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Salvador Pérez Martínez "El Pera": el legendario actor que se le escapó muchas veces a la muerte

El legendario actor Salvador Pérez Martínez (El Pera) durante su visita a la redacción de Listín Diario.

El legendario actor Salvador Pérez Martínez (El Pera) durante su visita a la redacción de Listín Diario, periódico con el que colaboró en sus años de juventud.Jorge Martínez/Listín Diario

El legendario actor Salvador Pérez Martínez (El Pera) se le escapó varias vece a la muerte en los tiempos de la dictadura trujillista, la revolución de abril de 1965 y en años posteriores. La primera, cuando era adolescente. No tenía mucha conciencia del por qué lo hacía, pero a los 12 años estuvo regando panfletos en contra del régimen de Rafael Leónidas Trujillo, junto a dos amiguitos cuando fueron apresados y recibieron varios palos y estrujones.

“Estando en la fortaleza, detenidos, se nos advirtió que no siguiéramos metiéndonos en esas cosas, que nos iban a estar vigilando. Les dije a mis compañeros que retomaremos la actividad la semana siguiente, pero mis dos compañeros me dejaron en mi casa, y ellos continuaron con la actividad esa misma noche, y al otro día los encontraron muertos en la calle Arzobispo Meriño”, contó El Pera.

La siguiente ocasión fue cuando presentó la obra teatral “Los Gavilleros”, en el Centro Social de Villa Francisca, la cual estaba prohibida por la dictadura.

En 1953 "el director español Julio Francés fue asesinado luego de advertirle que dejara el país por querer presentar esa obra en el país. Unos meses después yo me atreví y me encarcelaron”.

Otra vez fue por intentar poner una bomba, en un acto en donde estaría Trujillo, en La Romana. Salvador fue llevado preso entonces al Manicomio. Allí se encontró con el doctor Antonio Zaglul, de quien recibió protección, pero la orden superior era que le quitaran la vida y, desde que estuvo solo, recibió una inyección de trementina en una de sus piernas.

Su padre de crianza hizo gestiones con un amigo suyo, que era secretario de Héctor Bienvenido “Negro” Trujillo (hermano del dictador), para buscarle una salida a la situación.

Entonces se dispuso que fuera trasladado al Leprocomio (hospital para afectados de lepra) para que ayudara en los servicios que allí se ofrecían. 

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El legendario actor Salvador Pérez Martínez (El Pera) se le escapó varias vece a la muerte.


“Fui nombrado como asistente del doctor Guillermo Herrera Cury, quien era director del centro, pero en realidad, el doctor era un preso político porque era un combatiente de la tiranía de Trujillo", rememora.

Luego agrega: "Estuve preso dos años, y como la orden era asesinarme un día me fugué y fui entonces con el secretario de Negro Trujillo y denuncié a la persona que quería matarme, porque además esta persona estaba robando en el hospital, entonces lo destituyeron y quedé en libertad”.

Otra de las veces que se le escapó a la muerte fue en la guerra de abril de 1965, “la época de la revolución”, como se le le denomina. Salvador no estaba a favor del golpe de estado que se había gestado al entonces presidente constitucional profesor Juan Bosch, quien asumió el cargo de presidente el 27 de febrero de 1963 y siete meses después, el 25 de septiembre de ese mismo año, fue derrocado por un golpe de estado colocando en su lugar una junta militar.

Desde que estalló la guerra civil "El Pera" le hizo saber al jefe de las Fuerzas Armadas, Elías Wessin y Wessin, que su contrato para seguir ofreciendo recitales en la institución concluía ese día y se sumó a los patriotas que luchaban por restablecer el gobierno. Fue preso junto a un grupo de combatientes, a quienes fusilaron, en su mayoría. 

Recuerda que en la madrugada, horas antes de su fusilamiento, un guardia lo reconoció y decidió ayudarlo a salir. El Pera le dio la dirección de unos amigos suyos para que lo fuera a rescatar y por eso puede contar la historia.

Salvador Pérez Martínez leyendo uno de los ejemplares recientes de Listín Diario, periódico en el que colaboró durante mucho tiempo reportando desde los pueblos que visitaba.

