"Blue Beetle", un potencial desperdiciado para establecer un héroe latino

Lamentablemente, el gran cine de superhéroes de Zac Snyder es historia. Es cierto que era y sigo siendo un fan de su estilo. El enfoque de Snyder hacia los héroes de DC sigue siendo, en mi opinión, el más preciso. Especialmente el que hace más justicia a los cómics en muchos sentidos. 

El sombrío Batman de Matt Reeves puede haber mirado demasiado hacia el abismo: en la versión Snyder de "La Liga de la Justicia" o en la versión extendida de "El amanecer de la Justicia", el universo de Superman llevado a la pantalla encuentra exactamente el equilibrio perfecto entre una sinfonía operística del destino y el espíritu de equipo.

James Gunn ahora quiere hacer todo de otra manera. debería ser más colorido, más divertido y más extraño. 

Encajaba perfectamente con Suicide Squad, posiblemente menos para las recuperaciones de otros superhéroes. En cuanto al Blue Beetle, por ejemplo.

Porque más colorido, más divertido, más raro no es igual a estar relajado. 

Quien quiera emular a un competidor como Marvel, incluso si lleva mucho tiempo en una crisis de identidad, nunca creará su propio estilo.  Snyder lo tenía. 

Después de él, las películas de DC fueron , salvo contadas excepciones, sólo una odisea, especialmente Black Adam. 

Con "Blue Beetle", por encima de todo, se plantea la pretensión de ofrecer al no amado vecino México una película de acción cómica que celebre el temperamento de los latinoamericanos y respire el encanto de las telenovelas típicas y entonces urge la pregunta: ¿Cómo se adapta la comedia trágica de una comedia social políticamente crítica a los principios de una colorida película de acción?

Cuando Jaime Reyes ( Xolo Maridueña ) llega a casa de la universidad con un título, hay una gran alegría, después de todo, nadie más en su familia había hecho eso antes, las expectativas son tanto mayores, el mundo entero parece estar abierto a él. 

Años más tarde, la esperanza se convierte en decepción, al no poder encontrar un trabajo, razón por la que aún vive con su familia. 

Cuando él y su hermana Milagro (Belissa Escobedo) también pierden sus trabajos como limpiadores para la emprendedora Victoria Kord (Susan Sarandon), el futuro parece terminar para siempre antes de que pueda siquiera comenzar.

Por suerte, también está la sobrina de Victoria, Jenny (Bruna Marquezine).), que ya está en desacuerdo con su tía y le ofrece a Jaime un nuevo trabajo. 

Cuando pasa por la empresa a la hora acordada, Jenny visiblemente estresada le entrega una caja de hamburguesas, dentro hay un escarabajo azul que le otorga poderes sobrehumanos y cambiará su vida para siempre.

"Blue Beetle" tiene como tragedia subyacente, que una familia mexicana amante de la diversión ve desde la perspectiva del vaso medio lleno, es la de una clase baja profundamente endeudada y socialmente desfavorecida, cuya última esperanza reside en la graduación de su hijo que regresa a casa después de estudiar en el extranjero, solo para escuchar las malas noticias de sus seres queridos, quienes le cuentan sobre el ataque cardíaco de su padre y la inminente pérdida de la casa.

Las expectativas de James Gunn son enormes, al fin y al cabo, debía conseguir que el universo cinematográfico de DC Comics , que lleva años dando tumbos, volviera al buen camino. 

Sin embargo, recientemente los resultados de taquilla han sido desde aleccionadores hasta catastróficos: Black Adam y The Flash, que empezaron con grandes expectativas, se convirtieron en negocios que generaron pérdidas, al igual que Shazam! La furia de los dioses fue ignorada. 

Con "Blue Beetle", uno de los últimos títulos antes del reseteo llegó a los cines. 

La esperanza de que la película pudiera ser rentable quedó enterrada incluso antes de comenzar, por eso apenas hubo publicidad al respecto. 

Además, ni el personaje ni el reparto son adecuados para atraer a grandes multitudes, simplemente faltan los nombres más importantes

La gran excepción es, por supuesto, la ganadora del Oscar Susan Sarandon, que aquí asume el papel de antagonista, es divertido verla caminar sobre cadáveres como una emprendedora igualmente fría y loca y tratar de venderlo como algo grandioso. 

Más adelante hay algunos matices que harán destacar más a Victoria Kord. 

El segundo punto fuerte de la película es la familia, la dinámica dentro de la tropa tiene un alto valor de entretenimiento, especialmente porque el elenco de la película fue bien elegido en general.

La forma en que los personajes se burlan unos de otros, pero al mismo tiempo se apoyan mutuamente, básicamente hace que quieras más papeles, incluso si la probabilidad de que esto suceda es bastante baja. 

Especialmente la veterana mexicana Adriana Barraza (Podemos ser héroes) se convierte regularmente en una ladrona de escenas como la abuela recalcitrante.

Es aún más lamentable que haya tan poco que encontrar a su alrededor. 

Más bien, "Blue Beetle" no se compone más que de escenas que ya conoces de otras películas. 

Por ejemplo, es difícil no pensar en Ant-Man cuando se trata del ganado escarabajo; cuando el protagonista conversa con el bicho simbiótico se evocan recuerdos como Venom. 

El motivo de la familia con problemas de los círculos inferiores se conoce por Shazam! 

Incluso, los chistes y el desarrollo de la trama parecen tan familiares que a veces te preguntas si no has visto la película aquí antes. 

¿Sorpresas? No se encuentran aquí y tampoco hay ambiciones narrativas.

Es una pena, porque el director Ángel Manuel Soto demuestra, como en su drama independiente Charm City Kings, que es bueno con la gente y sabe describir situaciones, pero cuando se basa en una historia que al final resulta tan poco interesante como ésta, también llega a sus límites. 

Por muy comprensiva que sea Blue Beetle y por muy agradable que sería si la población latinoamericana también tuviera un héroe que pudiera servir como figura de identificación: la película es, en última instancia, un potencial desperdiciado y es trágico que la oportunidad posiblemente única de establecer este personaje en el cine, se haya perdido en un título tan intercambiable.