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Jennifer Lawrence: "Un bicho raro" que se convirtió en una estrella de Hollywood
La actriz se estrena en las comedias con “No Hard Feelings” (“Hazme el favor”), que se verá en los cines este verano
Jennifer Lawrence, que en estos días irá la pantalla con la comedia “No Hard Feelings” (“Hazme el favor”), crecíó en Kentucky, donde no se caracterizó por ser buena estudiante, sufría de ansiedad y la actuación nunca fue una opción.
En esos tiempos de su niñez, su ansiedad crecía y sus padres comenzaron a llevarla a terapia, según publicó la revista Vogue en 2013. “Yo era un bicho raro”, dijo.
“No se metieron conmigo ni nada. Y yo no era más inteligente que los otros niños, no era por eso que no encajaba. Siempre he tenido esta extraña ansiedad. Odiaba el recreo. No me gustaba ir de excursión. Las fiestas me estresaban. Tenía un sentido de humor muy diferente”, contó a la entrevistadora de Vogue.
En esa misma ocasión confesó que nunca lo había dicho antes porque no quería que se malinterpretase, pero que desde pequeña siempre tuvo una idea normal de lo que quería.
“Iba a ser una madre, iba a ser doctora e iba a vivir en Kentucky. Pero siempre supe que iba a ser famosa”, afirmó.
Con 14 años, según la página IMDb, viajó a Manhattan para hacer su primera lectura en mano. En ese viaje, un agente se fijó en ella, le hizo una foto y la invitó al estudio para hacer otra audición.
Finalmente, Lawrence pasó ese verano en la Gran Manzana. Antes con tan solo 14 años años dejó la escuela para perseguir su sueño de ser actriz y a los 16 años se trasladó a California.
El papel que supuso un punto de inflexión en su carrera fue el de Ree, en el filme “Winter’s bone”, de 2010. Por esta interpretación fue nominada a los Globo de Oro y los Óscar.
Poco después llegaron las sagas de “The X-Men” y “The Hunger Games”. En 2012 protagonizó, junto a Bradley Cooper, “Silver Linings Playbook”, título con el que ganó un Óscar a la mejor actriz principal.
En 2013, cuando subió a recoger su premio Óscar, tropezó y se cayó en directo. “Fue uno de los momentos más embarazosos de toda mi vida”, dijo a Vanity Fair en 2014.
“Me llevó un tiempo poder reírme de aquello. Lloré”, añadió. Sin embargo, este tropiezo reforzó frente al gran público la naturalidad de la que hacía gala.
LO PEOR
Probablemente el capítulo más desagradable e injusto al que tuvo que enfrentarse fue la difusión de fotos privadas suyas en 2014.
Las fotos estaban almacenadas en la nube, a la que un cibercriminal accedió e hizo correr como la pólvora por internet. Lawrence no fue la única afectada y otras mujeres sufrieron el mismo ataque.
“Tenía tanto miedo”, dijo a la revista. “No sabía cómo afectaría a mi carrera”.
Sobre el tema abundó: “No puedo siquiera describir lo que se siente tener mi cuerpo desnudo por todo el mundo contra mi voluntad. Simplemente me hace sentir como un trozo de carne que se reparte para obtener ganancias”.
Lawrence mostró su indignación: “Es mi cuerpo y debería ser mi elección y el hecho de que no lo sea es absolutamente repugnante”.
En 2018 se tomó un año sabático para centrarse en su faceta como activista. Lawrence está involucrada con la organización Represent US, que denuncia la corrupción política y hace tareas de concienciación entre los jóvenes de su país.
En cuanto a su vida personal, en 2019 se casó con el galerista Cooke Maroney tras una relación muy discreta.
En septiembre de 2021 se hizo público que la famosa actriz estaba esperando a su primer hijo, quien nació el 23 de febrero de 2022.
Lawrence, de 32 años, volverá este verano del 2023 a la pantalla grande, esta vez con una comedia, “No Hard Feelings” (“Hazme el favor”), clásica y obscena para mayores, que fue hecha a la medida para la actriz galardonada con el Oscar.
“Siempre quise hacer una comedia. Y he leído muchas”, dijo Lawrence a The Associated Press durante una entrevista sobre la temporada de películas de verano.
“Simplemente no leí nada que fuera lo suficientemente divertido”, añadió.
“No Hard Feelings” se inspiró en un anuncio real de Craigslist publicado por unos padres de familia que buscaban a una mujer para “salir” con su hijo y sacarlo de su caparazón el verano antes de ir a la universidad.
Hay debates sobre qué tan real era el “anuncio real”, pero pensar en la mujer que podría responder a un anuncio como ese fue una premisa lo suficientemente divertida como para llamar la atención de varios productores y el guionista y director Gene Stupnitsky.
Stupnitsky, un actor nominado al Emmy de “The Office” que también impulsó y coescribió el éxito de 2019 “Good Boys” (“Chicos buenos”), sabía exactamente a quién convocaría. Le contó la idea a Lawrence una noche en una cena con amigos en la que, estimó, se habían tomado unos “ocho o nueve martinis” entre los dos.
Ambos se conocieron hace más de una década, a través de un amigo en común, en el espectáculo y cena Medieval Times.
Lawrence, recordó, estaba vestida con un traje completo de mago. Y pronto se hicieron verdaderos amigos.
Stupnitsky incluso le presentó a Lawrence al que se convertiría en su esposo.
“Le debía una”, dijo Lawrence. “Es por eso que hice esta película”.
Con Lawrence a bordo para protagonizar y producir, la película se convirtió en un producto codiciado, con servicios de streaming y estudios compitiendo por los derechos para hacerla. Al final optaron por Sony y un estreno en salas de cine tradicional.
En “No Hard Feelings”, el personaje de Lawrence, Maddie, tiene problemas de dinero.
Como conductora de Uber sin automóvil, se encuentra en un aprieto.
Entonces, cuando ve ese anuncio con la promesa de un Buick Regal como pago, muerde el anzuelo.
Maddie conoce a Percy (Andrew Barth Feldman), de 19 años, por primera vez con un minivestido rosado y tacones altos, actuando abiertamente coqueta y disponible.
“Está vestida como lo que cree que es la idea de una fantasía sexual de un chico de 19 años. Y está equivocada”, dijo Stupnitsky. “Él es como el único chico al que ella no puede seducir”.
La situación se intensifica a partir de ahí cuando ella intenta llevarlo a casa. Él cree que está siendo secuestrado y, como sabe cualquiera que haya visto adelantos de la película, ella termina siendo rociada con gas pimienta. Pero también hay un núcleo dulce en la película.