música
Emmanuel, romanticismo, intimidad y energía en un concierto vibrante
Emmanuel inició a lo dominicano con la interpretación de los temas “Corazón de melao” y “No he podido verte”.
El cantante Emmanuel derrochó romanticismo y energía en una noche en la que sin dudas durmió cansado, pero con la satisfacción de compartir íntimamente con un público que le prodigó aplausos y ovaciones a lo largo de su concierto en el Teatro Nacional Eduardo Brito.
Lo del artista mexicano es una conexión permanente con el público dominicano, que solo encontró la oportunidad de avivarse personalmente en el concierto titulado “Emmanuel Live All The Hits”, realizado a casa llena en la sala Carlos Piantini el pasado sábado.
Emmanuel inició a lo dominicano con la interpretación de los temas “Corazón de melao”, del compositor José Antonio Rodríguez y arreglos de Manuel Tejada, y “No he podido verte”, grabada a dúo con el cantautor Juan Luis Guerra.
A partir de ese instante, el cantante mexicano hizo honor al título de su concierto, con un recorrido por sus más emblemáticas canciones, la mayoría entonadas también por un público que se involucró en el espectáculo.
“Gracias Santo Domingo. Es una alegría estar con ustedes otra vez”, exclamó en sus primeras palabras el galardonado con el Premio Grammy Latino a la Excelencia Musical, quien se apoyó para brindar una impactante performance en trece músicos cubanos, cuatro coristas, un impresionante juego de luces y tres pantallas -una gigante en el centro y dos en los laterales- que proyectaban su figura y contenidos alusivos a sus temas musicales.
“Seguía lloviendo afuera”, “Pobre diablo”, “Quiero dormir cansado” y “Detenedla ya”, sirvieron a Emmanuel para mantener el ritmo y movimiento sobre las tablas, antes de pasar a un momento más romántico en que cantó sentado en una silla.
En esta parte interpretó “Esta triste guitarra”, “Tengo mucho que aprender de ti” y “Quieren que la olvide”, este último tema ajustado para hacerlo mitad bachata y mitad ranchera mexicana, y en el que salió airoso.
“Es mi mujer” fue la excusa para Emmanuel activarse otra vez en el escenario, donde también compartió con el público detalles sobre los orígenes y motivaciones de algunas de sus canciones, como “Enséñame”, la cual comentó que canta a Jesucristo porque le ha enseñado a ser feliz y dar amor como se lo da él. Reflexionó aquí que en un mundo enloquecido por las guerras “no necesitamos de nadie para encontrar la paz, esa paz solo está en Dios”.
“Este terco corazón” recordó que se la dedicó a una niña a la que siempre observaba camino al colegio cuando tenía doce años, pero a la que nunca confesó el amor que sentía por ella.
Emmanuel tan solo hizo dos pausas para cambiar de vestuario y cuando retornó tras la primera fue para enseñar al público como sentirse vivo, con la canción dedicada a una mujer a la que promete “hacer una ronda por tu cumpleaños, un poema mil veces por años, y así me entiendas cuánto te amo”.
Con la bella señora a la que también canta en otra de sus populares canciones, Emmanuel se movió seguro y llenó de energía, acompañado por el público que también se paró a bailar al ritmo de “Hay que arrimar el alma”.
El cantautor simuló en ese momento que su concierto había terminado, pero el público ávido de más sabía que no era cierto, y no fue necesario apelar al acostumbrado grito de “otra, otra”.
El artista retornó con vestuario rojo y negro, y con el primer estribillo "Aunque no sé quién es, lo deben saber mis pies" y el inconfundible ritmo, todos y todas fueron de humo en la sala Carlos Piantini y parecía que la emoción jamás se evaporaría.
Jesús Emmanuel Arturo Acha Martínez, su nombre real, hijo de la artista de copla Conchita Martínez y del matador de toros peruano-argentino Raúl Acha, puso más adrenalina al final con su canción “Toda la vida”.
En una hora 58 minutos de concierto, el artista demostró que durante toda su trayectoria, con su música, su propia música, ha plasmado tantas historias como estrellas para sus seguidores que se ven reflejados en sus diversos temas, aunque la noche no alcanzó para abarcar todo su repertorio.
Emmanuel cerró el inolvidable concierto con “La última luna”, mientras desaparecía del escenario con un sombrero rojo en la mano derecha, atravesando una enorme luna proyectada en la pantalla central.
Manerra abrió
El cantante dominicano Manerra, ganador de Premios Soberano como Revelación del año en la pasada entrega, interpretó tres canciones como telonero del artista mexicano.
"Curita”, “Mantequilla y Café” a dúo con la cantante Laura Massiel y “Bachata Colonial”, fueron las interpretaciones de Manerra, quien en dos ocasiones expresó "no me lo creo", por la oportunidad de abrir el concierto de Emmanuel.