Desde la última butaca

Drive my car (4 de 4)

No recuerdo otro filme en la historia del cine con una introducción de cuarenta minutos. Antes de aparecer en pantalla los créditos iniciales, se relata una historia oscura, desgarrante.

No recuerdo otro filme en la historia del cine con una introducción de cuarenta minutos. Antes de aparecer en pantalla los créditos iniciales, se relata una historia oscura, desgarrante.

No recuerdo otro filme en la historia del cine con una introducción de cuarenta minutos. Antes de aparecer en pantalla los créditos iniciales, se relata una historia oscura, desgarrante. Si el espectador rastrea ese recurso se dará cuenta de que cada escena de ese comienzo contiene un conjunto de elementos y datos que advierten la historia. En ese contexto, aparece y desaparece la esposa del protagonista, elemento recurrente en la trama debido a sus trastornos de personalidad provocados por la muerte de su hija. “Dive my car” es un homenaje a Anton Chéjov. Y, en menor medida, a “Esperando a Godot”, de Samuel Beckett. Su protagonista encarna, en otro contexto, a “Tío Vania”, un perdedor celoso, enjaulado y resentido, que oculta su amargura.

La virtud de esta cinta radica en no ser una copia al papel carbón de la obra teatral, ni del cuento de Murakami, aunque su protagonista presenta semejanzas con aquellos peronajes que arrastran el dolor y no entienden la mente ajena. Ese dramaturgo encuentra su propia culpa y emerge trasformado al echarle en cara sus conflictos y complejos de culpa. Y descubre que el mundo continúa a pesar de sus problemas.

Hamaguchi hace un cine barato en recursos visuales, pero inmenso en expresiones. Locaciones reducidas apoyan un guion donde diálogos y silencios se dan la mano y complementan. La subtrama donde aparece el personaje de la actriz coreana Park Yu-rim es sobrecogedora, al igual que la ética de su esposo al no advertirle al director su relación sentimental con ella, porque no busca de prebendas personales. Ella habla con señas, pero sabe ver y escuchar mejor lo que otros ignoran. Entre ella y la joven chofer surge una afinidad clave dentro de ese guion. La relación entre ambas contribuye a unir al protagonista y la joven que lo transporta a través del silencio en voz, pero inmenso en significado.

“Drive my car” es una apología al error, a la incompresión. Narra la historia de la mentalidad de un hombre, sus culpas y complejos a pesar de su grandeza intelectual. Y mira el trasfondo de una muchacha humilde e insignificante que no sabe hacer otra cosa más que conducir, para cambiar el curso de su vida.

Ficha técnica

  1. País: Japón. 
  2. Año: 2021.
  3.  Duración: 179 minutos. 
  4. Director: Ryusuke Hamaguchi. 
  5. Guion: Ryusuke Hamaguchi y Takamasa Oe (cuento de Haruki Murakami). 
  6. Premios: Oscar a la Mejor Película de Habla no inglesa (2024). 
  7. Reparto: Hidetoshi Nishijima, Toko Miura, Reika Krishima, Park Yu-rim y Masaki Okada. 

Sinopsis: Un actor y director de teatro, acepta llevar a escena la obra “Tío Vania” en un festival de Hiroshima. Allí, conoce a Misaki, una joven de carácter reservado que será su chófer.

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