos de pájaros, calles polvorientas y una arquitectura que parece existir en un tiempo suspendido.
“Queríamos que Macondo fuera un personaje en sí mismo”, explicó Francisco Ramos, vicepresidente de contenidos de Netflix para América Latina. “No podíamos simplemente construir un set; teníamos que crear un lugar que se sintiera vivo y mágico, un lugar que pudiera sostener las historias extraordinarias que suceden allí”.
El diseño del set también se inspiró en la historia de Colombia. “La arquitectura y los paisajes de Macondo reflejan las influencias coloniales, indígenas y africanas que son parte de nuestra identidad. Cada detalle, desde las casas hasta los colores, fue pensado para evocar esa riqueza cultural”, señaló Mora.
OBRA UNIVERSAL
Aunque está profundamente arraigada en el Caribe colombiano, Cien años de soledad es una obra universal. Sus temas —amor, pérdida, guerra, familia— resuenan con audiencias de todo el mundo. Esto, según García López, es lo que la convierte en un clásico.
“Es una historia que habla de la condición humana. Aunque está ambientada en un lugar muy específico, las emociones y los conflictos son universales. Por eso, creo que la serie conectará con personas de diferentes culturas y generaciones”, afirmó el entusiasmado director durante la conversación.
Sin embargo, Mora subrayó que el equipo siempre tuvo presente la importancia de mantener la identidad latinoamericana de la obra. “No queríamos hacer una adaptación que diluyera lo que hace especial a Cien años de soledad. Nuestra prioridad fue honrar la visión de García Márquez y llevar su mundo a la pantalla con respeto y autenticidad”.
La aprobación de la familia
La familia García Márquez, que durante décadas rechazó propuestas de adaptación, finalmente dio su visto bueno a la serie de Netflix. Rodrigo García, hijo del autor, explicó que la decisión se basó en la confianza de que la plataforma podría hacer justicia a la complejidad de la obra.
“Creemos que una serie tiene el espacio necesario para transmitir la sensación de haber vivido ‘cien años de vida’, que es uno de los rasgos distintivos del libro. Además, era importante para nosotros que la historia se contara en español, en la tierra que inspiró a mi padre”, comentó Rodrigo.
La familia también participó como consultora durante la producción, asegurándose de que la adaptación respetara la esencia del libro. “No se trata solo de traducir la historia a imágenes, sino de capturar el espíritu de Macondo y de los Buendía”, dijo Rodrigo.
Un legado eterno
Con esta adaptación, Netflix no solo introduce Cien años de soledad a una nueva generación, sino que también reafirma el impacto duradero de Gabriel García Márquez en la literatura y la cultura mundial.
“El libro ha dejado una huella profunda en la literatura, no solo en América Latina, sino en todo el mundo. Nuestra esperanza es que la serie haga lo mismo, que inspire a las personas a descubrir o redescubrir la obra de García Márquez”, concluyó García López.
El estreno de la serie promete ser un evento cultural que llevará a Macondo más allá de las páginas del libro, convirtiéndolo en un universo vivo que resonará con audiencias de todo el mundo. ¿Será esta adaptación capaz de capturar la magia y la profundidad de una de las obras literarias más queridas de todos los tiempos? Desde el 11 de diciembre, el mundo ya tiene la oportunidad de descubrirlo.