Entretenimiento

CINE

Trasatlántico vulnerable: Una ola gigantesca fue el inicio de esta historia de catástrofes en medio del océano

Rienzi Pared PérezSanto Domingo, RD

Los estudios de producción han sabido sa­carle provecho a obras de este género para su propio be­neficios. Sin embargo, no fue hasta comienzos de la década setenta que tuvo su auge con películas, tales co­mo: “Aeropuerto” (1970); “La Torre del Infierno” (1973); “Tiburón” (1975); y muchas más que dejaron grandes ingresos en taqui­llas a los productores.

Dentro de todas ellas hay una que se destaca por lo ta­quillera y la gran cantidad de protagonistas que inter­vinieron en ella como una manera de llamar su aten­ción. Nos estamos refirien­do al filme “La aventura de Poseidón”, estrenada en el 1972.

La película resalta, du­rante sus primeros vein­te minutos, las respectivas personalidades de los tri­pulantes del barco como forma de desarrollar sus caracteres para cuando se desarrollen los aconteci­mientos. Las fortalezas y debilidades de cada perso­naje son tratadas con deter­minado nivel profesional.

El argumento del filme es simple. Un trasatlántico se dirige de Nueva York hacia Atenas con un grupo de va­cacionistas para celebrar el año nuevo a bordo de la na­ve; pero por azares del des­tino, el capitán de la nave es informado de un movi­miento telúrico submarino bastante inusual, lo que de­sarrolla un tsunami crean­do una ola de 30 metros de altura con lo cual la nave es impactada, y volteada ha­cia abajo para poco a poco ir hundiéndose.

A partir de este momen­to, el caos y la desorienta­ción conllevarán a una crisis que solamente los más dies­tro son los llamados a to­mar el control del liderazgo si desean sobrevivir.

La puesta en escena es es­tupenda, acompañada de decorados invertidos para dar la sensación de que la nave se encuentra en ese es­tado. Esta situación de en­cierro y búsqueda del casco de la nave, resulta claustro­fóbica y asfixiante lo que se traduce en un aumento de estrés y suspenso durante la última hora de la película.

Como en toda situación de este tipo, siempre saldrá a relucir alguien que desea sobrevivir por sobre los de­más por lo que se aleja del grupo y el resultado será nefasto. La única manera de salir con vida, es cuando se unen esfuerzos para supe­rar el caos.

La película en sentido general, está muy bien he­cha, y logró su cometido para este tipo de género, alcanzando un éxito rotun­do que se tradujo en ingre­sos. Muchos de sus actores estuvieron al alcance de lo esperado, lo que resultó un producto que llevó a la Aca­demia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Ho­llywood a nominarla a ocho Premios Oscar, aunque so­lamente resultó agracia­da con el Premio a la Mejor Canción.

Aquí recomendamos una de las clásicas cintas con­temporáneas que será del agrado de todos ustedes.

CURIOSIDADES

Esta película está basada en la novela homónima de Paul Gallico, de 1969 que gira en torno al de­sastre de un lujoso tran­satlántico invertido por un tsunami.

Parte del rodaje se hi­zo dentro del trasatlán­tico británico “Queen Mary” que prestó servi­cios, principalmente, en la travesía del Atlántico entre 1936 y 1967 para la compañía naviera Cu­nard Line.

A excepción de las esce­nas más difíciles, todas las escenas arriesgadas las realizaron los pro­pios actores.

Aparecen cinco actores ganadores de un pre­mio Oscar: Gene Hack­man, Ernest Borgnine, Shelley Winters, Jack Al­bertson y Red Buttons; y Arthur O’Connell quien fuera nominado al Oscar por su personaje en es­ta cinta.

Tuvo un presupuesto de casi cinco millones de dólares para la épo­ca pudiendo recaudar casi ochenta y cinco mi­llones, siendo un éxito comercial y de la crítica para el goce de los pro­ductores.

Tags relacionados