Emelyn Baldera: Mi formación periodística está ligada a la gran familia del Listín
¿Qué la motivó a estudiar Comunicación Social?
Pienso que ese amor por el periodismo nació siendo muy joven cuando me tocó asumir algunos roles en la iglesia y no podía negarme. Estuve clara siempre que quería ser periodista al punto que dejé de lado una beca que me ofrecieron en una universidad importante donde no daban la carrera aún.
¿Qué recuerdos guardas de la universidad y tus compañeros? Guardo gratos recuerdos de mis compañeros, recuerdo el deseo que teníamos todos de trabajar en el área y abrirnos paso en la carrera. Fueron años hermosos. Hicimos una amistad linda y verdadera que aún se mantiene, a veces nos topamos en los afanes de la profesión.
¿Cuándo y porqué se vincula usted a la prensa escrita?
Aunque estudié Comunicación Social y abarca radio, televisión y prensa escrita siempre me gustó escribir, desde muy joven, a tal punto que era la que hacía las cartas en la casa y escribía las tarjetas cuando había una fecha especial. No me gustan muchos los números así que no dudé en escoger la carrera.
Háblemos de sus primeras experiencias y publicaciones en el periódico La Nación.
Encontré en mis inicios gente que me abrió las puertas como ángeles que el señor puso en mi camino y siempre les estaré agradecida. Mi primeros pasos en la prensa escrita fue en el periódico La Nación allí gracias al apoyo del Editor de Cultura pude publicar mi primera columna, que se llamó “Por el ojo de la aguja”, a través de la cual yo daba mi punto de vista de los hechos que sucedían en el país en diferentes áreas, no sólo en la cultura o el arte.
¿Qué le recuerdan sus artículos de opinión publicados en esa etapa de su carrera?
Me traen gratos recuerdos porque siendo yo tan joven podía plantear los temas desde otra perspectiva. Recuerdo un artículo que escribí por la huelga de los profesores en ese momento, recibí una llamada de un ejecutivo del periódico felicitándome, en ese momento me motivé más a seguir escribiendo. ¿Cuando y en qué condiciones llega usted al Listín Diario? Entro al LISTÍN DIARIO en 1998, 25 días después de yo haber dado a luz mi primera hija, Maxlyn Jiménez. Recuerdo que las columnas que escribí en la nación me ayudaron a demostrar mi experiencia ante el subdirector de ese momento que era Mozart D’Lancer quien al leer una de mis columnas (El maco de Mozart), soltó una carcajada y al ver mi decisión (tenía pocos días de dar a luz), me recomendó para una plaza que había vacante.
En el decano de la prensa dominicana usted laboró en una primera etapa en la sección Ciudad, dirigida por Matilde Fabían ¿qué experiencia puede decirnos de ello?
Iniciar en el diarismo por el decano de la prensa dominicana fue un paso importantisimo en mi carrera, un sueño hecho realidad y llegar de la mano de Matilde Fabían fue otra bendición. Una periodista como pocas, ética, comprometida con la profesión, una madre que se preocupaba por enseñarme lo necesario para que estuviera preparada para nuevos retos. Recorrer los barrios, escuchar a la gente, siempre me gustó y por eso fue fácil para mi esa primera misión de trabajar en la sección Ciudad.
¿Cómo valora su etapa en la sección de Entretenimiento del Listín?
Fue una etapa hermosa, diferente y retadora. Reecuerdo que cuando Ramón Almánzar me hizo la propuesta de moverme hacia Entretenimiento no lo pensé dos veces, me gustan los retos y creo que el periodista debe vivir todas esas experiencias.
Recuerdo muchos palos peridísticos, me encantaba sentir ese cosquilleo en el estómago y la presión de saber que tienes una primicia. Sin dudas que disfruté esa etapa.
¿Qué significó para usted trabajar en el Listín Diario?
Una escuela en la que encontré el apoyo de tantos colegas y compañeros que hoy sigo queriendo y respetando, iniciando por los ejecutivos que encontré a mi llegada, hasta el actual director Miguel Franjul. Sin dudas que mi formación periodística está estrechamente ligada a esta gran familia.
La presidencia de Acroarte es un paso importante en su carrera y un reconocimiento a su liderazgo entre la clase artística. ¿Cómo valora usted a estas alturas la importancia de Acroarte en su vida?
Llegar a la presidencia de Acroarte en 2017 fue un paso importante y hacerlo por segunda vez ahora, siendo la primera mujer que logra dirigir la institución en dos ocasiones, aún más. Saber que mis compañeros valoran mi trabajo y dedicación y los aportes que hemos podido hacer a este gremio de profesionales, es una satisfacción indescriptible. Siempre he creído que hay que compromertese y trabajar para dejar huellas, como lo aprendí de mis padres y es lo que he querido hacer en Acroarte. Agradecida de que mi familia me apoye en cada reto profesional, comenzando por mi esposo Máximo Jiménez que me ha dejado volar sin cortarme las alas.
Usted tiene tres hijos talentosos, Maxlyn, Maxwell y María José ¿Salieron a sus padres o eligieron sus propios caminos? ¿Se siente orgullosa de ellos?
Creo que el Señor me regaló tres hermosos hijos por fuera y por dentro, cada uno especial y distinto. Maxlyn la primogénita se le da muy bien el canto, estudió música, toca viola, violín, guitarra y piano, pero puso la música en pausa en este momento, además de que escribe muy bien, hay algunas crónicas firmadas por ella en el LISTÍN DIARIO, cuando Ramón Almánzar la invitó a escribir para Entretenimiento. Maxwell es más callado, pero igual de inteligente, estudia mercadeo y le gusta la tecnología, me ha apoyado mucho en mi trabajo y María José aún estudia en el colegio, dice que quiere ser educadora, le gusta ayudar a otros niños a entender mejor las clases. En fin, ninguno quiso seguir mis pasos en el periodismo. Dicen que es una profesión muy sacrificada.
Qué nos puede decir del libro “Tres décadas de historia: premios Soberano y Acroarte?
Es el resultado de varios años de trabajo, con este libro ponemos en marcha nuestra editora. Es el primer libro que edita Acroarte con material inédito, fotos del momento y las crónicas que se publicaron cada año. Es un documento valioso que esperamor sirva de consulta para saber qué ha sucedido en torno al desarrollo del arte y la cultura en el país.
¿Qué rumbo tomará su vida profesional en el futuro? ¿Seguirá vinculada al periodismo, a los artistas?
Pienso que el periodista nunca deja serlo, trabajo en un proyecto de temporada interesante para visibilizar a la mujer emprendedora “Mujeres que inspiran” me dedicaré de lleno al mismo, presenté la primera entrega el año pasado y este año trabajo en la segunda temporada. Aunque no esté en Acroarte seguiré siendo parte del Consejo de Asesores y todo lo que pueda seguir haciendo para contribuir con el desarrollo del arte y sus intérpretes lo haré, pero segura de que me esperan nuevos retos profesionales a los que les pondré igual entrega y dedicación.