Salvador Pérez Martínez leyendo uno de los ejemplares recientes de Listín Diario, periódico en el que colaboró durante mucho tiempo reportando desde los pueblos que visitaba.JORGE MARTINEZ/LISTIN DIARIO

reportero en listín diario

Salvador Pérez Martínez (El Pera) era director de la Compañía de Teatro Rodante, después de la guerra del 1965, cuando se presentó a la redacción del Listín Diario para agradecer al entonces director de este medio, don Rafael Herrera, por el apoyo que recibió de parte del periódico la vez que estuvo preso, y a agradecer al periodista Francisco Álvarez Castellanos, quien siempre resaltaba sus actuaciones y su participación como declamador.

Don Rafael es quien le propone que como andaba de pueblo en pueblo con su Teatro Rodante le escribiera dos o tres cuartillas de los hechos curiosos que se encuentre en esas comunidades, y es así que desde que llegaba a los poblados a presentar obras de teatro también se encargaba de investigar qué sucedía en ese lugar o si había un personaje que tuviera una historia importante que contar.

Con una expresión muy vivaz y locuaz, “El Pera”, confiesa sentir una profunda emoción al visitar Listín Diario en días pasados.

“Aquí traía mis trabajos escritos y me los corregían, y luego los veía publicados al otro día. Me emociona mucho estar aquí”, dijo muy emocionado “El Pera” la semana pasada cuando pisó de nuevo, ya totalmente cambiada, la redacción de Listín Diario.

“El Pera” llegó a este periódico con su pasado en vilo soportado por 94 años de vida (en veinte días, 26 de septiembre, cumplirá 95), 74 de ellos dedicado al arte, sobre todo al teatro.

Salvador Pérez Martínez, El Pera, llegó en compañía de su amada esposa Milagros Vásquez.

Salvador Pérez Martínez, El Pera, llegó en compañía de su amada esposa Milagros Vásquez.Jorge Martínez/Listín Diario

En 1928 República Dominicana tenía como presidente a Horacio Vásquez, el país atravesaba una crisis de gobernabilidad e institucionalidad y un descontrol total de la clase política. 

Ese año nació en Santo Domingo, el 26 de septiembre, el actor, declamador, productor y director de teatro Salvador Pérez Martínez.

Aunque sus documentos oficiales tienen inscrito que nació en 1931, con voz clara y muy fuerte, es la primera aclaración que hace durante su visita al Listín Diario, donde llegó en compañía de su amada esposa Milagros Vásquez y consigo un álbum repleto de recortes de periódicos, cartas y reconocimientos. De estos dice tener más de diez, en donde ha recopilado toda su historia en el arte.

A sus casi 95 años de edad, tiene una lucidez impresionante, repasa su vida desde su niñez hasta el día de hoy que continúa actuando en el teatro y el cine local.

En la actualidad se le puede ver interpretando un personaje en la recién estrenada película peruana-dominicana de HBO, “El Año del Tigre”, dirigida por Yasser Michelén.

Flor de Bethania Abreu, Karina Noble, Monina Solá, Salvador Pérez Martínez “El-Pera” y Germana Quintana

Flor de Bethania Abreu, Karina Noble, Monina Solá, Salvador Pérez Martínez “El-Pera” y Germana Quintana en foto de archivo durante el VIII Festival Internacional de Teatro Santo Domingo 2014.

En mayo pasado durante el homenaje a la fenecida actriz Monina Solá, El Pera fue la gran sorpresa de la noche al llevar a escena el fragmento de la obra el “Don Gil de las calzas verdes”, de Tirso de Molina.

La crítica lo calificó como “un fresquísimo, rejuvenecido y rotundo Salvador Pérez Martínez, El Pera, que arrancó la ovación final”.

SU NIÑEZ

El “Pera” nació en “Galindo”, el barrio conocido hoy como La Ciénaga, ubicado entre los barrios María Auxiliadora y Mejoramiento Social. 

Su padre, Jesús Pérez Rivera, español, era un próspero comerciante, que además de su madre, tuvo otras mujeres e hijos.

Cuando nació cuenta que llegó con dificultades y esto dejó muy enferma a su madre biológica. Es por esa razón es que, con días de haber nacido, es llevado a una de las otras familias (satélites) que tenía su papá, para que allí recibiera los cuidados que necesitaba el infante.

