FIGURA

Peña Suazo: el popular merenguero que puede ser "coach" y humorista

Su forma de exponer los temas y responder es entretenida y a la vez profunda, llena de sabiduría popular, filosófica a veces

José Virgilio Peña Suazo

José Virgilio Peña Suazo durante su encuentro con la prensa en Hard Rock Café Santo Domingo.RAMÓN ALMÁNZAR/LISTIN DIARIO

Además de merenguero, José Virgilio Peña Suazo tiene capacidad para ser “coach” o persona que asesora a otra para impulsar su desarrollo profesional y personal. Su forma de exponer los temas y responder es entretenida y a la vez profunda, llena de sabiduría popular, filosófica a veces.

Cada vez que se presenta ante la prensa o en un programa de radio, televisión o Youtube, sus respuestas se convierten en enseñanzas en medio de un humor natural.

En su más reciente encuentro con periodistas, esta semana en Hard Rock Café, la plática siguió esos patrones.

Peña Suazo reunió a la prensa para ofrecer los detalles del concierto “30 años, mi historia musical”, con el que celebrará las tres décadas de la Banda Gorda, el miércoles 14 de febrero en Hard Rock Café Santo Domingo, en el centro comercial Blue Mall.

En ese ambiente de preguntas y respuestas, fue tratando diversos temas sobre música y de su vida personal, como la reiteración de que la bariátrica para bajar de peso no está entre sus planes porque se siente bien como está y que lo importante no es el físico de las personas, sino lo que lleva dentro de su corazón.

Entre otros planteamientos llegó el tema de su rol de padre, en el amor es la clave para una buena crianza.

"Crien sus hijos con mucho cariño, con amor, no colegios buenos, sino el amor que tú le hagas sentir a un ser humano", manifestó.

Peña Suazo comentó que su compromiso como padre es darlo todo por sus hijos: "Yo lucho por ti para que tú seas bueno en lo que tú quieres ser".

En su caso, logró una conexión especial con sus padres y, aunque al terminar el bachillerato en su natal Cotuí no pudo seguir a la universidad, la música le sirvió de soporte para canalizar sus inquietudes de juventud.

Sus primeros pasos musicales los dio junto a la banda de los Bomberos de Cotuí, donde el veterano músico Cuco Valoy lo descubrió y lo integró a su agrupación como sustituto del trompetista Quilvio Fernández.

En 1991 pasó a formar parte del grupo merenguero La Artillería, desempeñándose como director musical y pegando "El gato", de su autoría, en la radio.

Después vendría su tiempo, a partir de 1992 (un año y medio), junto a Coco Band de Pochy Familia, a raíz de la salida de Kinito Méndez.

"La compota" y "Los hombres feos" fueron merengues suyos de esa época.

El 18 de junio de 1994, hace casi 30 años, debutó con su Banda Gorda, en Cotuí.

Desde entonces su pegada fue indetenible con temas como "Pa´ los que sufren", "Candela pura", "Subido en el palo", "La cura","Tú muere’ aquí", "Traigo fuego", "Aquí, pero allá", "Como quiera dicen", "Mi mujer me gobierna", "Dejen esos perros", "Dios me tiene a mí lo mío", "Rey del mambo", entre muchos otros merengues.

La celebración de esos 30 años lo encuentra centrado en la música y en su familia.

Sin embargo, sus hijos no le han seguido sus pasos en la música y han optado por otras áreas profesionales.

"Mis hijos ninguno le gusta la música" y "el varón mío lo que es pelotero", manifestó ante los periodistas.

En ese momento durante el encuentro hablaba de la importancia de los padres estar cerca de sus hijos.

Entonces relató una de sus tantas vivencias con el muchacho pelotero: "Cuando lo fui a ver se ponchó tres veces, le dije: - ¿y qué fue mi hijo?, a lo el me djo: - que tú me das mala suerte".

Al terminar el juego y llegar a la casa "con un dolor en el pecho" se fueron a comer.

"En casa siempre se cocinaba moro, chicharrón de pollo, ensalada rusa y de todo eso, una mesa chula, y le dije a la señora: - quítale la comida; cuando él viene pregunta por su plato y yo le dijo: - oh, y si va y te envenenas, yo doy mala suerte; entonces me dice: - no, no es eso, es que tú me pusiste nervioso".

Esa vez le hizo saber que no hay forma de que no esté siempre pendiente de sus cosas.

"Oye lo que te voy a decir: - yo siempre voy a estar en tu vida, no importa lo que vayas a hacer yo voy a estar ahí", recordó que le expresó.

Luego agregó: "Y si Dios lo permite, ese muchachito que le dije eso en mayo de este año se me está graduando de la universidad en Estados Unidos, con su pelota". Esto generó un sonoro aplauso de los presentes en la sala.

Peña Suazo se considera un papá baskebolista. "Yo gardeo mis hijos de cerca, hombre a hombre, yo hago tarea, soy de esa clase de papá, porque quiero que ellos guarden de mí el amor".

Recordó que "cuando papá murió dejó 30 sombreros y 30 chacabanas y mi hermano y yo no tuvimos que pelear por eso" porque sus padres le enseñaron a amarse y a quererse para siempre.

"El amor que mi mamá me dejó me da para vivir dos vidas como ésta y seguir para adelante porque aprendí a querer a los demas y a valorar las cosas de la vida", concluyó.

Para su presentación del 14 de febrero, adelantó que "será una noche de mambo, buenas letras y música sin parar".

“Estamos preparando un concierto donde la música tendrá su protagonismo, así como los músicos y amigos invitados que han formado parte de esta historia que comenzó como un sueño por el que comenzamos a luchar desde el día uno”, explicó.

Aunque dio a conocer que tendrá invitados especiales, el popular merenguero no soltó prendas sobre los nombres de los colegas que lo acompañarán en esa noche tan especial para “El hijo de Doña Nina”, como se le conoce desde sus inicios en la música.

El exitoso merenguero resaltó que junto al equipo de producción que encabeza el joven empresario Richard Richardson está preparando un concierto con uno de los repertorios más exitosos y bailables de orquesta merenguera alguna.

“Será una noche en que pondremos a disposición de la gente que nos acompañe un repertorio en el que, no me cabe la menor duda, no habrá espacio para el aburrimiento, eso lo aseguro yo”, aseguró Peña Suazo.

Los 30 años en la música del llamado Rey del Mambo son un ejemplo de trabajo y perseverancia que se han visto recompensados con el apoyo de un público que se ha mantenido fiel a su propuesta, desde aquel primer álbum "Libre al fin", lanzado el 19 de abril de 1994.