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La guerra y sus traumas: La vida puede ser distinta si el medio social no ayuda a los que vuelven

Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

Los mejores años de nues­tra vida pue­de referirse a aquellos epi­sodios de juventud que lle­garon a ser vividos con ple­nitud para que sean el recuerdo eterno cuando es­temos en el ocaso de nues­tra existencia. Sin embargo, cuando los países están en guerra, se desperdician ta­lentos y grandes futuros se pierden en el camino de la vida producto de la contien­da bélica, en la cual, esa ju­ventud pasa a sufrir trastor­nos físicos y mentales si es que quedan con vida.

Esta película se estre­na en el 1946, un año des­pués de finalizar la Segun­da Guerra Mundial y, en ese momento, caló profunda­mente en el sentir de la po­blación de entonces, las se­cuelas que la guerra dejó en esa generación. William Wyler el director de la pelí­cula, jugó un rol estelar pa­ra que los actores pudieran manifestar su histrionismo de una forma tan natural para que las emociones es­tuvieran al máximo.

La trama de la película es la siguiente: Tres solda­dos de nombres Fred Derry (Dana Andrews) de la Avia­ción Militar; Al Stephenson (Fredric March) del ejérci­to y Homer Parrish (Harold Russell) de la Armada, re­gresan a su país con la fina­lidad de encontrarse con los suyos. Mientras dialogan a borde del avión que lo con­duce a su país, comparten la alegría de regresar; pe­ro tienen la incertidumbre y sus temores al encuentro con los familiares y amigos.

A partir de este momen­to de la llegada, cada uno tratará de reinsertarse a sus respectivas vidas; pero des­cubren que muchas cosas han cambiado y que la vida de militar los han transfor­mado. Homer Parrish regre­ sa con ambos brazos muti­lados e intenta recuperar a su novia; pero no quiere que la misma se sacrifique su vida por estar con un “li­siado” que no le garantizará absolutamente nada en el porvenir.

Al Stephenson ha visto su familia crecer estando él au­sente, y sus hijos tienen de­seos y actitudes muy disími­les como lo hubiera querido como padre. Y por último, está Fred Derry que se reencuentra con su esposa quien ya no desea estar con él porque dejó de amarlo.

Como podrán notar, ca­da una de estas vidas, se encuentran desorientadas buscando una oportunidad para sentirse útil en esta nueva forma de vivir. “Los mejores años de nuestra vi­da” es un verdadero drama sobre la situación de los ve­teranos de guerra que se les dificulta su reinserción a la vida civil.

Estos ciudadanos que lo dieron todo por su país, po­seen heridas psicológicas muy profundas que fueron marcadas por la guerra, y buscan afanosamente po­der adaptarse a la sociedad que dejaron atrás; porque de lo contrario, podrán caer en el vicio del alcohol o del suicidio como manera de escape.

Este filme posee una puesta en escena por parte del director bastante ade­cuada, donde nos muestras esas imágenes cargadas de amarguras en un contexto adornado con una exquisita fotografía dirigida por uno de los grandes cinemató­grafos, Gregg Toland quien combina de manera ade­cuada experiencia y senci­llez en la narración del re­lato.

El estrès de estos solda­dos que pueden devenir en trastornos de ansiedad, depresivos y emocionales, lo llevarà a buscarse en­tre ellos mismos, como for­ma de refugio y de narrar sus experiencias en la gue­rra cuando se sentían ùtiles; porque entienden que no quedan espacio a su rein­serción. Es aquì, donde la familia y los amigos debe­rán jugar una acción màs activa, antes de que ellos logren transitar por un ca­mino de no retorno donde nunca regresaran.

Excelente película que pueden conseguirla en al­gunos programas de strea­ming para que puedan disfrutar de un filme ex­traordinario.

CURIOSIDADES

1) La obra está basada en la novela publicada en 1945 “Glory for Me” , de MacKinlay Kantor.

2) Harold Russell, un verdadero mutilado de guerra, se interpretó a sí mismo y se convirtió en el primer y único actor en obtener dos Premios Oscar por el mismo papel en la misma película (al mejor actor secundario y un Oscar especial honorífico).

3) La película obtuvo varios premios estadounidenses y europeos, entre ellos siete Oscar, incluidos los de Mejor Película, Mejor Director y Mejor Actor (Fredric March).

4) En 1989, fue incluida entre las obras cinematográficas que conserva el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por ser considerada «cultural, histórica o estéticamente significativas».

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