“Mi papá fue muy mujeriego, en mi juventud me parecía bastante a mi papá, porque yo también tuve muchas mujeres. Yo declamaba bonito, no era tan feo y las mujeres me llovían con poco esfuerzo”, nos revela en medio de una carcajada.

Apenas tenía dos años y el país fue afectado por el huracán de San Zenón (3 de septiembre de 1930). El padre de Salvador tenía un colmado, el cual fue refugio para la gente del lugar.  “Yo era muy pequeñito, pero refugiado en ese colmado pasamos mi familia y yo el ciclón”.

Ese año Rafael Leónidas Trujillo se había convertido en presidente del país, y luego del ciclón comenzó a reconstruir la capital dominicana, conjuntamente gobernando en base a una férrea dictadura que terminó cuando fue asesinado el 30 de mayo de 1961. 

De todo esto fue testigo Pérez Martínez, que desde muy joven fue un opositor al régimen, con una valentía indescriptible.

Salvador tuvo un solo hermano de padre y madre, y muchos otros de padre que nacieron en La Vega, Puerto Plata y San Pedro de Macorís.

En esta familia recibió los cuidados de sus hermanas mayores, quienes ejercieron la profesión del magisterio y se encariñaron tanto con el niño que se convirtió en su entretención para ellas.

“Yo estuve inválido hasta casi cumplir los tres años, una señora me curó, me daba masaje por todo el cuerpo con aceite de coco y de higuereta. Mientras me masajeaba ella rezaba, cuando aprendí a caminar ya sabía rezar el Padrenuestro, el Avemaría y el Credo, completo”, revela.

Sus hermanas se encargaron de alfabetizarlo. Ángel Salvador, su nombre completo, no había cumplido los tres años y ya sabía leer y escribir. 

El veterano actor cuenta que cuando entró cursar al primer año, en la escuela Argentina, además de saber leer y escribir ya dominaba toda la aritmética, y por eso a los siete años de edad le llamaron “niño prodigio”, siendo un alumno sobresaliente durante todos sus años de escolaridad.

Salvador asegura que tuvo una niñez muy feliz, fue muy consentido por todos sus hermanos mayores y en los días de los Santos Reyes era el que recibía los mejores juguetes de la calle Restauración.

En su adolescencia Pérez Martínez estudió en la Escuela Presidente Trujillo, en donde aprendió a defenderse de los chicos más grandes, que se convirtieron en sus agresores o le hacían lo que ahora se conoce como "bullying".

su labor social

Además de su sentir artístico, durante su juventud se sumó a la lucha que abogaba por la democracia en el país, en el pasado siglo. 

Desde muy niño, con apenas 12 años, fue prisionero junto a unos amigos, estando a punto de ser asesinado en varias oportunidades debido a sus posiciones políticas, siempre a favor del pueblo y de la patria.

Con una inteligencia natural, aprendió a leer a los tres años, sin haber cumplido mayoría de edad se matriculó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, primero en la carrera de medicina y luego en derecho, carrera que no concluyó porque el arte le tenía reservado un gran papel en la historia del teatro dominicano.

Su mayor orgullo es el inmenso legado que deja el teatro dominicano. El primero de todos, haber sido fundador de la Escuela de Arte Escénico (Hoy Escuela de Arte Dramático) y fundador de la Compañía de Teatro Rodante, entre otras importantes instituciones teatrales.

sobresaliente como actor

Durante su adolescencia entró al Conservatorio Nacional de Música, en donde estudiaba para declamador.

Sin embargo, Don Emilio Aparicio lo introdujo al teatro dándole papeles y actuando junto a profesionales, por lo que decidió estudiar actuación.

Mientras estudiaba actuación también se dio cuenta que ese ambiente había una discriminación terrible hacia los estudiantes que procedía de los barrios. 

Según sus comentarios, él y Fernando Casado fueron víctima de los más pudientes, pero que no se dejaron atropellar.

“En Bellas Artes quienes nos abrieron las puertas fueron Monina Sola, Nubia Ulloa y Rafael Encanto, siempre nos apoyaron”. 

A pesar de esas adversidades el talento de “El Pera” se impuso en cada obra y en cada actuación en el teatro. Su belleza como declamador lo convirtió en “el declamador favorito de la familia Trujillo”.

