Quedarse de brazos caí­dos no era lo que el productor de espectáculos René Brea, tenía como opción cuando la Covid-19 se adueñó del mundo y se llevó entre sus garras el negocio del entre­tenimiento.

Quizás la nueva modali­dad de los conciertos strea­ming, con los que ha im­plementado una nueva fórmula de llevar entrete­nimiento de calidad a los espectadores, no tiene un gran significado económi­co en la industria del espec­táculo en el país, pero sí es una oportunidad para un grupo de personas, artis­tas, productores, suplidores, músicos y demás que ven en estos conciertos una nueva fuente de ingresos, en tiem­pos en que la productividad ha caído estrepitosamente para el sector artístico.

Además los artistas revi­ven la emoción de subir a un escenario, con una pro­puesta altamente calificada y exportable, y el público, a un costo muy asequible, dis­fruta de una puesta en esce­na con el sello de calidad de René Brea.