Pamela Sued encontró algo positivo de la desafortunada situación de su familia
A través de una publicación en Instagram, Pamela compartió la historia de Juan Carlos
La comunicadora Pamela Sued, conocida por ser una figura que siempre ha demostrado felicidad y positivismo, sí ha pasado momentos difíciles que no solo la han afectado a ella sino a toda su familia, como el cáncer de mama que le detectaron a su padre José Guillermo Sued, el embarazo que perdió (al que llamaba Pumpi) antes de tener a su hijo Alonso, la muerte de su suegro Freddy Beras-Goico y su reciente crisis matrimonial. Ahora, la presentadora de televisión vuelve a vivir un problema de salud de su progenitor.
Luego de sufrir una caída que lo dejó tetrapléjico, José Guillermo fue traslado por su hija, su esposa Cuchy Chávez de Sued y su yerno Giancarlo Beras-Goico hacia Barcelona, España, donde recibirá terapias físicas para su recuperación. En el mismo centro de rehabilitación, la exreina de belleza pudo conocer personalmente a Juan Carlos Hernández, un atleta que sufre una condición parecida a la del veterano locutor.
A través de una publicación en Instagram, Pamela compartió la historia de Juan Carlos, quien apoyó a la familia Sued durante el proceso para que José Guillermo ingresara al centro, lo cual intentaron desde el accidente en enero y pudieron lograrlo a medidos de mayo, y conocerlo para la conductora de Color Visión ha sido una “fortuna” de la que disfruta gracias a la desafortunada experiencia que les tocó a sus respectivas familias.
Comunicado de Pamela:
Quiero presentarles a mi nuevo amigo @juancarloshernandeztejada. Desde enero esperaba con ansias conocerlo. Él es santiaguero, empresario, atleta, hijo, padre y esposo. Amante de la vida, curioso, bromista y muy conversador.
En agosto del año pasado sufrió una caída y lesión medular muy similar a la de mi papá y así fue como supe de él. El equipo médico que le intervino fue el mismo que atendió a mi padre en Santiago luego de su accidente.
A través de terceros logramos hacer contacto vía telefónica. En medio de la tribulación y ansiedad de esos primeros meses, Juan Carlos y su esposa Rosa fueron de gran apoyo para nosotros. Rosa y mami se escribían con frecuencia. En el proceso de admisión al hospital de neurorehabilitación aquí en España, ellos nos guiaron desde la experiencia que ya tenían [hasta se las ingeniaron para, en un centro tan grande, ser vecinitos tienen habitaciones puerta con puerta].
Su optimismo, espíritu vencedor y energía me hizo pedirle que me contara un chin de el para yo compartirlo con todos ustedes. Justo hoy leí: "Todo lo que Dios hace es bueno y todo lo que permite es necesario". Tuvimos que vivir [ambas familias] estos desafortunados eventos para ahora disfrutar la fortuna de conocernos.
Juan Carlos y Rosa: ¡Gracias! Nuestra próxima conversación será subiendo al Pico Duarte. Dios mediante.