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Julián Gil, entre la belleza, el coronavirus y el drama

El más afectado de los intereses de Gil ha sido su restaurante puertorriqueño en Miami, conocido como "La Placita".

Julián Gil no se queda quieto ni en medio de una pandemia. El actor, conductor, productor y empresario argentino-puertorriqueño reconoce que es una de esas personas que nacieron sin el botón de pausa y se nota. Ni siquiera las medidas para contener el coronavirus en Miami le han bajado la velocidad.

"Ese es mi estilo de vida. Yo desde hace muchos años llevo una rutina de ejercicios, alimentación y estructura mental que me permite tener la energía para hacer todo lo que quiero”, dijo Gil en una entrevista con Efe desde su casa para promover los programas especiales "Nuestra Belleza Latina (NBL), el reencuentro”, el reality de Univision del que ha sido parte prácticamente desde el inicio.

"Estuve en Nuestra Belleza Latina como juez entre 2008 y 2013, pero en el fondo nunca me fui, porque me llamaban para retos, para programas especiales. Estoy muy orgulloso de mi participación en ese programa tan especial", afirmó tras reconocer que durante las grabaciones de los especiales hasta lloró y se emocionó muchísimo.

El último programa de la serie del reencuentro de reinas y jueces de NBL termina este domingo y Univision ha dado señales de que la nueva temporada volverá a romper esquemas.

Gil no duda de que seguirá vinculado al programa, en el que durante su trabajo como juez se encargó "de representar a ese hombre que quizá estuviese al lado de su mujer, de su mamá, viendo el reality".

Esas grabaciones no fueron las primeras que Gil hizo en Univision en medio de la pandemia, pus artista forma parte de los conductores de "República Deportiva", el noticiero dominical de noticias que se ha seguido transmitiendo en vivo.

"Esto ha sido muy duro para todos, pero hay que adaptarse", indicó el artista, quien reconoció que sus negocios fuera del mundo del entretenimiento han sido golpeados por la situación.

MOVIENDO MIAMI

El más afectado de los intereses de Gil ha sido su restaurante puertorriqueño en Miami, conocido como "La Placita", un negocio le ha dado tantas alegrías como dolores de cabeza.

Primero fue la lucha para mantener el mural con la bandera boricua en el edificio donde está localizado, en la que justo antes de que explotara la crisis del coronavirus lograron que las autoridades de la ciudad negaran una petición de algunos vecinos de que lo borraran.

"Seguimos abiertos, aunque tuvimos que reducir el personal durante el tiempo que había la orden de estar cerrados. Lo hacemos más que nada para seguir manteniendo a los empleados que quedaron", informo.

El restaurante, que tiene en sociedad con el chef puertorriqueño José Mendín, es una celebración al amor que Gil siente por Puerto Rico, el lugar al que llegó entrando en la adolescencia tras nacer en Argentina y vivir en Venezuela.

PROYECTOS DE PANDEMIA

Como la tranquilidad no es lo suyo, en estos meses de aislamiento, Gil también armó un programa de entrevistas hechas en su casa con estricto aislamiento social, que transmitió a través de Facebook. Entre los invitados de “OK, me quedo en casa” se destaca el cantautor Luis Fonsi.

También produjo y protagonizó el primer proyecto de audiovisual filmado en estos meses en la ciudad. “Se trata de un corto dirigido por Jaime Segura, que se nos ocurrió hacer para demostrar que sí se podía seguir trabajando, siempre y cuando nos adaptàramos a lo que estaba sucediendo”, explicó.

Con el nombre de “El miedo” y con la coprotagonización de la actriz colombiana Verónica Schneider, Gil tiene planes de presentarlo ante la Academia de Televisión para que sea considerado para los premios Emmy.

LA ELUSIVA FELICIDAD

Gil, quien cumplió 50 años el 13 de junio, confesó además que tiene dos problemas personales importantes. Primero, su hija mayor, Nicole, debió suspender su boda eclesiástica cuando su novio fue diagnosticado con cáncer. "Está en pleno tratamiento de quimioterapia, lo que en estas condiciones es más complicado de lo normal", contó.

Además, está su muy mediática lucha en los tribunales mexicanos de familia por la custodia y visitas de su hijo menor, Matías Gil, producto de su efímera relación con la actriz venezolana Marjorie de Sousa.

Ante esto, el artista reconoció que entre sus metas personales está mantenerse estable emocionalmente ante tantos vaivenes.

Un elemento clave para esto es, además del ejercicio y la alimentación, dormir bien y mantenerse agradecido con la vida, consideró.

“Hay un nivel de satisfacción personal que tienes que tener contigo mismo”, subrayó, pues la clave de todo es "ser positivo".

En esa línea, adelantó que tiene muchos proyectos artísticos, "que dependerán de qué pase con la pandemia".

Uno que le ilusiona es la tercera temporada de la serie de abogados de Televisa "Por amar sin ley", pues "es un gran formato que fue bien recibido y que da para muchísimo más", cerró.