Freddy Ginebra celebrando la vida: eso de morir...

Freddy Ginebra, el alma viviente de Casa de Teatro.

Freddy Ginebra, el alma viviente de Casa de Teatro.

Se murió durmiendo, eso me dijeron los vecinos y así lo encontraron con una sonrisa plácida y los ojos cerrados. -Eso sí es una bendición-, dijo la vecina inmediata. -Así si es bueno, se va uno sin darse cuenta y cuando viene a ver esta del otro lado. -De cuál lado?-, preguntó Rogelio, quien tambien estaba en la sala. -Del que tú creas-, rápidamente contestó ella. -Yo no creo en nada-. -Pues ahí estarás, yo creo en Dios y en el cielo y espero estar ahí.

Y nadie agrego nada. Eso de morir tiene sus bemoles. Una vez hice una encuesta entre mis amigos sobre cómo preferirán morir y las respuestas iban desde morir de un infarto hasta rodeado de sus seres queridos con tiempo para despedirse.

Todos estuvieron de acuerdo de hacerlo sin dolor y de que si la enfermedad era muy fuerte recurrir a todos los medicamento posibles para evitar ese dolor tremendo.

Un político y gran pensador amigo mío pidió cuando se sentía que el final estaba cerca que Sonia Silvestre fuera a cantarle a la vera de su cama, y Sonia cuando se lo pedí no dudó un instante en hacerlo. El amigo se fue arrullado por la voz de la artista y tomado de la mano de su esposa.

Otro amigo le pidió a su esposa que le cantara los boleros de cuando ellos eran novios. Y la compañera de su vida llenándose de valor lo complació hasta que al amor de su vida se le cerraron los ojos.

La música es la mejor compañera para decir adiós. La musica tiene el poder de transformarnos y acercarnos a lo más sublime, hurgar entre nuestras emociones y aflorar las más bellas de todas.

Definitivamente hay que morir con música. Yo preferiría la clásica, algo tranquilo, romántico, que me acompañara en mis últimos pasos hacia el más allá. O quizás boleros. Aun no me decido.

Morir es regresar al misterio, al origen y quizás nos asuste, pero es destino de todo ser humano.

Nacer también es un misterio. Desde el vientre de una madre salimos a un mundo desconocido.

Dos misterios y entre los dos misterios, la oportunidad de vivir y celebrar la existencia.

-Hubiera preferido quedarme en el origen-, me dijo una muchacha atormentada por la vida. -No me gusta lo que vivo ni lo que me rodea-, me comentó una tarde, abrumada

-No te precipites-, le contesté, -que el regreso está pautado. Intenta sobrevivir y buscarle sentido a lo que haces, trabaja con pasión, da todo el amor que poseas, descubre en lo pequeño la inmensidad del universo, búscate y encontrarás a los demás. Camina despacio y agradeciendo y veras que se te hará corto el camino y cuando te toque partir estarás llena de sueños realizados y una alegría que que no tendrá explicación.

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