Alex Ferreira, buena música para despejar una noche que anunció lluvia y entregó una luna clara
De negro completo y abrazado a su guitarra, como en Santiago una semana antes, pero franqueado esta vez por un tecladista, percusión y batería, Ferreira y su música amenizaron la Ciudad Colonial
Que quede claro que la casa no se trata de un lugar. Y quedó muy claro la noche del viernes.
Alex Ferreira volvió al Santo Domingo colonial que siempre le aplaude, el primer lugar “que le dio bola” y apoyó una carrera que se ha paseado por el rock, la bachata, el pop y muchos aplausos.
De negro completo y abrazado a su guitarra, como en Santiago una semana antes, pero franqueado esta vez por un tecladista, percusión y batería, Ferreira y su música despejaron una noche que anunciaba lluvia y que terminó con luna clara.
Abrió con “Una fecha en el calendario” y añadió dos canciones más antes de saludar: “Nada te pido” y “Me pierdo contigo”.
“Buenas noches, cómo tamo mi gente”, dijo y la gente ya era alegría. Entonces avisó que sería una noche con sorpresas y distinta a la de hace un año, en el mismo escenario. “Estamos cantando canciones que no hicimos en la Logia pasada y todas las que ustedes quieran”, dijo.
Y contra eso de todas las que ustedes quieran tuvo que batallar durante la noche. Entre canción y canción, siempre se le quedaba una a algún fanático.
“Voy a entrar en materia”, dijo y procedió a cantar “Mala Maña”. Cuando terminó le salió como de adentro decirle al público que los amaba muchísimo. “Mucho, mucho”, insistió.
El suyo es un caso peculiar en la música dominicana en los últimos años. Ha vivido en Madrid, en México; tiene gira constante por centro y sudamérica y al lugar donde siempre tiene que volver, a fuerza de aplausos, es Santo Domingo.
“En Santo Domino fue el primer lugar en que le dieron bola a mi música”, reconoció hace unas semanas en una transmisión en vivo en Instagram como agradecimiento al público local.
Un caso peculiar, se insiste, porque su carrera no ha estado necesariamente en los primeros focos de medios de comunicación o de grandísimos reconocimientos de la crítica. Pero sí del público que ha cultivado. Y eso ha sido muy suficiente.
Siguieron entonces cuatro canciones: “De verdad”, “Esa canción”, “Maldita mirada” y “Alguien como tú”
Entonces paró y honró ese primer apoyo que recibió de Santo Domingo.
Hace tiempo que Alex Ferreira no suele cantar sus primeras canciones. Y últimamente se ha explicado, como el viernes por la noche: son canciones donde ya no se ve, o incluso que ya no comprende.
Pero la gente siempre suele preguntarle por ellas. Él lo contó en el concierto, que siempre al final alguien le dice que faltó esta o aquella y él siempre responde que en el próximo concierto.
“Hoy es el próximo”, dijo como el que venía a cumplir una promesa postergada.
Cantó “Sonrisa valiente” de ese primer disco “Un domingo cualquiera”, ahora interpretada en acústico para su trabajo “Canciones para el tiempo y la distancia Vol. 2”.
Y luego “En una nube”, también de ese disco, en una interpretación formidable a teclado y guitarra, con un cierre en trompeta de José Andrés Marquez, que durante el show estuvo a cargo de la batería.
Esa canción y ese disco tienen parte de ese primer empuje de Ferreira en el Santo Domingo de finales de la primera década de este siglo.
Cantó entonces “El corazón no se rompe” y saludó a Eudy Martínez, percusionista de Pororó y quien tuvo la misma responsabilidad esa noche. Ferreira aprovechó un poco más tarde para declararse fan del sonido de la banda de Villa Mella.
“La noche entera”, “Como viene se va” y “Te quiero ver” le siguieron hasta recibir a Snenie, una de las voces más lindas que tiene Santo Domingo en estos momentos a juicio de Alex Ferreira.
Cantaron juntos “Hubo algo”, un tema estrenado en 2022 con Vanesa Zamora en el disco “En lo que llega la primavera”.
Llegó “Te tengo que meter en mi vida” y Alex se despidió. Primer aviso de que el fin estaba cerca. Volvió pocos segundos después con “Me la saludan” y terminó el espectáculo con “Un cariñito”.
“Gracias familia, un aplauso para ustedes. Buenas noches”, dijo y se acabó. Con el dolor de los fans pero se acabó.
La noche del sábado se confesó en Instagram: "Es complicado explicar lo que significa para mí tocar en Santo Domingo. Gracias por siempre estar ahí, desde el día uno, mejorando mis canciones con su canto y arropándome con su cariño".