Cine

Olivia de Havilland: Adiós a una estrella del cine

El fallecimiento de la actriz Olivia de Havilland a la edad de 104 años en la ciudad de París, donde residía desde la década de los años cincuenta del siglo pasado, ha conmovido al mundo del cine.

RIENZI PARED PÉREZSanto Domingo

Fue hermana de otra leyenda del cine, la ac­triz Joan Fon­taine, sin em­bargo, entre ellas hubo rivalidades y enemistades durante sus vidas lo cual era muy comentado en los co­rrillos de la época.

Olivia de Havilland na­ce en la ciudad de Tokio, Ja­pón, al igual que su hermana Joan porque su padre ejercía allí su profesión de abogado. Sin embargo, desde muy pe­queñas, ambas hermanas re­sidieron en California bajo la tutela de su madre. Esta las apadrinó para que aprendie­ran el oficio de las artes; por lo que ambas hermanas se dedican la actuación.

Olivia, a la edad de 17 años empieza a participar en obras de teatro como ac­triz secundaria, pero su fa­ma y gloria llegará en la dé­cada de los años treinta, con la Warner Brothers Com­pany, cuando participa junto con el afamado actor Errol Flynn las películas “Capitán Blood” (1935); “La carga de la brigada ligera” (1936) y “Robin de los bosques” (1938). Desde entonces co­mienza una fama que le va­lió para ser escogida como parte del elenco de la obra maestra del cine “Lo que el viento se llevó” en el papel de Melanie Hamilton, lo que le valió su primera nomina­ción a los Premios Oscar.

La década de los años cuarenta constituyen los mejores de su carrera ar­tística donde protagonizó “La vida íntima de Julia No­rris” (1946) y “La Herede­ra” (1949). En ambas cintas obtuvo dos Premios Oscar como mejor actriz. Sin em­bargo, esta década que fue bastante fructífera para su carrera tuvo un impasse con los dueños de la War­ner. Ella los demandó para cesar su contrato de exclusi­vidad que tenía, al igual que todos los artistas que labo­raban para casas producto­ras. Olivia gana la demanda y a partir de ahí, surgen las agencias privadas para re­presentar a los actores y lo­grar que estos pudieran al­canzar un precio justo por su labor profesionales, así como trabajar en las pelícu­las que deseaban, sin ningu­na imposición por parte de los estudios.

En la década de los años cincuenta realiza algunas obras bajo la tutela de los directores Stanley Kramer y Terence Young; pero sin llegar al nivel de sus traba­jos anteriores. Ante tal rea­lidad pasa a trabajar para la televisión y el teatro. En el 1956 se retiró a vivir a Fran­cia donde se mantuvo hasta el fin de sus días.

Olivia de Havilland fue merecedora de varios pre­mios internacionales co­mo la Medalla Nacional de las Artes en el 2008, así co­mo ser parte de la Legión de Honor de la República Fran­cesa, distinción que otor­ga el gobierno galo, y en el 2017 fue distinguida por la Reina Isabel II como Dama del Imperio Británico.

104 años de vida es una suma extraordinaria de ex­periencias; pero mayores fueron los aportes que ca­da ser humano haya podi­do dejar como legado. Oli­via de Havilland pudo dejar varias películas que hoy conforman el contexto his­tórico de un arte sublime y encantador como lo fue el séptimo arte.

Ahí están sus películas, que como homenaje a su trayectoria artística, sería in­teresante volver a disfrutar­las como recordatorio a su trayectoria y el amor que le profesamos al séptimo arte.

Ella fue un mito. Una muchacha que desde niña encaminó su vocación hacia la gran escena gracias al es­fuerzo de su madre para sa­carla adelante en aquel me­dio donde todavía el cine estaba manejado al antojo de las grandes empresas de Hollywood.

Logró imponerse, prime­ro por la belleza de su rostro en cintas de aventuras, ha­ciendo pareja en algunas de ellas con un actor ya famoso llamado Errol Flynn.

Pero a partir de su apari­ción en “Lo que el viento se llevó”, su carrera tomó otro aire y su ascenso hacia el es­trellato no se hizo esperar.

En Paris fue respetada y querida. Junto a su carrera cinematográfica también se encuentra su lucha legal pa­ra terminar con el monopo­lio que ejercían las grandes casas productoras con los contratos de exclusividad que obligaban a firmar a los actores y actrices.

A continuación incluimos el título de varias de sus pe­lículas para que nuestros lectores las busquen y dis­fruten ya bien por la Inter­net o en algunos de los ca­nales streaming.

SEPTIMO ARTE Sus películas: La carga de la brigada li­gera. Robin Hood. Murieron las botas pues­tas. El capitán Bood. Lo que el viento se llevó. Hold Back the Down (Si no amaneciera). La heredera. La vida íntima de Julia Norris. Nido de víboras. No serás un extraño. Canción de cuna para un cadáver. Una mujer atrapada. El enjambre (The Swarm).