Un brindis por Charlot: El hombre que hizo pensar al mundo con el humor

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Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

La palabra ge­nio proviene del latín (genius) que significa ca­pacidad men­tal extraordinaria. El mis­mo origen de la palabra se le puede dar sentido de “in­ventor“. Es por ello, que es­te artículo está dedicado a un inventor con una capaci­dad extraordinaria para ha­cernos reír y llorar sin tener que decirnos una palabra: Charles Chaplin.

Charles Spencer Cha­plin (Londres, 16 de abril 1889-Suiza, 25 dic. 1977) fue un cineasta y músico que ha cautivado a varias generaciones desde que co­menzó a principios del siglo XX a formar parte de un ar­te que estaba en gestación y que él mismo ayudó a desa­rrollarlo: El Cine.

Desde muy temprana edad Charles Chaplin estu­vo inclinado hacia el arte, siendo un jovenzuelo co­mienza a laborar como pan­tomimo en la compañía de Fred Karno uno de los gran­des reyes de la industria de la comedia en ese tiempo. Con la compañía de Karno realiza varios personajes que son del agrado del pú­blico, hasta que en uno de los viajes de esta compañía hacia los Estados Unidos, llega a verlo Mark Sennett quien a la sazón era uno de lo que producían películas cómicas a través de su em­presa la Keystone Studio.

Charles Chaplin llega en un momento en el cual es­tá naciendo un arte, desco­nocido para él, y hay una ebullición de rodajes de pe­lículas de la mano de David W. Griffith, Edwin S. Porter, Mark Sennett y entre ellos se encuentra Chaplin; que luce admirado por este en­cuentro.

En el año del 1915, Char­les Chaplin es contratado por la empresa Essanay y deja la Keystone. Con ésta represen­ta su primer aprendizaje, y con Essanay, es el descubri­miento, la pasión de explotar lo que lleva dentro de sí. De­sarrolla y va perfeccionando su famoso personaje del va­gabundo; que el distribuidor de películas francés llamado Jacques Haik lo denomina Charlot, nombre con el que habría de triunfar.

En casi cuatro años, Cha­plin ha escalado las más al­tas cumbres del triunfo. Su nombre recorre el mundo, las personas lo imitan, se visten de acuerdo a su per­sonaje y realizan concurso buscando el doble de Char­

lot. Como dato curioso, en una ocasión se celebraba un concurso de imitadores de Charlot (el vagabundo) en el Teatro Chino de Grau­man en Hollywood, y a Chaplin se le ocurrió la idea de presentarse de incógnito quedando en tercer lugar. Ironía de la vida.

Charlot es un vagabundo con modales refinados y dig­nidad de caballero. Se con­virtió en la estrella más exi­tosa de este tiempo e hizo su debut con este personaje con la cinta “Carreras Sofocan­tes“ (1914). A partir de ahí, realiza variados cortos entre ellos: El Vagabundo (1916); El Bombero (1916); El In­migrante (1917); Una Vida de Perros (1918) y Armas al hombros (1918).

En 1919 funda la em­presa United Artists jun­to con cineastas y actores como Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David W. Griffitts. En 1921 hace “El Chico” y en 1923 realiza “Una mujer de París“. Esta es la única obra que no apa­rece en su filmografía.

La Quimera del Oro (1925) es su obra maestro donde el vagabundo es atraí­do por la fiebre del oro y se traslada a Alaska para probar fortuna. Existe un trasfondo ideológico lleno de humani­dad; pero enriquecido con diversas emociones.

En 1928 realiza “El Circo” y en este momento, la indus­tria da un salto, con la llega­da del cine sonoro un año antes. La gente le pide que un filme hablado con el per­sonaje del vagabundo y Cha­plin lo descarta. Por el con­trario, en pleno auge del cine sonoro estrena “Luces de la Ciudad” (1936) mostrándo­nos una obra maestra carga­da de emociones el cual nos hace reír y llorar a la vez. En 1936, realiza “Tiempos Mo­dernos” con la última apari­ción del famoso personaje que le dio fama.

Ya entrando la década de los 40’s realiza “El Gran Dic­tador” y junto con la ante­rior “Tiempos Modernos”, comienzan sus inconve­nientes con el Comité de Actividades Antiestadouni­denses por supuestas accio­nes en contra de los intere­ses norteamericanos. En el 1952 sale hacia Inglaterra a rodar “Candilejas” y cuan­do decide regresar a los Es­tados Unidos el Servicio de Inmigración decide prohi­birle el ingreso al país. Lo acusan de comunista y de atentar contra la moral; y parte con su última esposa Oona O’Neill a residir a Suiza hasta el día de su muerte.

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Músico.

Compuso varias parti­turas musicales para sus cintas, aunque no fue re­conocido por esto. Su fa­mosa partitura de “Can­dilejas” obtuvo un Oscar como mejor música ori­ginal en la entrega de los premios en 1972. En es­te año regresa a los Es­tados Unidos por invita­ción de la Academia de Artes y Ciencias Cinema­tográficas para rendir­le un homenaje por sus aportes de toda su vida.

Recibió tres premios de la Academia. El referido de mejor banda sonora, y dos de carácter honorí­fico. En 1999, la Ameri­can Film Institute lo defi­nió entre los diez actores más célebres de todos los tiempos y el gran escritor y Premio Nóbel de Litera­tura Bernard Shaw lo de­finió “el único genio de la historia del cine.

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