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Hoy día todo se vale como estrategia en el mundo de la música

Una nueva mirada a las convenciones establecidas, a partir de las nuevas estrategias, hacen que lo que se había establecido como normas contemple otras realidades

Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo, RD

La tecnología cambió el negocio de la música y de igual modo su manera de promocionarla. Una nueva mirada a las convenciones establecidas, a partir de las nuevas estrategias, hacen que lo que se había establecido como normas contemple otras realidades irreverentes para algunos y natural para los demás.

El público del siglo XXI no solo consume el producto per se, ahora los artistas deben llevar a sus seguidores más que sus canciones, con logísticas de trabajo (planificadas o no) pero que le permiten a los famosos estar presentes en el medio, muchas veces sin tener en el momento una pegada por su música.

Lanzar una canción o un álbum musical requiere del acompañamiento de una historia, un escándalo, una pelea, un embarazo, todo se vale en este mundo en donde las redes sociales son la mejor vía o canal para llevar el mensaje.

Casos

En el país los exponentes urbanos se han perdido en sus propias estrategias mercadológicas, tienen más valor los bienes económicos, autos, joyas, peleas, rivalidades, escándalos y otros, que puedan exhibir, que la música que puedan colocar en el mercado. Sus manejadores, conscientes o no, saben que estas herramientas funcionan porque el público las consume con avidez.

La semana pasada Mozart La Para se hizo viral al ofrecer una entrevista en donde desempolvó el tema de su divorcio y posterior matrimonio y la madre de su hija. El público espera por el lanzamiento de algún disco, pues sus declaraciones no han sido por casualidad.

El Alfa “El rey del dembow” ha sido más viral, en toda su carrera, por sus excentricidades que comparte en sus redes sociales, que por su propuesta artística. Este 22 de octubre estará llevando su concierto, por primera vez, en el Madison Square Garden, en la ciudad de Nueva York, pero por lo visto la adquisición de su vehículo Bugatti, fue más noticia que el reto que tiene como artistas.

En el merengue

Desde su salida con su orquesta El Jeffrey también se ha prestado a este tipo de maniobras. La más reciente fue el pasado mes de marzo cuando en una entrevista en Alofoke Radio Show confesó haber hablado con Satanás y que este le hizo una oferta tentadora, su vida a cambio del éxito.

El merenguero confesó que satanás se le presentó en la piel de una persona “muy importante y famosa”, mientras tocaba una fiesta hace muchos años. Ese mismo mes el merenguero lanzó el tema “Que pena”, la vez que anunciaba un nuevo disco.

En el pasado

Desde el siglo pasado nuestros artistas han llevado adelante maniobras memorables como cuando regó la voz de que a Johnny Ventura le quedaban meses de vida porque padecía de leucemia. Según reveló el mismo Ventura, esto obedecía a que, para el momento, Johnny era el joven merenguero que acaparaba la atención del público.

Surgió con una propuesta diferente, en vez de seguir lo establecido con una gran orquesta, se lanzó con un grupo de músicos más reducidos, al que llamó “El Combo Show de Johnny Ventura”, además sus intérpretes eran parte de una coreografía que gustaba mucho al público.

Johnny no solo hacía merengues, también coqueteaba con varios géneros lo que lo hacía más versátil para el consumidor. Ventura pasó años desmintiendo la acusación de la falsa enfermedad que se inventaron para sacarlo del mercado.

En los años 70 los merengueros Johnny Ventura y Wilfrido Vargas mantenían una guerra mediática por la supremacía del liderazgo. El comunicador Domingo Bautista, quien no fue el creador, pero sí formó parte del entramado cuando se acusó a la gente de Johnny Ventura de haber colocado una bomba en un avión de Dominicana de Aviación, donde Los Beduinos hacían un viaje a la ciudad de New York.

“En su momento, el hecho creó uno de los más grandes revuelos que se registre en la historia del espectáculo. Este acontecimiento desplegado en la primera plana del periódico El Nacional un 1 de octubre del año 1975 provocó en los organismos de Seguridad del Estado un movimiento nunca antes visto que paralizó por más de cinco horas el registro de la nave en el Aeropuerto Internacional de Las Américas”, así lo relató Domingo en una confesión pública.