OPINIÓN
¡La gran asignatura pendiente!
La falta de comunicación ha provocado guerras en el mundo. No se puede hablar de nuevos enfoques del desarrollo humano excluyendo la comunicación. Como tampoco, puede haber liderazgo sin comunicación.
Albert Camus dijo que, todas las desgracias de los hombres provienen de no hablar claro. Y es verdad, pues la comunicación es una herramienta de gestión imprescindible para el éxito, es el lenguaje del liderazgo, y lo que no se comunica, sencillamente no existe.
La importancia de saber comunicar de forma oportuna, efectiva y asertiva, que es más que expresar palabras, no es un asunto baladí.
La comunicación es, actualmente, una de las llamadas habilidades blandas más y mejor valoradas.
Está dentro de las primeras 10 cualidades más buscadas por los cazatalentos. Los alumnos residentes en países donde se imparte la materia de comunicación, tienen mejor desempeño como profesionales, y son más competitivos.
Sin embargo, paradójicamente, a pesar de su importancia, la cifra de personas que padece de pánico escénico es alta.
Más de un 75% de la población mundial sufre de glosofobia, que es el miedo a hablar en público; solo un 1% no se pone nerviosa, y un 2% al hacerlo, siente que morirá.
Son muchos los profesionales graduados con honores, y de vasto conocimiento, que se paralizan al momento de exponer en público. Algunos sienten estrés, ansiedad, náuseas, sudoración, temblores, u otros síntomas propios de una crisis de glosofobia.
Es por esto, y otras razones, que la comunicación debe llegar a las aulas dominicanas como parte del currículo educativo, porque su entendimiento y manejo, aportará a los alumnos ganancia de causa en sus debates, interacción y negociaciones, haciendo de ellos profesionales más fluidos, confiados y exitosos, al poseer competencias básicas de expresión oral, y no verbal.
La comunicación, y con ella, la oratoria, es la gran asignatura pendiente a impartir en los centros educativos públicos y privados de República Dominicana. Y la buena noticia es que, todos podemos desarrollar habilidades de comunicación y oratoria, pues el gran orador no nace, se hace.
- La autora es periodista, locutora y especialista en comunicación estratégica.