EN SANTIAGO SE COMENTA

Despedida a Guanchy Sánchez

Éramos un grupo interesante en los años noventa, Luis Ramón Ramia, joven fogoso, bue­na gente, con un gran caris­ma, perteneciente a una fami­lia honorable de la sociedad de Santiago, era el muchacho más humilde del grupo que armó, su hermano Julián Alberto, se le ocurrió hacer unos viajes por el país en au­tobús, los cuales nos permitían, disfrutar y afianzar más nuestra amistad, algunos ca­sados, otros con novias, recuerdo el viaje a Samaná, nos paramos en Nagua en un res­taurante de mariscos, ahí planificamos un serrucho, la mayoría pedimos algo ligero, yo no me sentía bien y pedí una pequeña sopa, Guanchy Sánchez pidió dos servicios de langostas, le dije: “Mira maldito gago, no gastaremos más, cada quien paga lo que pida”, se moría de la risa. Cuando ha­cíamos colectas seguía pidiendo los platos

más caros para que nosotros pagáramos por él, era una de sus bromas, cuánto nos hizo reír. Un hombre bueno que le gus­taba ayudar a los demás, Guanchy con sus habilidades hizo una gran fortuna co­mo accionistas de Las Águilas Cibaeñas y comercializador de las transmisiones de los juegos, era muy popular. Querido amigo Guanchy cuánto te extrañaremos, descansa en paz.

Cuidémonos

Vi a la nueva directora de prensa de La Casa Blanca, Jen Psaki, cuando comenzó hablar en una rueda de prensa, se qui­tó las mascarillas, tenía puesta una qui­rúrgica y una N-95, se estaba cuidando, eso hago yo cuando voy a un lugar públi­co, sobre todo al supermercado, porque no estoy yendo a restaurantes, me pon­go dos tapabocas. Hay un gran grupo de persona que no se cuidan, sobre todo jóvenes, no creen que el coronavirus es una realidad, lo malo es que uno se cui­da y quizás los que están con uno no, a pesar de ver todas las personas que están muriendo en el mundo y muchos países volviendo a cerrar, qué barbaridad.

Mi amigo Negro Veras

El doctor Ramón Antonio Veras, cariño­samente Negro, escribió el libro “A los 60 años, dos panfleteros de Santiago contra un régimen tiránico”, interesante obra, la cual recibí con un gran placer. Negro es un referente en el país, querido, ama­do y respetado. Me honra ser su amiga, un privilegio tener una persona como él entre sus relacionados, nuestra amistad viene de lejos y lo digo con orgullo ser parte de su grupo. Lean el libro.

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