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Cine

Luis del Valle y su pasión por el "Acting Coach"

El trabajo de los actores es uno de los elementos primordiales en una película. Esto lo sabe muy bien el artista del arte dramático Luis del Valle, quien, entre otras cosas, tiene el oficio de “Acting Coach”, o hacer de coach actoral.

Esta herramienta, según ha declarado a este periódico, supone una herramienta de suma importancia para que el trabajo de los intérpretes de una determinada producción cinematográfica, esté lo más uniforme posible.

“Es ayudar a que el actor logre dar el máximo o lo mejor en ese personaje o una determinada escena. Es un preparador, un guía, un colaborador, de ese actor”, explica, Del Valle, cuyo trabajo en esta rama del quehacer cinematográfico fue en “Carta Blanca”, segundo largometraje de Pedro Urrutia (“Código Paz”, 2014).

La cinta, que narra la historia de Manuel Mena, encarnado por Pepe Sierra, un policía dominicano que vive en el mundo de la corrupción de esa institución, tuvo un variado reparto, en el que participaron actores profesionales, tanto locales como extranjeros, pero también figuras de otros mundos del entretenimiento, como intérpretes de la música urbana.

Este último caso fue el de puertorriqueño Tempo y el dominicano El Alfa. Del primero recuerda que se entregó mucho y que siempre estuvo concentrado en hacer un buen trabajo.

Con el segundo, quien tuvo un papel de menor exposición en pantalla, tuvo menos tiempo de interacción por sus compromisos en presentaciones, pero que igualmente al estar más cerca del perfil de los personajes, solo les explicó cuál era el “entendimiento de la escena, del universo de la historia, repasar dialogos”.

Esto, sobre todo porque Del Valle, asegura que no tuvo la oportunidad de vivir en un barrio, como los que se presentan en la película, ni ver las acciones del universo delincuencial que se manifiesta en esos espacios sociales.

Pero el reto mayor que tuvo Luis del Valle, fue enfrentarse a dos actores mexicanos que encarnaron roles dominicanos. Es el caso de Damian Alcázar y Julio Bracho, dos intérpretes a los que casualmente les ha tocado hacer del dictador Rafael Leonidas Trujillo.

El primero en la serie “Rubirosa” (Hugo Rodríguez y Carlos Moreno, 2018), y el segundo en “El Chivo” (Humberto “Kico” Olivieri, 2014). A Del Valle le tocó casualmente hacer de coach de Alcázar en la mencionada “Rubirosa”, filmada en República Dominicana, y tuvo que hacer que el acento mexicano del intérprete se notara lo menos posible.

En este segundo encuentro se siente más satisfecho, ya que tuvieron tiempo para trabajar, algo que no pasó con Bracho, quien tenía compromisos en España, donde en ese momento filmaba la serie “Fugitiva”, junto a la actriz Paz Vega. “No logramos el acento dominicano como tal, lo único que pudimos llegar fue a neutralizarlo lo más que posible”, comenta Del Valle.

Al hacer referencia a los avances que ha tenido el renglón actuación en el cine local, su comentario es positivo y optimista, y que se ha ido avanzando desde que hacer películas y otros audiovisuales tengan profusión gracias a la aplicación de la Ley de cine.

Eso sí, entiende que hace falta que los actores tengan más formación en otros aspectos de la producción cinematográfica, conocer de guión, la estructura de la edición, la naturaleza de un set de rodaje, más oficio frente a la cámara.“Si pudieran tener más formación en dirección de actores o que se pueda tener un acting coach. Más entrenamiento, entender el momento a momento de los personajes”, concluye.