Desde la última butaca

La herencia tiene un precio

Christian De Sica

Christian De Sica

Italia sabe vestir de largo las comedias caseras. Aunque, repito: Son comedidas caseras sin otra pretención. Pasan y se olvidan porque solo están hechas para disfrutar un rato del esparcimiento que proponen con un guion sencillo.

Ya vimos la primera parte titulada “El matrimonio tiene un precio”, que relata a los padres facilitadores de falsas rupturas en el matrimonio para manipular a los hijos, y tenerlos cerca.

Con “La herencia tiene un precio”, se creó una saga con casi todos los mismos protagonistas del filme anterior, donde el hijo del maestro Vittorio de Sica, interpreta a un padre de familia cuya suegra octagenaria pretende contraer matrimonio con un buscavidas sesentón. Esta historia reproduce algunos temas universales que, de una u otra forma, ya se han visto en el cine y han pasado a mejor vida. Estos temas ya han sido tratados en el cine como el amor en la tercera edad, las contradicciones familiares en la lucha por la herencia, el desenfado del pretendiente, y la pasión carnal que todavía vibra en la carne de las gentes de la tercera edad.

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