Música

Josean Jacobo evoca el poderoso vínculo entre el jazz y la música afro dominicana con "Herencia Criolla"

Desde hace décadas, la composición del jazz moderno en los Estados Unidos ha sido moldeada profundamente por la afluencia de músicos latinoamericanos y caribeños. Hoy, hemos llegado al punto en que elementos de estas tradiciones extranjeras se han infiltrado en muchas escenas del jazz y se han convertido en verdades fundamentales para los músicos del género que se presentan en el espacio actual.

El músico dominicano Josean Jacobo es uno de esos precedentes que ha estado exponiendo diligentemente al público a tales brebajes culturales a lo largo de su multifacética carrera.

Con el lanzamiento del disco "Herencia Criolla", el pianista y compositor explora más la intersección específica de la música afro dominicana y el jazz. En las notas del álbum, el estudioso de la música Michael Ambrosino, describe el trabajo de Jacobo como una amalgama cultural que equilibra la herencia musical del merengue de palo echao', la bachata y el gagá con un sonido de jazz contemporáneo: "Herencia Criolla profundiza la dialéctica musical en el perdurable ingenio de la música dominicana”, agrega Ambrosino.

El disco tiene una presentación antropológica: breves grabaciones de los campos dominicanos hacen la transición a los temas principales, guiando a los oyentes a través de la inspiración cultural detrás de cada composición y arreglo, esto va creando un puente entre la historia y su influencia en el presente.”

Tras el éxito aclamado por los críticos en el álbum "Cimarrón" (E7), que rompió el top 100 en la lista de radio del Jazz Week, y a su vez fue nombrado uno de los mejores álbumes de 2019 por Jazziz Magazine. Herencia Criolla trae de vuelta a la sección rítmica de confianza de Jacobo, esta incluye a Daroll Méndez al bajo y a Otoniel Nicolás en la batería. Todos ellos músicos de extraordinaria variedad y fuerza. Los tres músicos han desarrollado una fuerte relación como conjunto a través de su profunda comprensión de la tradición musical y el cultivo de una identidad grupal.

La química del trío se muestra en el arreglo de la tradicional melodía “San Miguel” que sirve como muestra clara y estelar del concepto de todo el álbum; una tradición popular de honrar a un santo católico con ritmos africanos transformados en un vehículo para la armonía del jazz y la interacción de conjunto.

Los temas “Batey” y “Quisqueya” llenan a la sección de percusión con ritmos vivos y complejos proporcionados por Magic Mejía y Félix García, este último inspirado en el nombre taíno de la isla Hispaniola (hogar de la República Dominicana) una vez más anclando la música a las raíces de la historia en el Caribe. El enérgico "Dos Locos" encuentra al invitado especial Miguel Zenon, un experto en la música latinoamericana. El virtuoso saxofonista navega a través de la complicada melodía con facilidad y, además, haciéndonos creer que es un miembro regular de esta unidad a través de su integración natural a esta agrupación.

El clásico de Juan Luis Guerra “Bachata Rosa” comienza con ocho secciones de conversación musical con el increíble bajista Ramon Vazquez. El tratamiento armónico fresco y la interacción ágil de la banda iluminan como el cancionero latinoamericano es un terreno fértil que aún queda por explorar.

En las notas del álbum Ambrosino declara que “Jacobo continúa educando al público sobre el impacto que la cultura caribeña tiene en el jazz. Herencia Criolla, la última expedición arqueológica de Jacobo, nos invita a descolonizar nuestra mentalidad musical, honrando la compleja diversidad de influencias musicales que han forjado al Jazz en una de las formas de arte más vibrantes e influyentes del mundo”.

Con "Herencia Criolla", Josean Jacobo agrega otro documento importante al catálogo cada vez mayor del Latin Jazz como un socio inseparable del género del jazz.