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Wordle: el millonario juego de palabras

En un par de meses Wordle cosechó más de 2.000.000 de jugadores. A la versión en español jugaron 1.000.000 de personas en un día. EFE

En un par de meses Wordle cosechó más de 2.000.000 de jugadores. A la versión en español jugaron 1.000.000 de personas en un día.

“Wordle no pretende hacer nada con tus datos, es solo un juego divertido que no te quitará más de 3 minutos al día”, dijo Josh Wardle, su creador, en The New York Times.

“Me emociona que el New York Times sea el medio que mantenga el juego de ahora en adelante”, explica Wardle sobre la compra de “Wordle” por parte de NYT, por una suma secreta de siete cifras.

Cuadrados en blanco o con letras en amarillo, verde y gris… ¿Les suenan? Si al despertarse y, como cada mañana, revisan los mensajes no leídos de WhatsApp o abrir Twitter para enterarse de las últimas tendencias es muy posible que ya sepan que esa descripción pertenece a las imágenes de “Wordle”, el último juego de moda.

Una palabra diaria, una revolución en redes

El funcionamiento de “Wordle” es muy sencillo: hay que adivinar una palabra de cinco letras y para ello se dispone de seis o menos intentos. La palabra es la misma para cualquier persona que acceda al juego, cambia cada día, y siempre se parte desde cero, en una cuadrícula blanca sin pistas.

Así, en cada uno de los intentos los colores nos indicarán si hemos acertado alguna letra: una letra en un fondo verde quiere decir que esa letra forma parte de la palabra y está en la posición correcta, un fondo amarillo indica que la letra forma parte de la palabra, pero se encuentra en una posición errónea, y un fondo gris quiere decir que la letra no forma parte de la palabra.

Eso sí, hay que tener cuidado porque puede haber letras que se repitan en la palabra. Y, si en seis intentos no hemos conseguido adivinar la palabra, el juego nos la desvela y toca esperar al día siguiente para volverlo a intentar. Y eso es todo.

Pero ¿por qué sería necesario más? En palabras de Josh Wardle, creador del juego, “‘Wordle’ es muy simple, puedes jugarlo en tres minutos, y eso es todo lo que obtienes”, dijo a la BBC.

Además, “el juego no te exige más tiempo que ese” tal y como señaló Wardle en declaraciones publicadas por The New York Times: “creo que la gente aprecia que exista algo online que simplemente es entretenido. No está tratando de hacer nada turbio con tus datos o tus globos oculares: es solo un juego divertido”.

Nacido desde el amor y para la diversión.

Un juego divertido que nació como un regalo de Wardle a su pareja, Palak Shah, dado que ambos eran aficionados a los concursos de ortografía. De hecho, Shah filtraba las palabras demasiado complejas o poco conocidas, pasando de los 12.000 vocablos de cinco letras que hay en inglés a 2.500, bajo la premisa de que el juego fuese accesible para cualquiera.

De ahí, lo probaron sus amigos y familiares y ante el enganche que produjo en estos, Josh se animó a lanzarlo al mundo. El primer día, 1 de noviembre de 2021, 90 personas lo jugaron. El 2 de enero de 2022, fueron 300.000. Una semana después ya jugaban más de dos millones de personas.

El boca a boca y las redes sociales han contribuido al meteórico ascenso de “Wordle” sobre todo después de que Shah, al darse cuenta de que la gente compartía capturas y emojis al respecto, decidió añadir una opción que permitía compartir los resultados con cuadrados de colores, pero sin desvelar la palabra para no arruinar el juego de otros.

“Que en ‘Wordle’ no haya anuncios ni esté haciendo nada con tus datos es algo totalmente deliberado”, dijo Josh Wardle en la BBC: “siempre sospecho un poco de las ‘apps’ que exigen tu atención y te envían notificaciones automáticas para captarla”.

Así, Wardle tuvo “la idea de hacer exactamente lo contrario: ¿qué pasaría con un juego hecho deliberadamente para no requerir mucha atención?”. Pero ese gran atractivo del juego podría estar, según algunos usuarios, en peligro.

De juego viral a producto millonario.

Y es que recientemente The New York Times ha comprado “Wordle” por una suma no desvelada pero que abarca siete cifras. Es decir, el precio ha sido por lo menos de un millón de dólares.

“Llevo tiempo admirando la forma con la que The Times cuida la calidad de sus juegos y respeta a sus jugadores”, dijo Josh Wardle al propio diario: “sus valores y los míos coinciden en lo que importa, y me emociona que sea este medio el que mantenga el juego de ahora en adelante”.

Pero, a pesar de estas declaraciones y de que desde NYT asegurasen que el juego seguiría siendo gratuito y no sufriría cambios, son varios los jugadores e internautas que se han quejado de un supuesto aumento de dificultad del juego, ya que desde entonces las palabras a adivinar se han vuelto más “cultas”.

De hecho, algunos usuarios siguieron usando la versión “primigenia” del juego gracias a una aplicación que mantenía las palabras programadas por Wardle, descubriendo que a veces daba resultados diferentes a las de la versión del NYT, como “agora” y “aroma” respectivamente en la palabra 241.

“¿Es cosa mía o ‘Wordle’ ya no es tan divertido desde que lo ha comprado el New York Times?”, escribió en Twitter el comediante Trevor Noah. No fue el único, muchos se quejaron de palabras como “caulk”. Ante las críticas, el director de comunicaciones de NYT, Jordan Cohen, aseguró a The Guardian que “no ha cambiado nada de la jugabilidad”.

Entre tanto, son muchas las versiones que han aparecido inspiradas en el juego original: “Dordle”, que te hace adivinar dos palabras a la vez; “Quordle”, que te fuerza a adivinar cuatro palabras de manera simultánea; “Nerdle”, la versión para frikis de las matemáticas, o “Worldle”, que va de adivinar países.

Además, ya hay versiones en múltiples idiomas. De hecho, el ingeniero colombiano Daniel Rodríguez creó una versión de “Wordle” en español que reunió a más de un millón de jugadores en su primer día de lanzamiento.

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