Whitney Houston, un legado imborrable
Hace ya más de una década que esta inolvidable diva nos dejó. De no haber sido así, cumpliría 60 años. Pero, aun en su ausencia, Whitney Houston sigue estando presente debido a su eterna huella en la música.
“Agotada de huir”. Así se sentía, en muchas ocasiones, Whitney Houston. Muchos solo conocían de ella su inolvidable voz, sus problemas con las drogas y su tóxico matrimonio con Bobby Brown.
Sin embargo, la vida de una de las más célebres divas de la música escondía muchos más secretos y toda una lucha que dejan entrever que, tal vez, si su voz hubiese sido escuchada más allá del canto, hoy estaríamos celebrando su 60 cumpleaños.
NACIDA PARA CANTAR.
Whitney Elizabeth Houston nació el 9 de agosto de 1963 en Newark, Nueva Jersey. Desde muy temprana edad, Whitney mostró un talento innato para el canto y el arte escénico. Su madre, Cissy Houston, una reconocida cantante de gospel que llegó a ejercer de corista para artistas como Aretha Franklin, Jimi Hendrix y Elvis Presley, fue su primera inspiración y guía en el mundo de la música, y quien la enseñó a cantar.
De hecho, Whitney estaba actuando junto a su madre en un club neoyorquino cuando fue descubierta por Clive Davis, ejecutivo de Arista Records, quien quedó impresionado por el poder y la belleza de su voz.
Esta jugada del destino la llevó a firmar un contrato discográfico en 1983 y un año después tuvo su primer éxito comercial con su sencillo debut “Hold Me”. Después, en 1985, lanzó su primer álbum, que llevaba su nombre, Whitney Houston.
Este disco se convirtió en un fenómeno global, catapultándola a la fama gracias a canciones como “Saving All My Love for You”, “Greatest Love of All” y “How Will I Know”, y con el que alcanzó el número 1 de las listas de ventas.
Whitney continuó cosechando éxitos a lo largo de su carrera con álbumes como “Whitney” (1987) y “I'm Your Baby Tonight” (1990). Fue poco después cuando dio su saltó a la gran pantalla junto a Kevin Costner en “The Bodyguard” (1992).
Además de actuar, Whitney Houston cantó para la banda sonora, y su versión de “I Will Always Love You” se encuentra entre los sencillos más vendidos de la historia, y el álbum completo fue todo un éxito.
CONSAGRADA PARA LA ETERNIDAD.
A partir de entonces, Whitney continuó explorando su carrera como actriz, participando en películas como “Waiting to Exhale” (1995), “The Preacher's Wife” (1996) “Rodgers & Hammerstein's Cinderella” (1997) y “Sparkle” (2012).
En el ámbito musical, lanzó varios álbumes más: “My Love Is Your Love” (1998), “Just Whitney” (2002), “One Wish: The Holiday Album” (2003) y “I Look to You” (2009), además de recopilatorios y colaboraciones.
Sin embargo, aunque su carrera musical fue brillante, la vida personal de Whitney Houston estuvo marcada por altibajos y luchas internas. Durante la madurez de su carrera, Houston lidió con problemas de adicción a las drogas que, desgraciadamente, fueron su sentencia.
Pero sus problemas empezaron mucho antes, cuando siendo niña sufrió abusos sexuales por parte de su prima Dee Dee Warwick, también cantante y 18 años mayor que ella, y que se desvelaron en el documental “Whitney” (2018).
La presión por parte de su madre, y las traiciones que vivió a manos de su padre, también hicieron mella en ella. John Russel Houston manejaba la carrera de su hija a base de tejemanejes y, al ser descubierto y despedido, la demandó en 2002 exigiendo 100 millones de dólares.
Antes de eso, ya la había atormentado por su condición sexual. Se dice que Whitney mantuvo una relación clandestina con Robyn Crawford, su amiga íntima y asistente, a quien trató de mantener a su lado a pesar de las presiones por parte de su padre y de Clive Davis.
La relación finalmente terminó cuando apareció en escena el rapero Bobby Brown. Las peleas y escándalos marcaron sus 14 años de matrimonio, de 1992 a 2007, con una única hija en común, Bobbi Kristina, con la que la relación también fue destructiva.
MARCADA POR LA TRAGEDIA.
Pero todos aquellos altibajos afectaron en diversos momentos a la vida y carrera de Whitney. Una de las ocasiones clave fue su polémica entrevista con Diane Sawyer, quien, tras varias preguntas incisivas, la instó a responder si consumía crack.
“Dejemos algo claro: el crack es barato y yo gano millones de dólares como para consumir ese tipo de droga. Aunque no negaré que mi estado de ánimo, en ocasiones, ha dependido del abuso de cierta sustancias”, respondió Houston.
En 2009, en otra entrevista, esta vez con Oprah Winfrey, Whitney, que pasaba por un momento de rehabilitación, habló de esa época: “estaba tan colocada que ni siquiera pensaba en que era una cantante famosa, me había olvidado”.
Todos los tormentos vividos a lo largo de los años la acompañaron no solo en forma de adicción, sino de trauma, aunque ella seguía luchando: “Ha habido varias ocasiones en las que el demonio ha intentado atraparme, pero nunca lo logra”, dijo en unas palabras con las que comienza el documental que tantos secretos oscuros desveló hace cinco años.
“Resulta curioso como siempre que me despierto, me siento agotada de huir”, continuaba la diva. Y, desgraciadamente, no consiguió escapar del todo. Porque el 11 de febrero de 2012 Whitney Houston fue encontrada sin vida en la habitación de su hotel.
La autopsia confirmó que fue una muerte accidental y que la cocaína jugó un papel importante en el suceso. Tristemente, fueron las drogas también las que 3 años después, en 2015, acabaron con la vida de su hija Kristina.
Pero aquel febrero de 2012, el repentino fallecimiento de Whitney Houston conmocionó al mundo. Tenía solo 48 años. Solo cuatro días antes había grabado “Celebrate”, junto a Jordin Sparks. Y dos días más tarde iba a actuar en la ceremonia de los Grammy.
Ese día, hace ya más de una década, el mundo perdió a una de las voces más grandes de la historia de la música, pero su legado sigue vivo. Porque Whitney, como dice su canción más famosa, será amada por siempre.