The Killer

Me gusta el cine de Jo­hn Woo. Admiro su vo­cación por las cumbres. No importa que promue­va un cine de violencia, con peleas, balaceras y conflictos inclui­dos. Estas acciones le vienen de muy cerca. Su infancia en la República Popular China transcurrió en barrios marginales. Un día, John Woo partió de su patria natal rum­bo Hong Kong. Después se autoexilió en Taiwán y, entre aquella isla y el continen­te llegó a la meca del cine. Aprendió la ma­gia de los comics, musicales y coreografías. También vio mucho cine clásico. Nadie le discute abrir el camino a Hollywood para los directores asiáticos, “The Killer” sirvió de remake muy personal a Richard Donner (“Assasins”, 1995), quien en cambió los ro­les de los protagonistas: enfrentó a Antonio Banderas con Silvester Stallone, ambos co­mo asesinos a sueldo.

John Woo triunfó en Occidente con “The Killer”, por vincular a dos persona­jes desencantados y enfrentados en un ambiente de extrema violencia y muerte.

Esta obra revolucionó el concepto de cine de acción, por aportar dramatismo a las batallas en cámara lenta, los lentes oscuros y la forma de rodar las escenas de tiroteos.

John Woo creó un estilo propio, reno­vador del discurso de los thrillers de poli­cías y gánsters. Es un cine que, además, promueve el culto al honor y a la amis­tad, junto a situaciones dramáticas que pondrán a prueba a los protagonistas.

El concepto visual parte de ciertas zo­nas del cine negro de los años cincuen­ta, tanto norteamericano como europeo. También hay influencias del dibujo ani­mado, teleseries policiacas, revistas, e in­trigas criminales.

Hay escenas muy polémicas, por su in­fluencia con el videoclip, como la de la iglesia, porque proponen lecturas invero­símiles con un nuevo discurso al cine de entretenimiento, gracias al tenso y diná­mico juego de policías y bandidos a tra­vés de una violencia extravagante que no olvida persecuciones de coches, rostros conjurados y muertes por doquier.

Aplausos, además, al sentido estético-coreográfico de la violencia. Esto le per­mite al director mantener su alto vuelo profesional.

Ficha técnica:

Dirección: John Woo. País: Hong Kong. Año 1989. Intérpretes: Chow Yun-Fat, Danny Lee, Sally Yeah, Chu Kong. Duración: 120 minutos. Sinopsis: Un asesino a sueldo se encuentra un día con un inspector policiaco que lo desafiará.