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Recuerdan al músico Johnny Pacheco por su legado y humildad durante velatorio

Ruth E. Hernández Beltrán/EFENueva York

Familiares, amigos y admiradores de la salsa se despidieron ayer del recientemente fallecido músico dominicano Johnny Pacheco, uno de los principales responsables de haber puesto al mundo a bailar con un género que nació en las calles latinas de Nueva York.

Pacheco, que fundó el sello Fania junto al abogado Jerry Masucci, que revolucionó la música latina, murió el pasado 15 de febrero de neumonía y este martes sus restos fueron velados en la funeraria Frank E. Campbell, donde también se expuso a Celia Cruz, la "reina de la salsa", otra famosa integrante de esa discográfica, que nació en 1964.

El también conocido como "padre de la salsa", fue recordado este martes tanto por su legado musical como cofundador de las famosas y legendarias Estrellas de Fania, como por su humildad durante el velatorio del músico en Manhattan, donde se escuchaba la música que llevó a todo el mundo, había fotos del artista y un video que mostraba conciertos de la Fania.

Su esposa Cuqui Pacheco recordó que los últimos momentos del artista fueron "muy tranquilos".

"Tuve la dicha de poder estar con él, y hablarle, y besarle; pedirle que no se fuera de mi lado, que me cuidara, que me guiara en todo esto y me dejara saber qué era lo que él quería, y creo que todo ha quedado muy lindo", dijo.

Aseguró que le recordará "riéndose porque siempre hacía chistes, siempre era alegre, siempre con música".

"Él fue un padre para nosotros", dijo por su parte a Efe el conguero Eddie Montalvo, exintegrante de las Estrellas de Fania que se refirió a Pacheco como un "icono".

"Fue un hombre que trajo buena música, siempre bien vestido, siempre ponía a la gente a gozar", indicó además el conocido músico, quien recordó que antes de integrar la Fania había tocado con la banda de Pacheco y con Héctor Lavoe, entonces integrante del legendario conjunto.

En 1979 Pacheco -que nació en la ciudad de Santiago, República Dominicana como Juan Zacarías Pacheco Knnipping- le propuso unirse al grupo "y cogí miedo porque se trataba de reemplazar a Ray Barreto (1929-2006)", indicó el conguero, quien estuvo con la Fania desde ese entonces hasta su final, a la que recuerda como una familia, siempre bajo la batuta de Pacheco, también flautista, compositor y productor.

"Son tiempos que vivirán en mi corazón", aseguró el músico, que también integró el Son del solar, grupo que acompañó a Rubén Blades -otra estrella de la Fania- por varios años.

Admiradores como Iris Peña, de 71 años, que dice no se perdía un baile de la Fania, también acudieron a dar su último adiós al maestro Pacheco, del que ella recuerda que le gustaba conversar con el público.

De esas conversaciones, Peña no olvida que a su compatriota "le gustaba mucho el jalao", un dulce de coco y miel típico de su país.

También estuvo presente el colombiano José Mejía, que con orgullo señaló que los barranquilleros como él "son salserísimos”.

"A mí siempre me ha gustado la salsa, desde que tengo uso de razón, y Johnny Pacheco era uno de mis ídolos. Dejó un legado muy importante, un gran ejemplo para los jóvenes saleros. Por él pasaron muchos cantantes como Celia Cruz y Héctor Lavoe, Bobby Cruz; infinidad de cantantes que son un legado muy importante para la salsa", señaló.

El también músico Raúl Acosta, del grupo Oro Sólido, destacó por su parte que muchos artistas "le deben su carrera a Pacheco, que fue un ejemplo tanto en la tarima y fuera de la tarima, como en su familia y hombre de negocios.

"Deja un gran legado que perdurará. Esperamos que muchos jóvenes sigan ese gran ejemplo", añadió.

Andrés van det Horst, productor del documental sobre la historia de la salsa titulado "Yo soy la salsa", le recuerda como "una persona sin egos, que lo que quería hacer era música, trascender con su arte y un ser humano extraordinario".

Mañana habrá una misa para Pacheco en El Barrio latino de Harlem, donde nació la salsa, y el músico será sepultado en el cementerio Woodlawn en El Bronx, donde también descansan Celia Cruz y su marido, el trompetista Pedro Knight.

Y siguiendo las directrices del músico recordado por su buen humor, en su tumba dirá: "Aquí se encuentra Johnny Pacheco en contra de su voluntad".

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