ARTE
Patricio Molina: el músico clásico chileno que se enamoró del merengue y la bachata, quiere llenar RD de pianos
El renombrado pianista se une a la Universidad Católica Nordestana para iniciar un proyecto de sembrar el país de pianos, además de realizar una tesis postdoctoral sobre ritmos autóctonos dominicanos
Desde los tres años Patricio Molina empezó a tocar piano, incluso antes de aprender a leer y escribir, primero supo leer música. Desde siempre la música ha sido parte de su ser, “la música es como mi primera lengua”.
Molina inició tocando un pequeño piano que había en su casa, en Chile. A los 13 años ya había tocado piano con varios artistas destacados de la música clásica. A esa edad le llegó la oportunidad de ir a Estados Unidos con una beca a estudiar en Manhattan School of Music para realizar una Maestría en Interpretación de Piano.
Poco después, Molina llegó a la Universidad de Rutgers para realizar dos doctorados y a partir de ahí fue donde realmente empezó su trayectoria en la música clásica.
Su presencia en República Dominicana es con el fin de lograr que en el país se enseñe la música clásica, tanto en escuelas como las universidades, iniciando con la Universidad Católica Nordestana (UCNE), que es donde plantea iniciar con su proyecto, además de realizar una tesis postdoctoral sobre ritmos caribeños.
Molina explicó a LISTÍN DIARIO que su llegada a la Universidad Nordestana está motivada en que vio la necesidad que hay en el país de dar a conocer los compositores clásicos dominicanos.
Dimensión
“Ahora que estoy más metido en este proyecto me he dado cuenta de que es mucho más importante y más grande de lo que pensaba”, agregó el compositor en visita a Listín Diario.
Durante las conversaciones que ha tenido con otros compositores estos le comentaron que hay mucha información de connotados compositores clásicos del Caribe, pero de República Dominicana no hay mucha información y “eso es una pobreza, no solo para los compositores dominicanos, sino para la música clásica en general”.
La música clásica, insistió, necesita compositores más diversos y demostrar que es relevante, que la gente conozca que los compositores clásicos toman ideas de merengue y bachata y crean algo artístico basado en las huellas de sus propias culturas.
Molina, considerado el Mozart chileno, es también embajador de Yamaha y en la actualidad dirige el Conservatorio de Música de Newark, en New Jersey.
Con su proyecto musical, no solo busca elevar la música clásica dominicana, sino también aportar mucho a la música clásica en general, que lo necesita más de lo que se cree.
En su caso, desde pequeño creció escuchando y bailando merengue y bachata sin saber que era música de República Dominicana.
“La música dominicana es tremendamente influenciadora, hay muchas personas en Suramérica que la escuchan, pero que no saben de dónde viene”, manifestó.
De hecho, ahora que está involucrado en este proyecto educativo se está dando cuenta que creció con esta música tropical.
Su propuesta en especial es para personas jóvenes que quieran aprender a tocar piano, que aprendan con su propio estilo de música con la idea de que está aprendiendo a tocar música clásica y parte de este es enviar pianos desde Estados Unidos a República Dominicana. Ya ha enviado uno.
“Queremos llenar República Dominicana con pianos”, afirmó.
Con esto buscan crear una base en las escuelas y universidades donde los jóvenes tengan un lugar donde tocar el piano.
“Esperemos que por lo menos en dos años tengamos a República Dominicana llena de pianos”, expresó.
Con este proyecto se espera inspirar a muchos dominicanos a estudiar música y leer música. “Espero que muchos artistas dominicanos se motiven a formar parte de este gran proyecto”.
Para la investigación y la realización de sus planes estará visitando varias veces el país durante el año.
Molina explicó que es común que cuando se habla de música clásica se piensa en europeos o personas que están muertas “no es así, hay muchos compositores clásicos que vienen de descendientes de esclavos, que fueron indígenas, mestizos. Decir que la música clásica solo pertenece a un grupo o un lugar está equivocado”.