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El Daddy Yankee dominicano se siente dolido al tener que abandonar personaje del reguetonero

Ynmaculada Cruz HierroSanto Domingo, RD

El joven domi­nicano Gand­hi Regalado no pensó que hacer el doble del popular puertorriqueño Daddy Yankee, desde hace una década, iba a tener un final conflictivo, al punto de que abandonará el per­sonaje después de recibir notificaciones legales que le advierten sobre posibles consecuencias.

Gandhi Regalado expli­có que enfrenta amenazas de demanda desde Estados Unidos por parte de El Car­tel Records, sello discográ­fico propiedad de Daddy Yenkee, por presuntamente infringir políticas de dere­chos de autor.

Regalado declaró que un bufete de abogados de Los Ángeles le ha tumbado sus cuentas en redes sociales, alegando que él está usando una marca registrada. Como imitador de Daddy Yankee, ha visitado progra­mas como “Despierta Amé­rica”, de Univisión, y en Puerto Rico llamó la aten­ción de famosos como Mo­lusco, J Balvin y Pina Re­cords.

Regalado, quien ha en­contrado en la imitación de “El Cangri” una mane­ra de ganarse la vida, acla­ró siempre ha tomado en cuenta introducirse al pú­blico como un imitador y no como el artista en cuestión, y aseguró que nunca se ha prestado para hacer extor­siones con la imagen del Yankee.

“A mí no me llegan be­neficios de Daddy Yankee, lo que hice fue un sacrificio propio, la gente no iba a ver a Daddy Yankee, iba a ver un doble, la gente iba a ver el talento del doble para ver si lo hace como el original”, explicó al programa “Alo­foke Radio Show”.

A Regalado se le sieente triste al tratar el tema por­que sus emociones están atadas al doblaje de Daddy Yankee.

Su decisión de aban­donar el personaje “es un asunto emocional” porque hizo muchos sacrificios pa­ra lograr la caracterización. “Llegué incluso a hacer shows en la Plaza Barón y al terminar ir cobrando mesa por mesa...”.

Luego dijo: “Esto de aho­ra me dio tan duro que yo entendí que ya es tiempo de ponerme para lo mío” (lan­zará su propio proyecto).

Alejandro Fernández

Al igual que el Daddy Yankee dominicano, otros imitadores han tenido si­tuaciones. En 2019 el repre­sentante legal del mexicano Alejandro Fernández inti­mó al imitador Emmanuel Mercado, quien se prepara­ba para presentar un show de “El Potrillo”.

El documento especifica­ba que se le prohibía utili­zar ningún nombre artístico que incluyese los nombres de “El Potrillo”, ni utilizar un personaje basado en Ale­jandro Fernández, ya que los nombres en cuestión se encontraban registrados en el Instituto Nacional del Derecho de Autor, en Méxi­co. El documento advertía a Mercado, quien llevaba 12 años imitando al artista, que si no actuaba en conse­cuencia, Alejandro se vería obligado a presentar la de­nuncia correspondiente.

La mayoría de los artistas de habla hispana tienen un emulador de sus voces y ac­tuaciones, situación que no registra contratiempos.

En 2018 Shakira cono­ció a la venezolana Rebe­ca Maiellano, una doble de la artista colombiana, que también presenta sus shows imitándola, pero con su nombre artístico como “ShakiBecca”.

Desde el 2014 el joven ecuatoriano Jordan Quinte­ro anda imitando la voz de Romeo Santos, talento con el que se ha hecho famoso y ha ganado un público cauti­vo, tanto en su país como en otras naciones.

Los dominicanos

Julio Sabala fue el artista imitador dominicano que en la década de los 80 y 90 se ganó todos los reconoci­mientos y títulos como “El hombre de las mil caras”, “El imitador inimitable” o “El super transformer”.

Julio imitaba a la perfec­ción a Julio Iglesias, José José, Raphael, Celia Cruz, José Feliciano, Juan Luis Guerra, Stevie Wonder, Lio­nel Richie o Michael Jack­son, llenando los más im­portantes escenarios, con una producción de primera, en toda América y Europa.

En el país los artistas más imitados han sido Johnny Ventura, quien tuvo a Ri­chie Ricardo “El Natural” como una especie de imi­tación; Fernando Villalo­na, Toño Rosario y Anthony Santos.

VOZ EXPERTA

Abogada.

Cindy Giugni, abogada especialista en propie­dad intelectual, expli­có a LISTÍN DIARIO que estos casos de imitacio­nes y doblajes de famo­sos no queda del todo definido en las leyes do­minicanas y casi siem­pre están sujetos a la in­terpretación de un juez. Cuando un artista no quiere que se realice una imitación tiene que acu­dir ante los tribunales y exigir que se derima el proceso ante un juez, que estudiará el caso y decidirá el desenlace.

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