Gilberto Santa Rosa tiene cuatro hijos que cantan "pero muy mal"
El cantante tiene fe en que las próximas generaciones preservarán la salsa, un género que ha perdido recientemente a grandes exponentes
Gilberto Santa Rosa confiesa con humor que sus cuatro hijos “cantan, pero muy mal”, aunque no está del todo seguro de si lo hacen adrede o en broma. Sin embargo, tiene fe en que las próximas generaciones preservarán la salsa, un género que ha perdido recientemente a grandes exponentes como Tito Rojas, Johnny Pacheco y Larry Harlow.
“Hay una generación de músicos muy buenos, cantantes exquisitos y sobre todo muchachos que tienen deseos de hacer esta música, porque es más fácil hacer otro tipo de música y ellos deciden que quieren hace esta”, dijo el apodado “Caballero de la Salsa” en una entrevista reciente por videollamada desde Puerto Rico. “Nos falta la difusión... nos falta más entrar en todo este asunto de los nuevos formatos. Talento hay muchísimo”.
Santa Rosa será reconocido el 17 de noviembre con el Premio a la Excelencia Musical de la Academia Latina de la Grabación como parte de las celebraciones de los Latin Grammy. Recibirá el honor en Las Vegas, en coincidencia con su gira estadounidense “Camínalo Tour”.
La gira comenzará el 7 de octubre en Lubbock, Texas, y tendrá paradas en Miami, Dallas, Houston, Chicago, Washington y Los Ángeles, entre otras ciudades, antes de terminar el 13 de febrero de 2022 en Orlando, Florida. Los boletos ya están a la venta.
El músico puertorriqueño se expresó “muy emocionado” de volver al ruedo, sobre todo luego de tantos meses de cierres debido a la pandemia. “Un año y medio se dice fácil, pero fue muy duro para todos los que pertenecemos a esta industria y de momento puedes hacer lo que sabes que quieres hacer y te gusta hacer”, dijo.
En cuanto al galardón que recibirá de la Academia, el ganador de un Grammy y cinco Latin Grammy conocido por himnos de la salsa contemporánea como “Perdóname”, “Conciencia” y “Amor mío no te vayas” expresó cierta incredulidad de figurar en un cuadro de homenajeados que entre otros incluye a Fito Páez, Milly Quezada, Emmanuel y Joaquín Sabina.
“Ha sido una bendición en mi carrera y otra buena noticia, para empezar, porque yo no esperaba eso”, dijo Santa Rosa. “Además, el nivel de artistas que han premiado... los nombres que se barajan ahí, digo: ‘¡Guau, estas son las grandes ligas! ¿Qué hago metido aquí?’”
Santa Rosa fue uno de los pocos artistas de la salsa que surgió en los años 80, cuando la explosión del género de la década anterior pasaba por un declive. A lo largo de su carrera compartió escenarios con grandes como Celia Cruz, Johnny Ventura, Willie Rosario y la banda Puerto Rico All Stars, pero su historia se remonta a mucho antes.
“A los 6 años exactamente me enamoré de la música”, dijo. “Pienso que ese tipo de talento no se fabrica. De momento empiezas a tener la inquietud y empiezas a descubrir tu habilidad”.
Nacido en Santurce, Puerto Rico, en 1962, contó que en su familia no había músicos, pero que gracias a un amigo que sabía tocar la guitarra y a la influencia de la radio y el cine comenzó a cantar boleros, su “primer amor”, cuando estudiaba la primaria.
Para los 12 años integró su primer grupo de salsa, pues notó que tenía habilidad para la música cadenciosa y que los artistas que más le llamaban la atención eran intérpretes de géneros bailables. Pero en esos primeros años la salsa, que tuvo su cuna en Nueva York, no era bien recibida por todos, como ahora pasa con la música urbana.
“Había músicos y cantantes que no simpatizaban con eso de que le llamaran salsa a la música cubana (y)... había cierto público que veía esa música como una música de la calle”, recordó.
Pero la salsa fue imparable y empezó a sonar por todos lados y entre todos los estratos sociales. Como género se amplió para incluir letras complejas sobre traiciones amorosas, crónicas de los barrios bajos y temas sociales, sin dejar de lado sus increíbles orquestaciones y ritmo bailable.
“Llegó un señor que se llama Ruben Blades, de momento agarró la onda del tema social y encontró en la salsa un vehículo efectivo para llevar un mensaje y el mensaje llegó, sin lugar a dudas. Hizo un cambio radical en la lírica”, destacó Santa Rosa.
En 1986 lanzó su primer álbum como solista, “Good Vibrations”, y a este le siguieron “Expresión” y “El Caballero de la Salsa: La Historia Tropical...”, entre muchos otros, con éxitos que también incluyen “La agarro bajando”, “Conteo regresivo” y “Que alguien me diga”. En 2016 recibió el récord mundial Guinness por la mayor cantidad de discos en el primer puesto de la lista de álbumes tropicales de Billboard.
Otro de sus logros es haberse presentado en cuatro ocasiones en el Carnegie Hall de Nueva York, la primera de ellas registrada en el álbum “En vivo desde Carnegie Hall” de 1995. Luego vinieron un par de presentaciones más, incluyendo un homenaje a Tito Rodríguez, y la más reciente cuando se cumplieron 23 años de su primer concierto en la sala.
“Tengo que decirte con honestidad que me disfruté mucho más los otros tres, porque el primer concierto en el Carnegie Hall prácticamente me intimidó a mí. Es un lugar tan importante y yo tenía una gran responsabilidad que se convirtió hasta en una cierta presión”, admitió Santa Rosa.
Y, agregó: “El género ha hecho cosas bonitas para mí y ha abierto puertas para mí. Yo me he disfrutado mucho ser representante del género”.
Su más reciente álbum es “Colegas”, lanzado en 2020 con 19 canciones, la gran mayoría temas tradicionales de salsa de antaño como “La familia”, “Que se sepa” y “Bam Bam quere”, que desarrolló a lo largo de siete años. Con Víctor Manuelle interpreta “El mejor sonero”, con el fallecido Tito Rojas “Por la calle del medio”, de Charlie Donato, y con Nino Segarra un popurrí de boleros.
Tito Nieves, José Alberto “El Canario”, Luisito Carrión, Pirulo, Isaac Delgado, Juan José Hernández, Maelo Ruiz, Michelle Brava y Choco Orta son otros de los cantantes invitados en el álbum.
Santa Rosa contó que comenzó a crear la base musical de esta producción con dos grandes figuras de la salsa, Johnny “Dandy” Rodríguez y Orestes Vilató de la orquesta Típica 73, con quienes grabó en Puerto Rico. También convocó en los instrumentos a Pablito Rosario y Sammy García, para después salir a “buscarle novio” a cada canción.
“Fue una aventura de verdad... muy positiva”, dijo Santa Rosa. “Son canciones que yo oí cuando pequeño y cuando yo las escuchaba ya tenían muchos años. El lenguaje es muy tradicional, (pero) el sonido es muy actual”.