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Desde la última butaca: "La muerte del gato"

La mayoría de edad distingue a la comedia cubana. Tomás Gutiérrez Alea (Titon) la vistió de largo al incorporarle, junto a la risa, la crítica socio-política, el thriller y el drama.

Lilo Vilaplana es un escritor y cineasta cubano que ha dirigido las exitosas teleseries “Metástasis” (capítulos 2 y 6) y “El Capo”. En 2014 estrenó la versión cinematográfica de uno de sus cuentos más emblemáticos.

Alberto Pujols lo ayudó con el guion. El cortometraje se convirtió en un acontecimiento que llegó hasta el festival de Cannes, donde fue exhibido fuera de concurso.

Ubicado en la Cuba de 1989, un día después del fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, el relato denuncia a los “chivatos”.

“La muerte del gato” es cine. Brilla por encima de toda pasión. Una cinta de ficción, pero épica. No exenta del cuestionamiento de los despropósitos, tema ya abordado por otros cineastas de la isla como el propio Titon y Juan Carlos Tabío en “Fresa y Chocolate” (1993). El filme sacraliza la injusticia, la rebeldía y el ajuste de cuentas en una realidad determinada que el autor llama por su nombre: Cuba.

En la obra de Vilaplana no hay espacio para el panfleto. Destaca un legado profesional tanto en la cinematografía como en la dirección de actores, a pesar de su escaso presupuesto . La economía de recursos, la fortaleza del guion y la novedad de la historia son suficientes elementos para un espectador que no va al cine a comer palomitas.

De cuadro en cuadro, de enfoque en enfoque, de encuadre en encuadre se ensartan imágenes habaneras como telón de fondo al escenario colombiano donde se desarrolla historia. “La muerte del gato” es cine de actores, donde todos saben transformarse. No es un proyecto para exterminar a un felino juguetón, sino para golpear. Su brevedad cautiva. En ella todo es posible, desde virar fotos al revés hasta vaciar las frustraciones.

Cuatro actores cubanos se echan al hombro la película: Alberto Pujols, Bárbaro Marín, Jorge Perugorría y Coralita Veloz, siempre bien dirigidos por Vilaplana. Ellos no juegan con el espectador. Sus personajes hacen reír, llorar y obligan a buscar una segunda lectura. “La muere del gato” no es una obra “simpática” que en cualquier otra sociedad merece carcajadas. No lo es.

Ficha Técnica: Género: Cortometraje. Países: Cuba y Colombia. Director: Lilo Vilaplana. Guion: Lilo Vilaplana y Alberto Pujols. Premios: Selección Oficial Fuera de Concurso, Festival de Cannes. Reparto: Alberto Pujols, Jorge Perugorría, Bárbaro Marín y Coralita Veloz. Sinopsis: Tres vecinos planean asesinar al gato de la presidenta del Comité de Defensa de la Revolución.