Esposa de Sergio Carlo sale de quirófano; está “en dolor”, pero en paz
Carlo entiende que la acción de enviar mensajes, “es señal de éxito”, aunque en uno de ellos, le expresó que siente “mucho mucho dolor”, pero también paz
Sergio Carlo y Gabriela Arriaza en su boda. Foto: Instagram
La madrugada de este viernes, el conductor del Antinoti, Sergio Carlo, informó a sus seguidores que su esposa, Gabriela Arriaza, está escribiendo y haciendo gestos para comunicarse tras salir de la operación a la que fue sometida en el Oregon Health & Science University, donde le extirparon uno de dos tumores que le detectaron hace unos días.
Carlo entiende que la acción de enviar mensajes, “es señal de éxito”, aunque en uno de ellos, le expresó que siente “mucho mucho dolor”, pero también paz.
En ese sentido, el actor y locutor aseguró que Arriaza “está fuertemente sedada” y que la despiertan cada una hora, además que reconoció a un familiar y a Sergio y que tiene tubos por precaución, ya que puede respirar por sí misma.
“Nos reconoció a mí y a @frachescaarriaza. Le van hacer otra resonancia esta noche”, escribió Sergio junto a una fotografía de su mano sosteniendo la de su compañera de vida. “Pero todo bien… está respondiendo perfectamente todo. Le puse música de su grupo favorito: @culturaprofetica”, añadió.
Entre los textos y figuras, Arriaza hizo saber que quiere una hamburguesa, le agradeció a Sergio, le dijo que no se preocupara y lo regañó.
Sergio, quien el pasado lunes había informado que Arriaza sería sometida a una cirugía en el cerebro, explicó que su pareja “viene sintiéndose mal desde hace dos meses” con “mareos, desorientación y finalmente vómito y mucho dolor de cabeza”.
El expresentador de Chévere Nights también contó que Arriaza visitó médicos en República Dominicana y Atlanta, quienes le diagnosticaron padecimientos diferentes hasta que en Oregón fue donde dieron con las masas de tejido que en los últimos días empeoraron su salud.
“Algunos médicos en RD dijeron que era depresión. Algunos médicos en Atlanta dijeron que era estrés… desde hace una semana no podía tragar ni su saliva. Al verse en esta situación decidió irse a Oregon donde su mamá unos días. Le hicieron una resonancia magnética y dieron con el problema”, dijo.
