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Grandes clásicos del cine: "El motín del Caine"

Este filme es una verdadera apuesta para pasar dos horas de puro cine del bueno. Por lo que la recomendamos a esta nueva generación

Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

El motín es una rebelión contra el orden establecido. Tal rebelión implica la desobediencia a la cadena de mando.

Constituye el delito como amotinamiento. Esta revuelta es sumamente peligrosa, máxime si se realiza en un buque de una Armada Naval, en pleno apogeo de una guerra.

Pero este motín logra consumarse ante un evento latente (un ciclón); por lo cual era posible que por provenir de fenómeno atmosférico pudiera perecer toda la tripulación por la falta de acción del comandante, lográndose así, el momento adecuado para dicha sublevación.

Aquí viene la gran pregunta: ¿Era necesario ante un evento catastrófico y un comandante supuestamente “insano” hacer dicho motín?

Todo este evento está bien delineado con actuaciones estupendas en la película “El motín del Caine” del año 1954 y dirigida por Edward Dmytryk.

La trama está ubicada en un dragaminas (Buque) de nombre USS Caine, en pleno apogeo de la Segunda Guerra Mundial.

El nuevo comandante Queeg (Humphrey Bogart) asume el mando del buque caracterizándose por implantar una férrea disciplina, en la cual dicha tripulación no estaba acostumbrada.

Este nuevo jefe comienza a tener observaciones muy rígidas y de castigar a marineros por conductas muy simples, dando inicio a que el teniente Keefer (Fred McMurray) empiece una trama conspirativa aduciendo que el comandante Queeg posee delirio o enajenaciones mentales.

En un momento determinado, ante la furia de los vientos de un poderoso huracán, el comandante Queeg pierde la cordura y la sensatez, y el segundo oficial al mando, de nombre Maryk (Van Johnson), es instigado por Keefer para relevar a su superior y éste es confinado en su camarote.

El amotinamiento se ha consumado. Por este hecho tendrán todos que responder ante un Consejo de Guerra elevado por su antiguo comandante.

La conducta y las circunstancias en que se el comandante Queeg perdió por un lapso de tiempo el sentido del momento, nos lleva a preguntar si las acciones de sus subalternos eran las correctas.

Ahora bien, para que el segundo oficial al mando Maryk tomase la decisión del motín, hubo de tener a alguien que hiciera la labor de diablillo como ente instigador como siempre sucede.

Esa persona era el teniente Keefer, una especie de pseudo intelectual que comienza desde el primer momento a incitar la rebelión y tratar de convencer a sus compañeros para que tomen la acción de rebeldía. Pero este individuo es un hombre cobarde y mentiroso que queda muy mal parado al final de la trama como suelen ser los individuos que se esconden bajo una fachada de doble moral.

El filme delinea muy bien las conductas de cada individuo, reflejando en ellos, las diversas contradicciones sin tener a alguien que pudiera ser un ente de equilibrio entre todos.

Las actuaciones están muy bien por parte del elenco secundario; pero la soberbia demostración interpretativa de Humphrey Bogaert es extraordinaria que todavía hoy se hace referencia a la misma.

El director Edward Dymtryk logra concatenar cada plano para dar ese momento álgido, tanto en el puente de mando como el momento del juicio para crear una tensión máxima, y así atrapar al espectador en sus asientos bajo un esquema de suspenso muy bien logrado.

“El Motín del Caine” es una verdadera apuesta para pasar dos horas de puro cine del bueno.

Por lo que la recomendamos a esta nueva generación que quizás no la hayan visto, y del que la pudo ver anteriormente, vale la pena visualizarla de nuevo.

Curiosidades de la película:

1) La película es una adaptación de la novela de Herman Wouk, cuya versión teatral había sido un éxito en 1953 con Henry Fonda en el papel del capitán neurótico.

2) Es la película favorita del actor Maurice Joseph Micklewhite, de la que adoptó parte de su nombre como apellido. Nos estamos refiriendo al actor Michael Caine.

3) A pesar del entorno de la guerra, la película que realizó Edward Dmytryk no trata de batalla alguna y ni siquiera aparecen los enemigos a los que se enfrenta la marina aliada.

Es, más bien, una historia de orden moral, y lo que pone en escena es la legitimidad de unos oficiales al amotinarse.

4) Tuvo un presupuesto de dos millones de dólares y recaudó una suma por encima de los veinte millones para el deleite de sus productores.

Algunas de las curiosidades fueron tomadas de la página de películasdeculto.blogspot.com

Ficha Técnica: Calificación: 4/5 (Muy Buena) Nombre Original: The Caine Mutiny Año: 1954

Duración: 124 minutos Del director Edward Dmytryk: Cineasta origen ucraniano incluido en la lista negra durante la caza de brujas en la era del macarthismo.

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