También relata que en el Conservatorio cantaba con una tesitura altísima operetas, arias, pero sintió que desafinaba y por eso dejó el canto. La declamación fue el boleto que lo llevó al teatro. Su tono como declamador lo convirtió en “el declamador favorito de la familia Trujillo”.

EN CONTRA DE TRUJILLO

Salvador transpira pura historia por los poros. Fue alumno del Poeta Nacional Pedro Mir, cuando era un adolescente, y estudiando derecho el extinto presidente de la república Joaquín Balaguer fue su profesor.

Recuerda que durante la dictadura cometió muchas imprudencias, como una noche durante un recital, en Baní, tenía que declamar un poema de Rafael Lara Cintrón, y decidió cambiarlo por el poema “A las cinco de la tarde”, de Federico García Lorca, quien estaba prohibido en el país.

Cuenta que su profesora Margarita Contín Aybar, le dio casi un ataque de nervios, pero lo hizo porque estaba seguro que las autoridades de Baní no se darían cuenta.

Estudiando derecho en la UASD, conoció a Minerva Mirabal. Asegura que toda la historia del Movimiento anti trujillista “14 de Junio” lo inició ella.

"Minerva fue quien involucró a Manolo, la idea de formar el grupo la tuvo Minerva, porque todos éramos anti trujillistas. Ella era una persona muy reservada, pero extremadamente buena, la vi ayudando a muchas personas con precariedades en la universidad”, recuerda.

Salvador aclara que solo colaboró con el Movimiento 14 de Junio, pero sí perteneció al MPD (Movimiento Popular Dominicano).

Al centro, el actor Salvador Pérez Martínez al recibir premio, el “Gran Dorado” como el artista más extraordinario del año 1978.

Al centro, el actor Salvador Pérez Martínez al recibir premio, el “Gran Dorado” como el artista más extraordinario del año 1978.

SU LEGADO

A La Voz Dominicana ingresó como declamador, gracias a los diferentes concursos que ganó, Luego se fue a estudiar a la Escuela Nacional de Teatro, fundada en 1946 en Bellas Artes, bajo la dirección de Emilio Aparicio, español republicano exiliado en el país. 

Es Aparicio quien lo introduce en el teatro y recibe enseñanzas directamente del director cubano José de San Antón.

En 1946 pasó a estudiar en la Escuela Nacional de Arte Escénico. Allí, durante seis años, se mantuvo como alumno meritorio. 

En 1953 ganó el segundo premio Lord Inglés por su participación en la obra “El novio de Betty” o “La torta de alarma”.

La prensa de la época reseñó que su actuación en “Otra vez el diablo”, de Alejandro Casona, marcó su debut, en 1956.

Ha actuado en más de 250 obras, entre ellas “La cueva de Salamanca”, “Entre llamas”, “Se busca un hombre honesto”, “Tribunal de confiscaciones” y “Farsa y justicia del señor corregidor”. 

"El Pera" debutó en el cine con el filme “El derecho de comer” y también ha participado en las películas “No hay más remedio”, “Cristo Rey”, de Leticia Tonos, “Ladrones a Domicilio”, entre otras. Además actúo en “Pantaleón y las visitadoras”.

Karina Noble, Salvador Pérez Martínez (El Pera) y José Antonio Rodríguez

Karina Noble, Salvador Pérez Martínez (El Pera) y José Antonio Rodríguez durante la entrega en 2014 de un pergamino de reconocimiento al veterano actor.

Fundador del teatro rodante La Carreta, la cual creó en enero de 1962 y continuó con el Teatro Rodante Dominicano, ha recibido varios reconocimientos, uno de ellos es la medalla al mérito de Duarte, Sánchez y Mella.

La sala del teatro de Las Canas, de Cap Cana, lleva su nombre. 

El actor fue declarado “Embajador del Teatro Dominicano ante el Mundo” por la Unión Dominicana de Artistas de la Actuación (UDAA). 

En 2014, el Ministerio de Cultura (MINC) le dedicó el VIII Festival Internacional de Teatro Santo Domingo 2014 (FITESD).

El entonces el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, dijo que “nuestro Pera, nada nuevo que decir, pues su vida es página abierta donde dominicanos y dominicanas podemos siempre acudir para combatir la desmemoria y la insensibilidad”.

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