Pedro Capó se sobrepone a un inicio complicado y monta una fiesta en Hard Rock
Problemas técnicos le obligaron a detener el espectáculo por 16 minutos.
La primera vez de Pedro Capó en Santo Domingo se hizo esperar. Casi que de rogar. Subió a escena con fuerza, como quien quiere cubrir tantos años de espera con un público, femenino hasta enloquecer, casi de culto.
Y lo logró con sus primeras tres canciones hasta que problemas técnicos le obligaron a detener el espectáculo por 16 minutos. En principio lo tomó en buen plan, reconociendo el trabajo del equipo de sonido y señalando que todos teníamos un mal día.
Pidió una cerveza y se sentó al pie del escenario con la venia de la sala del Hard Rock Café Santo Domingo, que le esperaba desde sabe dios cuándo.
“Mi respeto a todos los que están trabajando en el sonido. Hay días buenos y otros muy cabrones…”. Y un minuto después avisó que la cosa era más seria de la prevista en principio.
“Corillo, el problema es más heavy de lo que pensábamos”, dijo. Entonces salió de escena mientras en la sala ponían música de ambiente.
En el público una bandera boricua, el sitio donde nació hace 43 años, y gente entre sorprendida y asustada con la suspensión. Algunos gritos y muchas ganas de pasarla bien. Cuando volvió a tarima cantó "Tutu", un éxito grabado con Camilo y que mereció una remezcla con Shakira.
Y tras esa contó una historia que le ha acompañado y separado en dos su vida: un día, viviendo en Nueva York, hizo conciencia de que ese sueño que perseguía se le estaba negando, que había cinco meses de casa en deuda y que era tiempo de buscarse un trabajo serio.
Dos días después llegó una llamada de Sony, su disquera: “Una artista, llamada Thalía, te vio en un video de YouTube”, le dijeron por el auricular.
Su vida dio un vuelco.
La canción era “Estoy enamorado”, estrenada en 2010 en el álbum primera fila de la artista mexicana. Un éxito de un tirón.
Con su música, todo olvidado: Los 16 minutos de espera para retomar el concierto, los problemas del sonido que se terminaron de resolver a mitad de esa canción y la larga espera para el servicio de una copa de vino o una botella de agua.
Y desde ahí llevó sin parar su espectáculo hasta el culmine, acompañado de un batería, un bajista, una chica en los coros y un guitarrista, vestido con pantalón azul, camisa de rayas del mismo color y desabotonada hasta la mitad.
Había subido por primera vez a escena a las 10:35 de la noche. Se despidió del escenario a las 12:08 pero solo para volver para el final esperado: Llegó “Fiesta” y la gente se paró de sus sillas; “La Neta” y remató con los dos himnos de su repertorio “Playa” y “Gracias”.
Hubo tiempo para una última y cerró el espectáculo.