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Judith Rodríguez: un cáncer con pronóstico fatal la aferró a la vida y a los escenarios

La actriz, que el lunes recibió reconocimiento en el Paseo del Cine Dominicano Downtown, da su testimonio “para el que me escuche sienta un aliento de vida”

Cuando tenía 19 años de edad, Judith Rodríguez fue diagnosticada con cáncer, enfermedad que la hizo más fuerte y la enseñó a aferrarse a la actuación como una forma de evadir sus miedos.

Hace años su ruego era que Dios le diera “el chance” de vivir en momentos en que batallaba contra un cáncer que casi le arrebata la vida. Y su deseo le fue concedido, además de que en medio de su dolor encontró alivio al descubrir su pasión por la actuación, en la que logró que su nombre, Judith Rodríguez, sea un referente femenino en esa área en República Dominicana.

La noche del lunes, por esos pasos trascendentes en el cine y el teatro su nombre quedó plasmado en el Paseo del Cine Dominicano Downtown, dedicado a resaltar a los más sobresalientes de la industria local.

Previo a recibir esta distinción, con gran fortaleza, como lo son casi todos los personajes que interpreta en el cine y el teatro, la actriz contó la historia que marcó su vida en una entrevista con Listín Diario.

“Es un tema muy complejo en mi vida. Yo he tratado durante muchísimos años de dar las respuestas correctas siempre para que el que me escuche sienta un aliento de vida … Esa enfermedad (cáncer) fue muy difícil en mi vida, en mi cuerpo, en mi mente y en mi familia”, confesó.

Judith Rodríguez es uno de los nombres más respetados y admirados de su generación en el cine y teatro dominicano.

Judith empezó a enfrentar esta enfermedad a los 19 años, mientras estudiaba Teatro en Bellas Artes y Comunicación Social en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de la que se graduó Magna Cum Laude, gracias a una beca que le fue otorgada por ser estudiante sobresaliente.

Se trataba de un Linfoma de Hodgkin mediastino, un tumor que afecta con mayor frecuencia a los ganglios linfáticos del cuello o el área entre los pulmones y detrás del esternón.

“Yo tenía la hemoglobina en seis o en siete, eso es un muerto andante. Nadie entendía cómo yo estaba de pie, porque estando así con la enfermedad yo seguía yendo a teatro y a la universidad”, explicó.

Ella fue internada en la Plaza de la Salud por un mes y medio junto a otros pacientes de cáncer en un espacio que jocosamente recuerda como “El Pabellón de los Calvitos”.

Allí hizo grandes amigos que ya hoy no la pueden acompañar. “Con esa edad yo tuve que enfrentarme por primera vez a lo que era la muerte, perder personas valiosas. Yo decía: - pero, ¿cómo es posible que él murió?, él y yo estamos hablando ayer súper bien y riéndonos…”.

Tras recibir el alta médica, sus amigos la llevaron al teatro. Con su peluca, aun sufriendo las consecuencias de la quimioterapia y radioterapia, fue a ver una obra. Fue en ese momento que tuvo una epifanía.

“Yo le dije a mis amigos: - es que yo tengo que seguir viva… Terminar mi tratamiento de quimioterapia, porque tengo que estar allá arriba en ese escenario. Yo vine a esto a este mundo y papá Dios que me lleve cuando necesite llevarme, pero él tiene que darme un chance”, contó.

Hoy está viva para contarlo. Y para ella el arte “siempre ha sido su lugar de escape”, tanto que asegura estar viva por y para él.

A casi 20 años de este episodio de salud, Judith Rodríguez es uno de los nombres más respetados y admirados de su generación en el cine y teatro dominicano.

Además de actriz, ha desempeñado los roles de directora, productora, dramaturga, y es cantante y compositora. Ha interpretado roles importantes en producciones dominicanas como “Carpinteros”, “Veneno”, “Rafaela”, “Cocote”; en el teatro “La Mujer Puerca”, “Mariposas de Acero”, entre otras.

La carrera de Judith ha sido tan remarcable, que el pasado lunes recibió su propia estrella en la cuarta edición del Paseo del Cine Downtown, un espacio destinado como un homenaje a los profesionales del cine dominicano por su pasión, dedicación y entrega. 

Junto a ella fueron homenajeados Leticia Tonos, Manolo Ozuna, Laura Amelia Guzmán y Pericles Mejía (fallecido).

 

“Significa mucho porque lo puedo compartir con mi hija, quien es la persona más importante, por quien yo trabajo y a quien yo directamente le voy a dejar mi legado”, dijo con respecto al recibimiento de este reconocimiento. 

Se trata de Maiah, su hija de nueve años con quien comparte sus luces y penumbras. 

Desde ensayos, obras y reconocimientos, hasta los momentos en los que no le va bien para enseñarle que “no siempre se gana”. 

La actriz destacó la importancia del Paseo del Cine para el arte dominicano, ya que considera que en ocasiones los actores, directores y productores de cine pueden “pasar desapercibidos en el mundo popular”. 

“Es hermosísimo porque se queda ahí para que el pueblo dominicano sepa que también tiene grandes representantes que en el cine aportan muchísimo… Nosotros también contamos la historia de la República Dominicana, porque es a través de nuestras películas que nosotros contamos cuál es nuestra sociedad”, aseguró.

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