Nuryn Sanlley en la memoria teatral a través de "Papolino"
En el elenco figuran Katherine Peña Sanlley, Kenny Grullón, Gracielina Olivero, José Guillermo Cortines, Carolina Rivas, Ana Riva, Yelitza Peña Sanlley, Agatha Alberti Peña y otros
La sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito desbordó las emociones de los presentes, el fin de semana, con la narración de la emotiva historia navideña contada a través del musical “Papolino”, una adaptación del libreto original de la actriz y productora Nuryn Sanlley, realizada por Ramón Santana.
La época de la Navidad despierta la sensibilidad de muchos y el teatro fue el escenario que dio muestra de que, sin importar la edad, las buenas historias, de la mano de buenos actores, siempre tocaran el lado débil de las personas.
Es así como esta adaptación de “Papolino” cuenta las aventuras de dos pequeños que embargados por la curiosidad de conocer a Santa Claus y su fiel amiga la Pinky, una dulce niña que alegraba la vida de los niños, recorren un viaje memorable.
Desde el primer acto las risas retumbaron en la sala, los personajes de los pequeños Tommy, Anita y su fiel perro Jafrito, salieron a la escena y capturaron la atención del público de principio a fin.
Los dos niños le piden a Papolino, el que todo lo ve, que los lleve a conocer a la Pinky, de pronto aparece el búho Nicanor, el escenario se transforma, el público es testigo de la magia de la historia y comienza la aventura.
En la aldea de los dulces se encuentran con su compañera de aventuras Katica, personaje encarnado por Catherine Peña Sanlley, juntos se encaminan a combatir a la bruja Anacleta, quien ha encantado a todos los niños de la aldea con la ayuda de sus secuaces, Jarro, Palangana y Anacletica. Montada en su escoba Anacleta hace su entrada, de la mano de sus ayudantes, quienes salen desde los asientos del público, juntos se hacen dueños de la escena.
Con su peculiar vestuario, nariz puntiaguda, sombrero negro e igual su vestido, se disponen a capturar a los aventureros. La música acompaña a la historia, las canciones se suman a la narración y con ella el baile y la danza.
Los artistas dan muestra de su talento y los aplausos de los presentes se escuchan por todos lados.
Anita, Tommy y Katica necesitan del polvo mágico que tiene escondido la bruja para hacerla desaparecer, pero las cosas no salen como lo esperaban y katica y jafrito son capturados por los malvados.
Katica es llevada a la olla para preparar una posición mágica poderosa que le permita a la bruja continuar con sus malvados planes. Las ocurrentes y divertidas frases de la dulce niña, que como Pitter Pan se quedó en 8 años hace mucho tiempo, y las humorísticas frases de Anacleta, roban las sonrisas de los presentes en la sala.
Sin embargo, la bruja no logra salirse con las suyas y finalmente los aventureros consiguen encontrar el polvo mágico y logran que la bruja desparezca. La aventura continua, esta vez el escenario vuelve a transformase, chispas blancas caen desde el techo del teatro, el cartel del Polo Norte se hace visible, el baile vuelve a ser protagonista, desde los más pequeñitos hasta los más adultos artistas se enmarcaron en esta grandiosa muestra de arte.
Luego de conocer a una familia de osos polares, lo que tanto habían soñado por fin sucede: Santa Claus aparece a la vista de Anita, Tommy, Nicanor y PinkyGenie, un genio salido de una lámpara que se añadió al recorrido.
Santa Claus, interpretado por José Guillermo Cortines, indaga sobre los deseos de los aventureros, Katica quería regalos para sus amigos al igual que PinkyGenie.
Tommy quería que regresara Jafrito, quien estaba en manos de los secuaces de la ya desaparecida bruja y Anita quería conocer a la Pinky. Pero una duda aún no estaba satisfecha: ¿Dónde estaba la Pinky?, el momento más emotivo se avecina, Santa les dice a los niños que ella está en un mejor lugar y en la pantalla se reflejan imágenes de la eterna Nuryn Sanlley, la figura que por muchos años encarnó a este icónico personaje.
El silencio acompaña al momento solemne, se ven las lágrimas caer de los rostros al evocar los recuerdos de los momentos en los que la Pinky alegraba la vida de los niños, pero que hoy es recordada por su legado en el arte.
Tras la última pieza de baile el telón cayó con un público que se puso de pie y colmó de aplausos la amplia sala como muestra de regocijo por la narración y el trabajo de la emotiva historia contada a través del musical “Papolino”.
Talentosas figuras se reunieron para encarnar los personajes de la historia y llevar a cabo la realización de esta obra que deleitó a toda la familia que se dio cita en la sala Carlos Piantini.
Catherine Peña Sanlley, Kenny Grullón, Gracielina Olivero, José Guillermo Cortines, Carolina Rivas, Ana Riva, Yelitza Peña Sanlley, Agatha Alberti Peña, Luis Felipe Alberti Peña, Samuel González Peña, Benny Pérez Díaz, Monserrat De León, Manu Chacin e Ivanna Rojas fueron los responsables de contar y despertar las emociones del amplio público. La producción general del musical estuvo a cargo de Catherine Peña Sanlley y Fidel López, la dirección teatral de la mano de Ramón Santana en la dirección musical y arreglista Luchy Guzmán, dirección coreográfica de Anna Karina Cuello y dirección vocal de Paola González. Asimismo, el libreto original de Nuryn Sanlley contó con la adaptación de Ramón Santana.