Las fresas salvajes de Ingmar Bergman: Un frescor antes del punto final
Victor Sjostrom fue un director y guionista sueco que comenzó a realizar sus películas desde el año 1912, y dentro de toda su filmografía cuenta con una obra maestra del cine mudo titulada “El Viento” del año 1928. Sin embargo, su última aparición en el cine fue como actor, en una películas emblemática. Este filme denominado “Fresas Salvajes” (Smultronstallet) (1957), es dirigido por uno de los realizadores más influyentes y estudiados por su forma tan peculiar en su puesta en escena. Nos referimos al inmenso Ingmar Bergman compatriota del mismo actor principal.
La historia se centra en el doctor Isak Borg quien es una persona de edad madura que debe acudir a la Universidad de Lund para recibir un doctorado en honoris causa, por el trabajo realizado en toda su vida. La noche anterior, el Dr.Borg tiene una pesadilla, en la cual se encuentra con una persona de rostro deformado, y pasa frente a él, un coche fúnebre que lleva su propio cuerpo, lo que provoca un factor de angustia a nuestro protagonista; por el cual se despierta de manera abrupta de dicha pesadilla. Es como si fuera una premonición de su muerte por lo que tendrá que prepararse para su final.
Nuestro protagonista realiza una parada en lo que fue el hogar donde vivió en su infancia por donde cruzarán todos sus recuerdos: Donde crecía y recolectaba fresas salvajes. Evocará esos recuerdos como si fuera el presente. Su primer amor, sus padres en la casa familiar, es decir, es como mostrar una película de lo que en su vida tuvo, y le llega a él como paso de tránsito hacia otro lugar desconocido.
Es un viaje en reconocimiento de la muerte. Ingmar Bergman es un director complejo y siempre trata temas difíciles, pero lo maneja con una maestría que solamente un cineasta de la categoría de él es capaz de realizar. Lo que trata de explicarnos no es el destino final que importa, sino el trayecto que hacemos de nuestras vidas donde se componen de experiencias, recuerdos, el tipo de personas que interactuamos, el perdón, la felicidad, es decir, dejar huellas para que nuestras generaciones sigan su recorrido con destreza y madurez.
El guion es del mismo Bergman, donde nos da una estocada en el corazón para hacernos entender que la vida hay que vivirla en todo su recorrido; porque la vejez llegará y luego no podremos volvernos atrás por lo que dejamos. Es una experiencia de vida.
“Fresas Salvajes” es una cinta sobre la vejez y el sentido de la vida, donde nos llegan profundamente temas como la reflexión de la existencia de nosotros, de Dios, de lo inevitable de la muerte. Película profunda y compleja para un público exigente.
CURIOSIDADES
1. Ingmar Bergman escribió el guion en el Hospital Universitario Karolinska de Estocolmo en la primavera de 1957 durante dos meses que duró su ingreso en una clínica de reposo, en contacto con psiquiatras.
2. En una entrevista en 1963, el cineasta Stanley Kubrick mencionó que “Fresas Salvajes” era su segunda película favorita.
3. En 1995, con motivo del centenario de la invención del cine, el Vaticano estableció una lista con las mejores cuarenta y cinco películas. “Fresas Salvajes” fue una de las incluidas por «el viaje interior de un hombre del dolor del pesar y la ansiedad, a un refrescante sentido de la paz y la reconciliación.
4. “Fresas Salvajes” fue aclamada por la crítica y se alzó con importantes galardones como el Oso de Oro a la mejor película en el Festival de cine de Berlín; obtuvo un premio Pasinetti en el Festival de Cine de Venecia. En el Globo de Oro obtuvo el galardón a la mejor película en lengua no inglesa; además de obtener una nominación al Óscar en la categoría de mejor guion original.